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Psicoterapia Integrativa EIS. Roberto Opazo
Читать онлайн.Название Psicoterapia Integrativa EIS
Год выпуска 0
isbn 9789569946646
Автор произведения Roberto Opazo
Жанр Документальная литература
Издательство Bookwire
En su formulación más radical – la cual no todos los constructivistas comparten – el constructivismo cuestiona definitivamente el "supuesto simplista" de que el orden con el cual tomamos contacto pertenezca efectivamente a la realidad. Desde esta perspectiva radical, el conocimiento pasa a ser tan solo una teoría acerca del ambiente; puesto que, en un sentido estricto, no tenemos acceso a realidades sino a través de nuestro propio sistema nervioso, o de los significados construidos por nosotros mismos. "La realidad es evidente a través de significados construidos, los cuales configuran y organizan la experiencia. Puesto en términos más simples, el significado es la realidad" (Duncan et al., 1990, p. 569; las cursivas son nuestras).
El filósofo italiano Giambattista Vico (1668-1744), es reconocido como el primer constructivista. Vico sostiene que los seres humanos solo pueden conocer lo que ellos mismos crean. En su libro Ciencia Nuova (1725), enfatiza que los seres humanos crean un orden en su experiencia, proyectando categorías familiares sobre particularidades no familiares. Vico sostiene que conocer es hacer, lo que implica un acto constructivo de conocimiento. A continuación Kant (1724-1804) da un paso más, al afirmar que nuestra mente no descubre leyes a partir de la observación de la naturaleza, sino que le impone leyes a la naturaleza.
En el marco constructivista, se ha sostenido que "gran parte de lo que creemos que conocemos acerca del mundo externo es, de hecho, conocimiento acerca de nosotros mismos" (Hayek, 1952, p. 6). Desde una teoría motora de la mente, Weimer (1977) sostiene que la realidad no está "allá afuera" sino "aquí adentro", pues sería el sistema nervioso humano el que activamente participaría en la elaboración de su propia experiencia.
Por su parte Watzlawick ha centrado su inquietud en la pregunta "¿Es real la realidad?". Para Watzlawick, toda percepción y todo pensamiento son relativos, y operan por comparación y contraste. Al preguntarse cómo sería el mundo de una persona que acepta que la realidad es total y completamente una construcción propia, responde: "Sería tolerante, se sentiría responsable y libre". Concluye que "el constructivismo no crea ni explica ninguna realidad "allá afuera"; muestra que no hay ‘dentro’ ni ‘fuera’, ningún mundo objetivo enfrentando el subjetivo, sino muestra que la división sujeto-objeto – esta fuente de miríadas de ‘realidades’ – no existe; que la aparente separación del mundo en pares opuestos es construida por el sujeto y que la paradoja abre el camino para la autonomía" (Watzlawick 1984, p. 330).
Desde otra óptica, se ha sostenido que cada sistema de lenguaje tiene su propia forma de distorsionar, filtrar y construir experiencia (Rorty, 1989). El carácter subjetivo del lenguaje ha dado fuerza a algunos planteamientos en la línea escéptica: "Lo reconozcamos o no, como psicólogos estamos siempre viendo fenómenos desde un ángulo u otro, ninguno de los cuales está nunca libre de sesgos teóricos; lo que percibimos alrededor de nosotros y cómo lo percibimos, es una función del lenguaje que empleamos" (Messer, 1986, pp. 385-386). La idea es que el lenguaje crea realidades, incluyendo problemas. "El lenguaje […] no es meramente la representación de la realidad a través de símbolos. Más bien el acto de "nombrar" objetos (hacer distinciones), crea la realidad experienciada por el observador" (Epstein y Loos, 1989, p. 409). Culminando esta línea de planteamientos, podemos recoger lo afirmado por Ludwig Wittgenstein (2007) en su libro Tractatus Logico-Philosophicus: Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.
La Teoría biológica del conocimiento (Maturana, 1984), resulta difícil de clasificar; en el fondo, tal vez calce mejor con una especie de "agnosticismo biológico", al que habría que agregar algunos elementos de constructivismo radical. Sostiene que toda experiencia cognitiva tiene relación con el que conoce, comprometiendo su propia biología. Según Maturana, en el proceso de conocer no nos podemos escapar de nuestra biología; no se puede conocer desde la no biología. Y nuestro sistema biológico estaría abierto al intercambio energético, pero cerrado al intercambio de información. "Ciertamente, desde el punto de vista de la estructura, somos sistemas cerrados" (Maturana, 1992, p. 25). Siendo esto así, una realidad externa solo puede perturbarnos, nunca informarnos; un agente externo solo puede provocar un cambio de estado o una desintegración. La teoría sostiene que, epistemológicamente hablando, no es posible separar al observador de lo observado y que, en última instancia, el observador solo está observando los cambios de su propia biología.
