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Una semilla para cada día. John Harold Caicedo
Читать онлайн.Название Una semilla para cada día
Год выпуска 0
isbn 9781953540300
Автор произведения John Harold Caicedo
Жанр Документальная литература
Издательство Bookwire
Pero es agua contaminada, no tiene pureza. Son cisternas rotas, pozos agrietados y están buscando allí la sabiduría y la dirección, pues buscan en vano porque ese no es el lugar de la bendición.
Se han olvidado de lo que Dios ha hecho a su favor, han preferido usar sus propios argumentos sin recordar que la mano de Dios una y otra vez se ha levantado para sacarlos de su postración y darles una nueva vida.
A pesar de todo eso El Señor siempre le recuerda a su pueblo: Si se vuelven a mí la encontrarán de nuevo. Si vienen a mí ya no habrá más frialdad ni sequedad, si vienen a mí, dice El Señor, encontrarán lo que necesitan y ya no habrá más aridez ni desolación en sus vidas, la gloria del Señor calmará su sed para siempre.
¿Quieres tú esa gloria sobre tu vida? ¿Quieres tú experimentar el respaldo de Dios en todo lo que haces?
Entonces vuelve a la fuente del agua viva. “Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para la vida eterna” (Juan 4: 14).
¿Por qué morirse de sed al lado de la fuente del agua viva?
Oración:
Mi anhelo de cada día es beber de esa agua que tú das, Señor. Sé que solo de esa manera seré saciado/a y mi alma encontrará la frescura para seguir adelante. Mi alma está sedienta de tu presencia, de tu amor, de tu misericordia, de tu gracia y de tu poder. Solo en ti encontraré la fuente perfecta que calmará mi sed para siempre. Amén.
Enero 20
¿En quién confías?
“estos confían en carros y aquellos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria” (Salmo 20:7)
David en el salmo 20 hace una declaración de fe maravillosa: “Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra”
La potencia salvadora de su diestra. ¿Te das cuenta dónde está el verdadero poder?
No es en ti, no te desgastes más pensando que tú puedes pelear solo/a, que tú puedes avanzar solo/a. No. Es tiempo de confiar en Dios, en la potencia salvadora de su diestra. El Señor nunca ha perdido ninguna batalla.
Goliat puso su confianza en su estatura, en su armadura, en su lanza y su jabalina, pero estaba perdido, porque ese no es el verdadero poder. Si el ejército de Israel hubiera tenido confianza en Dios, no hubieran experimentado tanto temor. Por el contrario, lo hubieran vencido rápidamente si hubieran escuchado la voz de Dios.
Se necesitó de uno que si escuchó, que si confió, que si respondió y este vino, no confiando en sus fuerzas ni en su armadura, pues ni siquiera tenía una, sino en el poder de la diestra de Dios.
Antes de la batalla David sabía algo: que esa batalla no era suya sino de Dios. Él no iba en su nombre sino en el de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel.
Por lo tanto se plantó con confianza al frente del guerrero gigante y lo venció con el poder de la diestra de Dios que lanzó esa piedra justo en el único lugar donde Goliat era vulnerable.
Ellos confían en carros y aquellos en caballos, ¿pero nosotros? Nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Nos acordaremos de Él, cuando estemos sufriendo, nos acordaremos de Él cuando estemos en lo más fuerte de la batalla, nos acordaremos de Él cuando sintamos que nuestras fuerzas desfallecen, pero también nos acordaremos de Él cuando la victoria haya llegado y glorificaremos su Santo Nombre.
Ellos flaquean y caen. Los que han confiado en sus propias fuerzas, los que aún siguen luchando solos y han puesto su confianza en sus carros y caballos, ellos flaquean, sus fuerzas se agotan y se derrumban, pero las fuerzas de nuestro Señor nunca se agotan, por eso dice el salmista, a pesar de que aquellos flaquean y se caen, nosotros nos levantamos y estamos en pie.
Es día de tomar una decisión real que cambiará tu vida para siempre.
Es día de creer en Cristo Jesús y en el poder de su diestra.
Oración:
Señor de los cielos, hoy quiero ponerme enteramente en tus manos benditas con la confianza que me da el saber que en ti está el poder y la fuerza para vencer. Sé que hoy caminarás conmigo, experimentaré tu poder, tu compañía y tu aliento y cuando esta jornada llegue a su fin, te daré de nuevo las gracias porque has tenido cuidado de mí, tu diestra me ha protegido. Amén.
Enero 21
Tu Dios será mi Dios
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios” (Rut 1: 16)
Cuando pienso en las personas que nos atraen por la forma en que viven, me pregunto: ¿Qué es lo atractivo de estas vidas que llaman la atención de una manera tan especial a los demás?
Puede ser atractivo ver familias que viven en armonía.
Puede ser atractivo para la mayoría de las personas ver a quienes parecen tener su vida en orden.
Es muy atractivo por ejemplo seguir a alguien que tiene un propósito, una visión clara del futuro y de sus prioridades.
Así mismo nos atraen quienes son sinceros, quienes no viven una doble vida o quienes defienden los valores de vida apropiados.
Sin duda hay quienes constituyen para nosotros ejemplo y a la vez un desafío al contemplar esas vidas que parecen tener un rumbo claro y un propósito específico tras el cual están corriendo.
Bajo esa perspectiva pienso: ¿es nuestra vida cristiana un atractivo para los demás? ¿Nos seguiría alguien solo porque ven en nuestra vida algo tan atrayente que vale la pena ser imitado?
Sin duda Rut después de perder a su esposo tuvo que tomar una decisión trascendental en su vida: ¿A quién seguiré? ¿Con quién viviré el resto de mis días? ¿Quién me servirá como un ejemplo de vida?
Su suegra Noemí, quien también había quedado viuda dejó a sus nueras en libertad para volver a su pueblo. Pero esto solamente sirvió para que Rut se fortaleciera en su decisión.
Ella había analizado cada palabra de su suegra y había notado la forma en que cada una había sido dicha, y había tomado en cuenta todos los riesgos. Así que con palabras de amor y lealtad que son algunas de las más conmovedoras que jamás hayan sido escritas, suplicó: "No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aún me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos."
Esta fue la decisión más importante que Rut jamás hizo en toda su vida. Esta decisión cambió el curso entero de su existencia y en consecuencia, cambió su destino eterno.
No es una cuestión de si eres gentil o judío, hombre o mujer, rico o pobre, hispano o americano, blanco, moreno o mestizo. Lo que importa en realidad es la decisión que tú haces en tu vida con relación a Dios y el compromiso que adquieres. Esta es la gran decisión, no volver atrás, no regresar a una vida alejados del Dios verdadero, no retornar a una existencia vacía y sin sentido.
Así que te pregunto en este día: Si alguien te mira y observa tu testimonio, ¿estará atraído a seguirte? Podrá también repetir como Rut a Noemí: ¿Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios?
Oración:
Amado Dios, sé que no podría hacer ninguna decisión buena si no fuera por tu dirección. Me permitiste conocerte y me trajiste a tus caminos, me has perdonado mis pecados, me has dado vida eterna y ahora camino contigo tomado de tu mano cada día de