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El legado de Cristo Figueroa . María Piedad Quevedo Alvarado
Читать онлайн.Название El legado de Cristo Figueroa
Год выпуска 0
isbn 9789587814248
Автор произведения María Piedad Quevedo Alvarado
Жанр Документальная литература
Издательство Bookwire
Para tal efecto, inscribe su propuesta en el debate modernidad-posmodernidad, ya que pretende articular lo que llama el código barroco como un eje en el que confluyen manifestaciones múltiples de la cultura –en las que se transgreden visiones de mundo aparentemente estables–, las cuales facilitan la expresión de lo inestable, polimorfo, cambiante e inasible, que es un marcador de la cultura del siglo pasado y del actual. En este sentido, el libro no solo lee el barroco y el neobarroco desde el discurso literario en Hispanoamérica, sino que intenta aproximar este último como una especie de reiteración cíclica, código o marca en manifestaciones múltiples de la vida cotidiana en las que, por ejemplo, el mundo digital y la globalización han generado la sensación incesante de lo movedizo y fugaz.
El método utilizado para la construcción de su propuesta es de la mejor ortodoxia académica: unos presupuestos teóricos bien delineados con la idea central de construir una cartografía del barroco, a partir de una lectura crítica de los estudios de Wölfflin, D’Ors, Chiampi, Deleuze, Scarpetta, Buci-Glucksman, Calabrese, Rousset, Hauser, Foucault, Rorty, Barthes, Ricoeur, Lyotard, Rincón, de los que se ocupa en la primera parte, que denomina “El concepto de barroco, la conformación del neobarroco y las actualizaciones hispanoamericanas”; y una aplicación de sus variantes estéticas en obras específicas de la narrativa hispanoamericana del siglo XX, en sendos ensayos sobre Carpentier, Cortázar, Lezama Lima y García Márquez, en la segunda parte, con el título de “Estéticas barrocas y narrativa hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX: cuatro formalizaciones significativas”.
Los referentes teóricos no son simples apoyos para mostrar el panorama del barroco en la historiografía literaria contemporánea, sino más bien instrumentos para un fecundo diálogo intelectual concebido, además, con sentido didáctico, con el fin de transitar sobre las numerosas variaciones que ha tenido el concepto desde sus comienzos, cuando fuera identificado como una postura cultural insurgente y el estilo de una época que se opuso a la armonía y perfección clásicas renacentistas, hasta los planteamientos de finales del siglo XX, que lo consideran como una constante en la historia de la cultura de Occidente y lo relacionan con variaciones interpretativas de la llamada posmodernidad, las nuevas teorías de la imagen y su relación con los estudios culturales.
La primera parte es un ejemplo de rigor investigativo y desarrollo analítico, en la que se utiliza una abrumadora bibliografía de fuentes esenciales en Occidente sobre el barroco y neobarroco en sus diversas manifestaciones y matices, con las que se establece un diálogo crítico, pues no se trata de mostrar un panorama, sino de conocer a fondo las transformaciones, tendencias y concomitancias del fenómeno en tanto expresión compleja de la historia cultural contemporánea. Tesis básicas sobre la persistencia del barroco histórico, que se remontan a los siglos XVI y XVII en los estudios clásicos de Jean Rousset y Arnold Hauser; la presencia de lo que el autor llama las resemantizaciones del barroco en la historia reciente, relacionadas con las teorías de Gilles Deleuze sobre el carácter polimorfo de la modernidad; la nueva inestabilidad de Severo Sarduy; la concurrencia de diversos fenómenos culturales para la gestación de un gusto característico de nuestro tiempo de Omar Calabrese y su inscripción en el debate de modernidad y posmodernidad de Rincón, son presentadas como conceptualizaciones fundamentales para entender las constantes y las variaciones que el barroco y el neobarroco han ido configurando para permanecer y permear casi todas las actividades culturales de la historia reciente. Así mismo, Figueroa revela cómo a través de esta multiplicidad de manifestaciones se construye un “código”, que pareciera ser la bitácora invisible que plantea su libro: un signo, un gesto y una señal, una categoría, una manera singular de respuesta a la crisis permanente de lo cambiante; o, si se quiere, como afirma frente a los planteamientos de Irlemar Chiampi señalados en las conclusiones, “la transformación de la Modernidad en un nuevo clasicismo” (Figueroa 243), debido la recusación del racionalismo, las totalizaciones y la obsesión por el fragmentarismo y la periferia.
