Скачать книгу

convocados a la sesión. Introducir documentos, informes o demás productos puede dispersar o condicionar sus opiniones, sometiendo la sesión a una predeterminación que no se corresponde con el objetivo del método Delphi, “que permite intercambiar opiniones entre las personas que participan de forma directa en el proceso de análisis e investigación”.

      Este apartado tiene como objetivo claro el distinguir los tipos de participación, sus objetivos, los elementos básicos con los que debe contar y, sobre todo, aclarar la diferencia entre la participación individual y asociativa como elementos diferentes de una misma realidad: la capacidad de los ciudadanos de desarrollar propuestas que, desde el ámbito personal, puedan convertirse en proyectos de carácter colectivo.

      4.1. Participación social y cultural. Una doble realidad: participación individual y participación asociativa

      En el seno de la participación social y cultural, podemos distinguir dos modos de actuación: por un lado, la que se lleva a cabo de modo individual, en cuyo eje central está la acción directa e individual de la ciudadanía; y en segundo lugar, la de tipo colectivo -que situamos en el ámbito de la participación asociativa, en este caso concreto la de carácter social y cultural-, que se asienta sobre una base organizada y grupal, colectiva.

       Forma participativa individual

      Como forma de participación individual podemos entender aquella que se lleva a cabo personalmente, sin ningún tipo de intermediación organizada-asociación o cualquier otro tipo de entidad, organismo o institución, sean estas de tipo público o privado-. Predominan en este apartado las que se llevan a cabo por medio de:

      1 La respuesta a consultas: referéndum, consultas populares, votaciones, etc.

      2 La participación en foros de debate, discusión o formativos.

      3 La que se plasma en respuestas a encuestas públicas.

      4 El ejercicio democrático del voto -que tiene su máxima representación en el sufragio libre, directo y secreto-.

      En cualquiera de estos ejemplos la participación tiene que, entre otros objetivos, mantener, mejorar, potenciar o someter a examen la situación de una determinada comunidad, pudiendo estar ligada a la toma de decisiones vinculantes o simplemente consultivas.

Image

       Recuerde

      La importancia de la participación -en el seno del tejido asociativo, como construcción de ciudadanía y como motor que impulsa el desarrollo de proyectos de carácter cultural- está ligada a la adquisición de compromisos concretos y a la búsqueda de mejoras y progresos para la asociación y para el resto de ciudadanos.

       Forma participativa asociativa

      Este tipo de participación necesita de la existencia de una estructura organizativa reconocible que permita, en base a las relaciones que a partir de la misma pueden establecerse, desarrollar el trabajo y los objetivos asociativos, tanto desde el punto de vista personal como grupal.

      La toma de decisiones, normalmente conjuntas y colegiadas, aspira a llevar a cabo objetivos que redunden en beneficio de la sociedad en su conjunto y en el de, obviamente, la propia entidad asociativa.

      Por tanto, una de sus características fundamentales reside en el compromiso colectivo organizativo y, en la mayor parte de los casos, sin ningún tipo de ánimo lucrativo más allá del que representa la propia pervivencia y funcionamiento de la entidad.

      Llegados a este punto es necesario hacer referencia a una cuestión: si la participación social y cultural -mediante la participación en asociaciones- es siempre sinónimo de participación social. En líneas anteriores se ha hecho una diferencia entre participación genérica y participación social, situando la diferencia entre ambas en la consideración de un hecho diferencial: su carácter de acción dirigida y orientada hacia el “beneficio de otras personas, de terceros”.

      Por tanto, es justo este elemento clave y necesario el que permite distinguir la participación en el ámbito de la cultura: la acción dirigida a terceras personas.

      La participación de forma esporádica en el seno de movimientos de carácter social o en redes de participación puede llegar a considerarse como una especie de forma mixta entre la participación individual y la colectiva, pero a la que le falta el elemento de estabilidad y organización.

image

       La más completa y compleja forma de participación grupal es, sin duda, la participación asociativa.

      4.2. Elementos básicos en la estrategia de participación: querer-saber-poder

      En el ámbito de la participación, y en el ámbito de la cultura con más argumento, deben establecerse tres elementos necesarios e imprescindibles, que tienen autonomía por sí mismos pero que también pueden ser considerados como interdependientes, para que dicha estrategia de participación sea creíble y posible: Querer-Saber-Poder.

       Querer

      Estamos ante la actitud que desemboca en la motivación y el compromiso. La motivación está representada por la voluntad de participación, y se puede desarrollar como resultado de necesidades personales, de un proceso reflexivo, o de un proceso de práctica predeterminada.

      En el compromiso, por su parte, podemos encontrar razones personales de diferentes tipos: ideológicos, intereses materiales, satisfacción personal o colectiva o, sencillamente, pertenencia o identificación con problemas concretos de un grupo.

       Saber

      Este elemento engloba las habilidades sociales y participativas, los conocimientos técnicos y profesionales, la experiencia en la participación y desarrollo de proyectos y actividades, la recogida y el procesamiento adecuado de la información, en definitiva, la capacidad para aunar conocimientos teóricos y prácticos.

      El saber, en el marco de la estrategia de participación, lleva aparejada la capacidad para elaborar razones, argumentos, definiciones de problemas y aportación de soluciones, resolución de conflictos, etc.

      Este proceso de formación del “saber” supone tener aquellas habilidades que hacen posible pasar de la mera queja o protesta, de la mera identificación de una necesidad al ejercicio responsable como ciudadano que participa activamente en el movimiento asociativo -corresponsabilidad social- y a la adopción de medidas, propuestas y proyectos que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos mediante la potenciación de los elementos culturales.

       Poder

      Se trata de la capacidad personal, la habilidad para percibir el entorno, las herramientas e inventarios culturales para ponerlos al servicio de una entidad concreta. Las capacidades personales deben ser reales y percibidas o sentidas por el entorno asociativo.

      El poder debe estar basado en realidades, no en conjeturas; debe plasmarse en acciones concretas y no en meras hipótesis; ha de dar paso a la acción y no solo a la teoría o la simple investigación de campo.

Image

       Actividades

      6. En el ámbito estratégico de la participación asociativa, exponga un ejemplo razonado de los elementos Querer-Saber-Poder.

      Sobre la base de todos los aspectos descritos, podemos establecer tres fórmulas o estrategias de participación:

Скачать книгу