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cada vez que un cliente pasa rápido a su lado... el hombre llamó: “¿Hay alguien? Me gustaría dejar algo si no le molesta”, puso los folletos sobre el mostrador para dejarlos ahí, lo vio tirado en el suelo allí atrás, salió corriendo a la calle gritando: “Hay una persona herida, debe haber sido un robo, auxilio, alguien, lo apuñalaron o le dispararon, un hombre detrás de la pared, un hombre detrás de la pared”, es lo que no dejaba de repetir, probablemente en lugar de “detrás del mostrador”, y señalaba el restaurante pero no quiso entrar cuando algunas personas que estaban en la calle lo hicieron, la registradora vacía, los bolsillos intactos, adiós al reloj barato, el ladrón debía de estar bromeando sobre la caja fuerte o de lo contrario no tenía ni idea de lo modesto que era el lugar, la policía dijo que pudo haber sido alguna de las personas que entraron corriendo para ayudar o para verlo a él quien se llevó el dinero y el reloj, o varios de ellos, porque normalmente cuando un ladrón te hiere tan gravemente se va lo más rápido posible y no pierde siquiera un segundo extra en buscar la plata, ¿y para qué querría llevarse un reloj barato?, “aunque tal vez había sido un combo de las dos cosas: ladrón y transeúnte”, su patrón la llama y le dice lo que pasó, y que quiere que sepa que él no es una persona a quien le guste dar malas noticias, pero que Nat le dijo que lo hiciera si alguna vez le pasaba algo como esto, “pues usted sabe que una vez le robaron con armas hace unos años, y estaba preocupado de que pudiera sucederle otra vez y no resultase tan afortunado”, y ella dice: “No, nunca me lo dijo, aunque desde luego usted debe saber lo que pasó años atrás con su hija menor, mi hermana Julie”, y el patrón dice: “Nat lo mencionó alguna vez, eso es todo, pero no su nombre, aunque alguien me dijo que purgó condena unos años por algo relacionado con esa historia, como acabar con los tipos que la mataron, pero en lo que estaba completamente en lo justo, ¿y quién no habría hecho lo mismo de haber podido?, así que eso nunca me detuvo para seguir teniéndolo conmigo en el negocio”, y ella dice: “Estoy segura de que él lo aprecia por eso, ¿pero realmente solo habló de mi hermana una vez, refiriéndose a aquello, en todo el tiempo que trabajó para usted?... es sorprendente, porque parecía ser lo que preponderaba siempre en su mente”, y el patrón dice: “Dos, incluso tres veces, no más de cuatro, pero rápidamente, como cuando lee un diario en el trabajo con un artículo parecido donde un niño inocente muere al quedar entre traficantes callejeros –fuego cruzado, eso que hoy sale tanto en los diarios– y entonces le revuelve aquello y dice algo como ‘Sabes, algo parecido le pasó a mi pequeña’, y apenas si toca el asunto pero yo puedo ver por su cara, y porque pasa enseguida a algún otro tema u otra noticia, que no quiere profundizar más, así que yo... pero sabe, también me dijo que la llamara si llegaban a pasarle algunas otras cosas que parecían preocuparlo un poco, como tener un ataque al corazón, no es que no fuese fuerte como un viejo toro antes de que le dispararan, o simplemente que no contestara su teléfono cuando no apareciera a trabajar y resultara, como dijo que había sido el caso de un par de viejos toros que él conocía, que se había muerto en la cama de un ataque la noche anterior, en un segundo piso... pero en todo caso, señorita, parece estar reponiéndose muy bien, como ya le dije por todo lo que me han dicho, probablemente esté en el hospital un par de semanas más, pero no se esperan complicaciones, dijo la enfermera que atendió el teléfono en la unidad de cuidados intensivos donde llamé, así que quédese tranquila por ahora y tan pronto como me permitan verlo... en cuidados intensivos no me dejarán porque no soy pariente, pero debería salir muy pronto de allí... le diré que hice lo que él me pidió que hiciera y eso es hablar con usted”, y ella dice: “Por favor llámeme por cobro revertido a cualquier hora del día, si se entera de que su condición ha empeorado o directamente llámeme por cobrar después de que lo haya visto, cuando tenga un momento libre, y desde luego trasmítale nuestro amor”, y anota el número de teléfono de su casa y el número de la UCI donde está su padre.

