ТОП просматриваемых книг сайта:
Sin miedo al fracaso. Tompaul Wheeler
Читать онлайн.Название Sin miedo al fracaso
Год выпуска 0
isbn 9789877982893
Автор произведения Tompaul Wheeler
Жанр Документальная литература
Серия Lecturas devocionales
Издательство Bookwire
Cuando se recuperó, su rostro deformado la persiguió en la forma de viejas amigas que ya no querían jugar con ella ni hablarle. Ella recurrió a Dios en busca de consuelo y pudo hallar su amor. Pero hay algo que muchas veces se pasa por alto sobre Elena de White: Elizabeth era su gemela. Y a pesar de que no eran idénticas, cada vez que Elena miraba la cara bonita y perfecta de Elizabeth, era como verse en un espejo trágico.
31 de enero - Ciencia
Tu pasta integral favorita
“Saluden a todos sus dirigentes y a todos los del pueblo santo. Los de Italia les mandan saludos” (Heb. 13:24).
¿Cansado de llegar con las manos vacías a los almuerzos “a la canasta”? ¿Quieres sorprender a tus amigos y ganarte a tus enemigos? Tu momento ha llegado gracias a algunas recetas fantásticas de mi chef favorita, Lisa Hermann (efectivamente, mi esposa).
Necesitarás:
6 tazas de agua
1 cucharadita de sal
500 gramos de pasta integral gruesa (farfalle, rotini, rigatoni o plumitas)
1/3 taza de aceite de oliva virgen
2 dientes de ajo (picados o machacados)
1 lata de aceitunas negras picadas en rodajas
Tomates secados al sol o tomates cherry picados a la mitad
1/2 cucharadita de pimiento rojo molido
1/2 cucharadita de romero
1/2 cucharadita de albahaca
1/2 cucharadita de orégano
Queso feta
Para preparar la pasta:
Pon a hervir 6 tazas de agua con sal. Calcula el menor tiempo de cocción recomendado según las instrucciones en la caja. Agrega la pasta al agua hirviendo, devolviendo rápidamente el agua a ebullición. En ese momento, comienza a calcular el tiempo y coloca el colador de pasta en el fregadero. Cocina la pasta integral hasta que esté firme pero bien cocida (por lo general, el menor tiempo indicado en las instrucciones de cocción). Ahora, vierte la pasta en el colador. Deja escurrir el agua y vuelve a colocar la pasta en la olla. Déjala allí.
Para preparar la salsa:
En una sartén grande o wok, calienta a fuego medio el aceite de oliva hasta que esté soltando humo. Luego sofríe el ajo hasta que se dore (entre 1 y 2 minutos). Sugerencia: marrón indica que se está quemando. Agrega las aceitunas, los tomates y las especias. Cocina la salsa durante unos 2 minutos y luego viértela en la olla de la pasta. Añádele el queso feta y ponlo a fuego lento, revolviendo hasta que el queso feta se derrita ligeramente. ¡Listo para servir!
LH
1º de febrero - Ciencia
La saliva y la neurociencia
“Veo a los hombres. Me parecen como árboles que andan” (Mar. 8:24).
El ciego de Marcos 8 posiblemente perdió la vista mucho después de nacer. La imagen distorsionada que veía se parece a un caso que se reporta en el libro Un antropólogo en marte, del neurólogo Oliver Sacks. Sacks documenta el caso de un hombre llamado Virgil, que recuperó la vista más tarde en la vida. Aunque a través de una operación logró reparar sus ojos físicamente, su cerebro tuvo dificultades para entender lo que veía. Virgil veía a sus gatos como globos blancos y negros y tenía problemas para percibir la profundidad.
