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sistema le recordaba al filtro del aceite en un vehículo de motor. El filtro del aceite se encuentra detrás del motor, al igual que la cavidad olfatoria. El aceite se desplaza directamente a la parte del filtro del aceite más posterior y luego regresa despacio al motor a través del filtro.9

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      Cuando un perro inhala, el aire se canaliza a lo largo de rutas distintas. La rápida corriente de aire (flechas grises) viaja hasta el epitelio olfatorio (la membrana mucosa olfatoria), mientras que la corriente de aire más lenta (flechas negras) se traslada hasta los pulmones. Un pliegue de tejido justo en el interior de la nariz ayuda a canalizar las dos corrientes de aire diferentes.8 Fuente: Brent Craven.

      En el fondo de la fosa nasal, también hay un epitelio olfatorio (la membrana mucosa olfatoria), que contiene genes para los receptores olfatorios (cada uno de ellos es una proteína producida por un gen específico) y las células receptoras olfatorias que absorben las sustancias odorantes. La membrana mucosa olfatoria se extiende en un laberinto de estructuras óseas llamadas cornetes nasales (turbinas) y está cubierta por millones de pelos diminutos llamados cilios (o pelos olfatorios), que son los que captan las sustancias odorantes. Cuando las sustancias odorantes gaseosas entran en contacto con la membrana olfativa, se disuelven en la capa de mucosa. Las sustancias odorantes deben disolverse en agua o grasa para atravesar el líquido en el que se encuentran los cilios y las células receptoras olfatorias reciben las sustancias odorantes en un estado disuelto.10 Las sustancias odorantes que se disuelven fácilmente, como el dinitrotolueno (DNT) o dinitro, se liberan en la parte frontal de la cavidad olfatoria, mientras que las sustancias odorantes moderadamente solubles o insolubles se distribuyen más homogéneamente en toda la cavidad olfatoria. Por tanto, el modo en que las sustancias odorantes se depositan influye en el reconocimiento de los componentes. Por consiguiente, la nariz del perro no parece que sea óptima para la detección de sustancias fácilmente solubles (como los explosivos), puesto que se absorben rápidamente al entrar en la fosa nasal.13

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      Las sustancias odorantes recorren la nariz y su estructura de tal forma que el perro dispone de un olfato sumamente efectivo. Cómo entran las sustancias odorantes en las fosas nasales y la existencia de la cavidad olfatoria en el perro, ubicada más al fondo de la fosa nasal, son dos factores importantes para su agudo olfato. La cavidad olfatoria más grande seguramente también aumenta la corriente de aire tanto para la inhalación como para la exhalación.11 La cavidad olfatoria está cubierta por un epitelio olfatorio (membrana mucosa olfatoria) que contiene receptores olfatorios.12 Fuente: Gary S. Settles.

      La composición de las sustancias odorantes determina si atraviesan los receptores olfatorios en la nariz, de un modo muy similar a la necesidad de usar la llave correcta para abrir la puerta de tu casa. La fórmula química y el patrón de vibración de las sustancias odorantes determinan su aroma. Algunas sustancias odorantes pueden tener fórmulas químicas muy similares y, no obstante, desprender aromas muy distintos.14 Puede comprenderse si se compara con nuestras huellas dactilares o nuestra identidad basada en el ADN. Después de haber pasado por los receptores olfatorios, las sustancias odorantes se trans-forman en una señal eléctrica que se desplaza a través del nervio olfatorio hasta el centro del cerebro, donde la información se interpreta.15 La nariz no puede identificar todas las sustancias odorantes. El oxígeno, el nitrógeno y el metano son inodoros.16

      La membrana mucosa olfatoria varía de una raza a otra, dentro de cada raza y con la edad. El pastor alemán tiene la mayor área de membrana mucosa olfatoria, que varía desde 96 cm2 hasta 200 cm2. Un cocker spaniel tiene un área de membrana mucosa olfatoria de 67 cm2, y el área de un cachorro de fox terrier puede alcanzar un mínimo de 11 cm2.17 Cuanto mayor es el área de la membrana mucosa olfatoria, mayor es el potencial para absorber señales olorosas débi-les.