      Su brazo bueno le queda casi completamente paralizado por el disparo así que no puede volver a trabajar, trata de conseguir un empleo como cajero en otros restaurantes pero no hay trabajo o son tiempos difíciles, así que deben reducir algunos puestos y excusas por el estilo o simplemente no quieren tomarlo, piensa, porque ya no se ve saludable y eso no es bueno para el apetito de los clientes o lo que sea, y su ropa está vieja y pasada de moda y el brazo tieso como lo tiene, y su aspecto general desprolijo y posiblemente con cuotas más altas, para ellos, del seguro de salud y accidente por causa de la edad y las heridas, y tal vez piensen en una posible recaída médica en pleno trabajo, o sepan lo que les hizo a esos asesinos años atrás y sientan que de alguna manera la nueva herida se la ha buscado, y no quieran a un arrebatado trabajando para ellos y además si vas a contratar a un cajero o a un tipo para que cuelgue los abrigos o cosas por el estilo, incluso a alguien para atender a los caballeros en los baños de los restaurantes de clase alta, mejor tener a uno que pueda echar del lugar a los indeseables no demasiado amenazantes, o que al menos se vea como que podría hacerlo, encuentra más económico retirarse que trabajar, al menos por el momento, y tomar la pequeña pensión del sindicato que le darán y el seguro contra accidentes por haber sido baleado en el trabajo, que no está tan mal, y dentro de un año la seguridad social completa con la cobertura que ofrece el gobierno, Medicare o Medicaid, la llama a menudo pero después de las cinco y los fines de semana porque puede costar carísimo, es algo que lo aflige, por decir lo menos, que ella siga hablándole del mismo modo formal en que ha venido haciéndolo desde algunos años después de que él entrara en prisión –no solía ser así, con ella, antes, pero entonces era solo una niña y desde luego las cosas eran muy diferentes: él vivía con Lee, una familia, Julie, tenía un buen trabajo y no era un maníaco transitorio y de hecho bastante buen padre, más o menos como el promedio, pensaba, bastante relajado y para nada del tipo intimidante o criticón–, le pide hablar con sus hijos y con Glen casi todas las veces después de hablar con ella pero no hay mucha charla tampoco allí, Glen como que silencioso y, ¿cuál es la palabra?, incómodo o algo por el estilo y reservado, los chicos portándose siempre con timidez o es que no lo conocen lo suficiente, así que no ven por qué deberían pasar tanto tiempo en el teléfono con él, lo cual tiene bastante sentido y él probablemente sentiría lo mismo en su lugar, le dice lo cerca que ha llegado a sentirse de su familia casi exclusivamente por teléfono, ¿no es gracioso?, y que aún le gustaría ir a verlos si es que ella no va a pasar más o menos pronto por su ciudad, pero pensándolo bien ahora mismo no puede costear el pasaje... “Aunque sigo teniendo separado el mismo dinero solo para ti o la escuela de los chicos, quiero que lo sepas, o incluso para ti y Glen si llegaran a perder sus empleos o solo lo perdiera uno de ustedes, y se vieran repentinamente cortos de efectivo... no es demasiado, entiendes, así que no vayas a depositar tus esperanzas, cuando yo muera, de comprar con eso una piscina o construir un ala adicional para tu garaje”, y ella dice: “No albergo esa clase de pensamientos macabros o calculadores, y menos aún sobre lo que obtendré monetariamente gracias a la muerte de quien sea, y no es que no vayas a vivir más allá de los cien, y además solo tenemos un auto y lo dejamos en la calle –Glen toma gustosamente el autobús para ir a trabajar– y por regla general no somos partidarios de la construcción de piscinas privadas en nuestra zona... hay muy pocos días de auténtico calor, es una comunidad más bien artística o profesional, con una manada de doctores en medio, y de mente bastante ecológica, y hay varias piscinas públicas bastante buenas y a precios módicos”, y él: “Era solo una broma, cariño, bromeaba nada más, sobre el garaje y la piscina y mi muerte también”, y ella dice: “Lo sé, pero sentí que tenía que decir algo sobre cómo y dónde vivimos, para que en el futuro no te veas en la posición de prejuzgarnos, eventualmente, o de entendernos mal, y escucha, papá, si tienes tantas ganas de visitarnos, usa los ahorros que guardas para nosotros en un pasaje de avión, y nosotros te acomodaremos al menos por una semana”, y él dice: “No, tengo que dejarte algo, es un absoluto deber en mi mente, después de todo lo que no hice... tal vez gane alguna lotería o buena parte de ella, pero si lo hiciera significaría que habría jugado, y siempre pensé que tirar la plata así era un desperdicio tremendo y un escape idiota... discúlpame, espero que tú y Glen no jueguen a eso”, y ella dice: “Por favor, y ni siquiera sé si tenemos juegos de esos por aquí”.

      Hablan por teléfono durante dos años más, de vez en cuando una carta o una postal entre ellos y siempre tarjetas y regalos para Navidad de parte de él, un par de veces ella dice que cree que van a ir al este por una convención, o a visitarlo con uno o dos de sus hijos y tal vez

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