Tal vez lo más destacado en esta obra ensayística, sobre un fenómeno que ostenta una especie de reciclaje permanente, sea la solvencia intelectual con la que se aborda y el diálogo fluido con los autores emblemáticos que hemos señalado, para armar un gran collage sobre lo esencial de su pensamiento y establecer quiebres y bisagras que puedan configurar un inédito cuadro sobre el barroco y neobarroco como un todo, en el que piezas divergentes se integran sin perder su independencia. Con recursos provenientes de la hermenéutica, la semiótica, la historiografía, el formalismo, el estructuralismo, los estudios culturales y otras tendencias del pensamiento contemporáneo, Figueroa convierte su ejercicio académico en una pieza de referencia para la teoría y la crítica literaria hispanoamericana, que seguramente ya debe recorrer las bases de datos especializadas de los estudios literarios en español, es decir, un aporte significativo para la academia, los núcleos especializados y el público en general.
En lo que respecta a Hispanoamérica, desde el punto de vista teórico, lo más destacado a mi juicio lo constituyen los capítulos 2 y 3 de la primera parte, en los que se estudia con precisión y claridad conceptual el resurgimiento del barroco y la fijación del neobarroco, en particular las denominadas resemantizaciones del barroco, con la lectura crítica de Sarduy, Deleuze, Calabrese y Rincón, gracias a la habilidad para descifrar la esencia de sus posturas intelectuales, de los que fueran los estudios precursores de los nuevos paradigmas teóricos y críticos de la posmodernidad; y de su concreción en el discurso crítico y la creación literaria de lo que constituye el tránsito entre el barroco criollo al neobarroco literario. Estos autores son abordados identificando la singularidad de sus métodos, sus aportes centrales al debate de la estética y la cultura modernas y la manera como contribuyeron a descifrar y complejizar los estudios sobre el barroco y el neobarroco, de tal forma que sus planteamientos puedan hacerse extensivos para la comprensión de la cotidianidad de un mundo ahora definitivamente distinto por la profusión de las nuevas narrativas hipermediales.
Todo este andamiaje teórico y crítico puesto en evidencia en la primera parte hace que el lector conozca –a veces con cierta carga del metalenguaje académico, por demás necesario para los referentes utilizados– las principales tendencias, transformaciones y posturas de lo que ha sido la historia del barroco como constante del espíritu innovador en la cultura occidental y del neobarroco como su expresión actual resemantizada; Figueroa desarrolla este planteamiento con un sentido didáctico, como se ha indicado, saliéndose del ensimismamiento teórico y poniendo el texto al servicio de la difusión y la investigación literaria.
En la segunda parte del libro, en la que es perceptible el empoderamiento de todo ese gran acervo teórico, el profesor Cristo Figueroa despliega sus habilidades y su talento para el análisis y la interpretación literaria en cuatro largos ensayos sobre cuatro autores clave de la narrativa hispanoamericana del siglo XX, relacionados históricamente con el barroco literario –Carpentier, Cortázar, Lezama Lima y García Márquez–, los cuales, a la vez, son cuatro modelos de apropiación y aplicación en obras específicas. Es quizá la parte más significativa del libro, la más académica y, al mismo tiempo, delirante por su exquisitez verbal, que nos recuerda la llamada crítica poética de Saúl Yurkíevich, en su libro sobre las vanguardias poéticas en Hispanoamérica. Desde los mismos títulos se muestra esa voluntad de estilo en la sugestividad del lenguaje crítico: “Los pasos perdidos y Concierto barroco: de las formalizaciones neobarrocas a la reubicación de la memoria cultural hispanoamericana”, sobre Alejandro Carpentier, es una forma de contrapunteo entre estas dos obras, que intenta saldar la cuenta con el estigma del narrador cubano frente al realismo maravilloso y lo destacan como gestor de novelas y ensayos centrales en la expresión barroca americana, a pesar de ciertas intencionalidades teóricas y retóricas frente a la historia y la identidad caribeñas.
Correspondiendo al ensayo académico, los dos textos sobre Carpentier, como los demás de esta segunda parte, pueden leerse como ensayos independientes, en los que se estudian aspectos diversos, de acuerdo con las singularidades estéticas y formales de las novelas, en la perspectiva del neobarroco hispanoamericano, desde una mirada hermenéutica y semiótica, un estilo sugestivo e