      Un perro tiene 872 genes receptores olfatorios funcionales.18 En cambio, los humanos solo tienen 388.19 Si lo comparamos con otros animales, las ratas tienen 1.234 y los ratones 913 genes receptores olfatorios.20 El kakapo, un raro pájaro que se encuentra en Nueva Zelanda, tiene 667 genes receptores olfatorios en funcionamiento.21 En 2009, Stephanie Robin, una genetista de la Universidad de Rennes, en Francia, y sus colegas investigaron los genes receptores olfatorios de diferentes razas de perros y, basándose en su estudio, concluyeron que el labrador retriever y el pastor alemán tienen mucho más potencial como perros de búsqueda y rescate que los pequineses y los galgos.22 Se cree que el número de genes receptores olfatorios también influye en la capacidad del perro de diferenciar entre olores muy similares.23 El número de pseudogenes (un gen sin una función) también puede ser un factor determinante de la capacidad olfativa de una raza canina en particular. Cuantos más pseudogenes tiene un perro, más deficiente es su olfato. Un bóxer, por ejemplo, tiene un 20 % de pseudogenes, mientras que un caniche tiene un 18 %. Por tanto, asumimos que el olfato de un bóxer es inferior al de un caniche.24 En cambio, los seres humanos cuentan con un 67 % de pseudogenes receptores olfatorios.25

      La membrana mucosa olfatoria en la nariz de un perro cubre un área del tamaño de la superficie de la piel del perro, mientras que el área de la superficie en los humanos es del tamaño de un sello postal. El galgo es la raza de perro con más células receptoras olfatorias, ¡ni más ni menos que 300 millones!26 Los pastores alemanes tienen 220, el fox terrier 147 y el teckel (o perro salchicha) 125 millones de células receptoras olfatorias.27 El perro puede detectar sustancias odorantes en concentraciones muy inferiores (la cantidad de una sustancia en un volumen determinado de una solución o compuesto) de lo que podemos nosotros. Pueden oler algunos componentes con concentraciones que llegan a una parte por trillón (1 en 102) y eso es muy inferior a la cifra establecida para los seres humanos.28 Para hacerte una idea mejor de qué significa una parte por trillón, imagina que es la misma proporción que tres segundos en 100.000 años.29 Podemos ilustrar esto con otro ejemplo. Un gramo de ácido butírico contiene 7 x10 moléculas. Si las moléculas se distribuyen bien en todas las habitaciones de un edificio de oficinas de 10 plantas, solo podremos oler la sustancia en una de las habitaciones, Si el mismo gramo de esta sustancia lle-nara el espacio aéreo de toda la ciudad de Hamburgo, un perro desde el suelo podría detectarlo a una altura de casi 92 metros.30

       Factores que pueden influir en el resultado de la detección de olores de un perro

      Existen muchos factores que pueden influir en el resultado de la detección de olores de un perro. Puede tratarse de una cuestión de señales involuntarias por parte del dueño, qué ha comido el perro, cuánto ha dormido, su salud en general, cómo responde ante nosotros y si le gusta jugar y recibir una recompensa. Un entorno incómodo o estresante también puede influir en el rendimiento del perro. Y, por supuesto, el perro en particular también es importante. Existen grandes diferencias entre ejemplares de cada una de las razas.40 Los perros también pueden tener un mal día, como nosotros. Los perros jóvenes parecen tener mayor capacidad de aprendizaje. Cuanto mayor es el perro, más reducida estará su capacidad de rendir y aprender.41 En 2014, la estudiante de doctorado Lisa Wallis (y antigua alumna de licenciatura en las universidades de Telemark y Metropolitana de Manchester, en Inglaterra) dirigió un estudio en la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, Austria, en el que se descubrió que los perros en la pubertad (de uno a dos años) tenían una gran capacidad para el aprendizaje y el entrenamiento. De hecho, los perros a esta edad podían compararse con los adolescentes humanos: aprenden rápido y con eficacia siempre que se consiga atraer su atención, algo que no siempre es fácil.42 En lo que respecta al olfato también pueden detectarse diferencias entre sexos.43 Las hembras tienen mejor olfato que los machos,44 pero esta diferencia se reduce cuando la hembra está en celo.45 La curiosidad de las hembras también aumenta dependiendo del entrenamiento.46

       El olfato de un perro comparado con el de los seres humanos

      El

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