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Psicoterapia Integrativa EIS. Roberto Opazo
Читать онлайн.Название Psicoterapia Integrativa EIS
Год выпуска 0
isbn 9789569946646
Автор произведения Roberto Opazo
Жанр Документальная литература
Издательство Bookwire
Preguntas epistemológicas "clásicas" serían: ¿Qué saben realmente los seres humanos? ¿Qué es la realidad? ¿Existe una realidad más allá de nuestro mundo subjetivo? ¿Qué acceso tenemos a conocerla? ¿Qué es una "verdad"? ¿Qué acceso tenemos a "verdades"?
A través de la historia del pensamiento, son múltiples las propuestas epistemológicas que se han venido planteando: empirismo, racionalismo, sofismo, escepticismo, idealismo, constructivismo, etc. Cada propuesta, ha generado a su vez divisiones y subdivisiones, imposibles de abordar en el presente contexto. Lo que aquí pasa a ser relevante es el grado en el cual el conocimiento es factible; esto nos conduce al tema del grado en el que nuestro conocimiento puede acceder a una supuesta realidad.
Cuando la realidad está cerca
Evolutivamente, lo primero que se nos ocurrió – en el ámbito epistemológico – fue creerle a nuestros sentidos y a nuestras percepciones. En esto no hicimos nada distinto de los demás animales. Cuando constatamos que los animales habían logrado sobrevivir, sobre la base de creer en lo que percibían; y cuando nosotros mismos sobrevivíamos sobre esas bases, les creímos a nuestros sentidos. Sin grandes cuestionamientos epistemológicos.
De este modo, nuestros "ingenuos" antepasados creyeron en lo que oían, veían, olían, tocaban… y creían en las sensaciones que experimentaban. Y actuaban en consecuencia. Cuando el hambre golpeaba, salían de caza; cuando veían un león, huían; cuando el frío arreciaba, se protegían; cuando el enemigo atacaba, se defendían. Sobre la base de esa confianza básica en los sentidos, lograban sobrevivir. En ese contexto primitivo, ser ciego o sordo, por ejemplo, podía pagarse muy caro en términos de supervivencia.
Sin tenerlo muy claro, nuestros tempranos antepasados adscribían al realismo metafísico. Es la postura epistemológica que ha predominado a través de la evolución del hombre; y es la postura a la que adscriben la mayoría de las personas hoy en día.
Análisis descriptivo
En un sentido descriptivo, el "realista" está comprometido con dos principios básicos: 1. Algunos de los objetos aprehendidos a través de la percepción son "públicos" y algunos de esos objetos son independientes de la mente. 2. Para el realismo, la realidad existe, mantiene un cierto orden, es regulada por procesos causales y es cognoscible a través de los datos de los sentidos.
En suma, se trata de una postura epistemológica "optimista", en el sentido que se presupone que la realidad puede ser develada.
La pregunta epistemológica acerca de cómo conocemos, tiene una respuesta clara y directa en el realismo metafísico: a través de los órganos de los sentidos. Estos nos permiten acceder al mundo de los objetos, los cuales poseen cualidades primarias (tales como forma, tamaño, masa, movimiento) y secundarias (tales como color, olor, sensibilidad). En el marco del realismo radical, el conocimiento es visto como una copia exacta de la realidad objetiva, lo cual ha conducido a que se lo descalifique con el apelativo de "realismo ingenuo". Es que para algunos sería ingenuo creer en una opción de "inmaculada percepción" (Mahoney, 1991).
En el marco del realismo metafísico, la ciencia puede establecer la veracidad de sus teorías, contrastándolas con la observación de los hechos. En este contexto, la "verdad" es aquello que corresponde exactamente con la realidad, con la realidad tal como esta es; con el cómo las cosas son, con el cómo los eventos se van cursando. De este modo, la realidad fiscaliza la calidad de nuestro conocimiento; no es asunto de inventar o de creer cualquier cosa. Y este proceso de observación y verificación requiere de la metodología adecuada; que posibilite precisiones descriptivas y relacionales, y que permita aislar los sesgos y los factores subjetivos contaminantes de las observaciones. La extensión y precisión del conocimiento humano, será función de la metodología de estudio, del alcance de los sentidos y de las percepciones; y estará limitado por las formas de operación de los instrumentos científicos. El conocimiento científico, a su vez va ajustando sus métodos; con el fin último de ir conociendo con mayor precisión sus objetos de estudio. En último término, en el ámbito del realismo el conocimiento se valida por su correspondencia con los hechos.