Para Maturana, el ambiente solo puede gatillar un efecto. Es decir,, el efecto puede ser desencadenado, pero no determinado, por el "agente perturbador". En un sentido de fondo, el efecto es determinado por la estructura biológica de lo perturbado (Maturana y Varela, 1984, p. 64). Al no poder determinar el efecto, el ambiente no puede informarnos. Este "determinismo estructural", involucra que no podemos "saber" cómo es la realidad; e involucra también que el conocimiento "objetivo" se nos haga imposible. Desde esta óptica, se pone la objetividad en paréntesis: "Reconozco que no tengo ninguna base para suponer que puedo hacer referencia a entes que existirían independientes de mí; reconozco que la existencia depende de lo que yo hago" (Maturana, 1992, p. 22; las cursivas son nuestras). Y yo otorgo la "existencia" a través de las "operaciones de distinción" que realizo. Pero como cada cual realiza sus operaciones de distinción a su manera, la realidad se torna multiversa.
En la perspectiva de Maturana, la validez del conocimiento no se establece en función de su objetividad, como una realidad en sí independiente del observador; la validez del conocimiento está en función de cierta operacionalidad según criterios de validación acordados. Para Maturana, el conocimiento científico involucra operaciones de distinción acordadas, en función de una metodología acordada; la validación del conocimiento será función de esos consensos en los criterios de validación, y no del logro de conocimientos "objetivos" a través del proceso. Para Maturana, el postulado de la objetividad no es un postulado constitutivo del trabajo científico.
Por su parte Guidano (Guidano, 1987; Guidano, 1994,Guidano y Liotti, 1983), ingresa a la escenografía epistemológica sin andarse con "chicas". Al respecto se ha señalado que la "mirada" de Guidano – al igual que la de Freud en sus tiempos – cambió la comprensión de la experiencia humana de manera que marcó profundamente nuestra cultura (Zagmutt, 2010). Más allá de tan entusiastas considerandos, lo que es claro es que Guidano asumió que la "realidad" se nos escapa teñida por nuestros subjetivismos, y que al existir – en los seres humanos – una corteza cerebral compleja, esta a su vez pasa a "complejizar" prácticamente toda la dinámica psicológica. Parodiando nuestras propias afirmaciones, ya no calzaría nuestra afirmación que somos "simples y complejos"; para Guidano pasamos a ser "complejos y complejos".
En la perspectiva constructivista de Guidano (1987), no se concibe una realidad "única"; en esto se percibe con claridad la influencia "multiversa" de Maturana, influencia que en el tiempo será creciente. La realidad es entendida aquí como una serie de procesos que ocurren en muchos niveles. Estos niveles son diferentes unos de otros, son simultáneos, y no están subordinados unos a otros. Es decir,, la realidad es considerada como una red de procesos que están entrelazados. La perspectiva constructivista de Guidano acoge el modelo de la mente propuesto por la psicología cognitiva en general, y por las teorías motoras en particular Es así como sostiene que la mente es un sistema activo, capaz de construir no solamente el "output", sino también el "input", incluidas las sensaciones en las que se basan sus construcciones. El observador ya no se puede atribuir la posición privilegiada de alguien que se encuentra "fuera". Más aun; según Guidano (1994), toda observación introduce una red de procesos entrelazados en una distinción ordenadora, por medio de la cual las posibles ambigüedades causadas por las múltiples interacciones adquieren, a los ojos del observador, un carácter inequívoco y necesario. Cualquier observación, lejos de ser "externa" y por lo tanto "objetiva", es autorreferencial. Siempre se refleja a sí misma; esto es, refleja el orden perceptivo en el que se basa, más que las cualidades intrínsecas del objeto percibido. Para Guidano, más que representar una realidad dada según una lógica de correspondencia externa, el conocer es una construcción y una reconstrucción continuas, de una "realidad" capaz de dar coherencia al curso de la experiencia del individuo ordenador.
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