Virgil y este hombre al que Cristo curó no podían procesar bien las imágenes. El ciego de Marcos 8, sin embargo, fue más afortunado que Virgil, porque tenía al gran Médico del universo a su lado. Jesús le curó los ojos y le preguntó qué veía. Él le dijo que veía hombres, pero parecían árboles. Jesús no solo le estaba haciendo un examen de la visión, sino lidiando con la ciencia del cerebro. Después de poner sus manos sobre la cara del hombre, este pudo ver claramente. Jesús sabía muy bien que la visión a veces requiere dos curaciones: la de los ojos y la de la capacidad del cerebro para procesar lo que se ve.
Tenemos también el caso del hombre ciego de nacimiento (Juan 9:1-7). Es muy probable que no tuviera ojos, solo las cuencas. Esto puede explicar por qué la gente apenas podía reconocerlo después. A medida que avanzamos en el pasaje, vemos que Jesús tomó un poco de tierra, escupió en ella y la puso sobre los ojos del hombre. Luego le dijo que se los lavara en un estanque cercano. Él lo hizo y, de repente, recuperó la vista. Si bien algunos pueden pensar que el lodo tiene propiedades curativas, es bueno recordar que estamos hechos de barro, la plastilina de Dios. Jesús tomó un puñado de tierra y moldeó un par de globos oculares; dudo que tu oculista pueda hacer eso.
Pero regresemos a la saliva. Puede parecernos un poco asqueroso, en esta época de enjuagues bucales de todos los colores y sabores, pero en aquel entonces se creía que la saliva del primogénito de la familia tenía propiedades curativas. Sin embargo, el poder curativo de la saliva se aplicaba solo a la familia inmediata. Consciente de esto, Jesús actuó como el gran hermano de los dos hombres. Con esto, venía a decir que él es el hijo mayor de la familia humana, así como el primogénito de Dios.
BP
2 de febrero - Espiritualidad
La Palabra se hizo hombre, ¿o piedra? – parte 1
“Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros” (Juan 1:14, NTV).
¿Te has fijado en que el mensaje de la Biblia es revolucionario? Estamos tan acostumbrados a una imagen preconcebida, clásica y conmovedora de la Biblia, que hemos perdido de vista que es radical, transformadora y revolucionaria. Para nosotros, los samaritanos siempre son los buenos, los paralíticos siempre reciben lo mejor, los últimos siempre son los primeros, el reino de los cielos es de los niños... pero parece que no captamos el verdadero significado de todas esas afirmaciones bíblicas.
Aunque nosotros hoy las escuchemos como si fuera una música de fondo, en su tiempo asombraron por completo a sus oyentes. Las Escrituras constantemente denuncian el mundo de abuso e hipocresía al que hoy estamos acostumbrados, y proclaman un nuevo y radical orden; sin embargo, vivimos como en un sopor, acomodados al orden de cosas que conocemos.
Las imágenes que la Biblia presenta del reino de Dios son una refutación clara de toda la estructura de poder sobre la que se fundamenta este mundo. Se revierte el orden existente de depredadores y presas, amos y esclavos, favorecidos y rechazados, y se reemplaza por un nuevo mundo de interdependencia y gracia. Cuando ese futuro maravilloso se deja entrever en nuestro presente, la gente queda estupefacta.
En el reino de Jesús, Dios cuenta con los ignorados, los pródigos son mimados y las prostitutas tienen más probabilidad de salvación que ciertos predicadores. Pero el cristianismo hoy en día gira mucho en torno a nosotros mismos. Justificamos cualquier cosa si se hace por el “bien”. Hemos creado una cultura a nuestra propia imagen, la bautizamos y ya no notamos la diferencia.
Los dirigentes religiosos no tenían problemas con Jesús, siempre y cuando su mensaje se quedara en papel y no se pusiera en práctica en la vida real. Las palabras escritas no les preocupaban porque podían manipularlas para que apoyaran la estructura que los mantenía a ellos en el poder y a todos los demás por debajo. Pero la Palabra se hizo hombre, y eso era algo que ellos no podían tolerar. Las palabras en el papel podían