En el contexto del realismo metafísico, la ciencia se nutre de los hechos, y es a estos a los que procura describir, explicar, relacionar: "La ciencia se perdería si no siguiese apoyándose en la creencia trascendental de que existen la verdad y la realidad, y si renunciase a la interacción fundamental entre los hechos y las construcciones que se dan aquí, y el reino de las ideas intuidas por allá" (Philosophy of Mathematics and Natural Sciences, Prólogo iv). De lo que se trata entonces, es de descubrir cómo la realidad opera.
De acuerdo con el realismo, en el mundo material de los objetos rige el principio de causalidad. Es así como las leyes científicas son descubiertas a partir del cómo los hechos precedentes producen los hechos consecuentes. Y el conocimiento de las leyes permite el explicar y el predecir. Toda la tradición galileana de la ciencia se ha fundamentado en esta postura epistemológica.
Argumentos "pro-realismo"
Mlodinow señala que una de las funciones más importantes de nuestro inconsciente, es el procesar los datos enviados por nuestros ojos. Esto ocurriría porque, al cazar o al reunirse, un animal que ve mejor, come mejor, y evita el peligro más efectivamente, y por lo tanto vive más. "Como resultado, la evolución ha arreglado las cosas de modo que un tercio de su cerebro esté dedicado a procesar la visión: interpretar colores, detectar bordes y movimientos, percibir profundidad y distancia, decidir la identidad de los objetos, reconocer rostros, y muchas otras tareas" (2012, p. 35). Según Mlodinow, lo que llega a nuestra mente consciente es un informe preciso, después de un amplio procesamiento no consciente. Todo lo cual involucra economía psíquica, la cual nos permite concentrar nuestra atención en lo que nos interesa.
En el ámbito de los argumentos, el realismo metafísico no requiere de una gran justificación.
Desde el territorio del sentido común, el realismo se limita a recoger lo que es la experiencia obvia y cotidiana de los seres humanos en todas las latitudes. Para el realismo, los sentidos nos informan acerca de la realidad; se asume entonces que, de la mano de la realidad podemos llegar muy lejos, y que de espaldas a la realidad, no llegamos a parte alguna. Las irónicas palabras de Winston Churchill sintetizan de un modo particular la visión desde el "sentido común", el cual representa el pensar y el sentir de los realistas: "Reafirmo con énfasis que el sol es real y que también lo es su calor, de hecho tan intenso como el mismísimo infierno. Aquellos metafísicos que lo duden, deberían ir allá y ver" (1944, p. 131).
En un nivel más metafísico, Descartes afirmó la existencia de la realidad, estableciendo primero la existencia de la mente. Partiendo por señalar que algo que no existe no puede pensar, llegó al "cogito ergo sum", como el postulado primario. Desde allí procedió a establecer puentes conectores para el dualismo mente-cuerpo.
En un nivel más operativo, el que la realidad se ajuste a modelos matemáticos, y el que las predicciones efectivamente predigan, constituye un argumento esencial a la hora de fundamentar el realismo. El aporte de George Gamov (1904-1968) puede ayudarnos a ilustrar el valor de las predicciones realistas. Gamov fue un físico nuclear que contribuyó a configurar la teoría del Big Bang. Sobre la base de una epistemología realista, y del conocimiento astrofísico de la realidad existente a la fecha, Gamov predijo – en 1948 – la existencia de una huella del Big Bang; esta huella tendría la forma de una radiación milimétrica, perdurable hasta nuestros días. Este remanente del universo temprano fue efectivamente descubierto por Penzias y Wilson en 1965. La predicción de Gamov – fundamentada en deducciones matemáticas y en leyes y teorías físicas – pasaba a ser confirmada 17 años después de su formulación.
En el contexto anterior se ubica la noticia, divulgada por el Centro para la Astrofísica Smithsonian,