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Por ejemplo, hay que pensar si se puede hablar realmente de la sociedad del siglo XXI y de sus síntomas; sobre todo, si ello excluye a los colectivos que luchan contra el ethos general y generalizante. Además, es necesario explorar la caracterización que hace Han sobre nuestro mundo cuando se centra en esferas particulares. En nuestro caso, la educación.

      Este libro es una compilación de escritos que, desde la filosofía, la sociología y la pedagogía, refieren a nuestra cultura a partir de las ideas del pensador coreano. El foco está, por un lado, en los retos particulares de nuestro contexto y, por otro, en la problemática de la educación. La primera parte recopila disertaciones políticas, en especial sobre psicopolítica, con las que nos interrogamos hasta qué punto el modelo de sociedad del siglo XXI describe las culturas latinoamericanas. En la segunda parte, desde el marco de la pedagogía, se recogen estudios de diez autores, quienes, como educadores y teóricos de la educación, nos dan luces para entender la formación como lugar para la transformación de una sociedad del rendimiento hacia una en la que se acepte la negatividad como parte esencial de la vida.

      En el capítulo inicial de la compilación, encontramos el estudio de Hernán Ferney Rodríguez García y Carlos Valerio Echavarría G., quienes hablan del sujeto de este modelo social y de las lógicas del mercado. Por ello, vinculan la propuesta de Han con la perspectiva de Heidegger para explicar que hay una crisis civilizatoria cuando se considera al Dasein un objeto de producción. A su vez, relacionan la maquinización del ser, de acuerdo con Heidegger, con el síntoma de agotamiento y fragilidad del que refiere Han.

      En el último apartado de esta primera parte, nos encontramos el capítulo Depresión y formas de negatividad en la era global, en el que María Clara Garavito y Germán Bula reflexionan sobre la enfermedad del siglo XXI: la depresión. A partir del libro La expulsión de lo distinto de Han, los autores indagan sobre la relación entre la psicopatología y la pérdida de negatividad en interacciones sociales. Ambos se preguntan, desde una perspectiva crítica, si la cura a la enfermedad de nuestro tiempo pasa por demonizar la tecnología o si, en el contexto de la tecnología misma, podemos encontrar formas de conexión social que abracen la negatividad perdida. Finalmente, Garavito y Bula cuestionan si este filósofo no se reduce a pensar la sociedad del primer mundo; es decir, ellos se preguntan si lo que Han define como sociedad del siglo XXI describe culturas como la latinoamericana o si, dentro de ellas, no operan otras formas de negatividad no tomadas en cuenta por el escritor coreano.

      La segunda parte inicia con un capítulo de Hernando Arturo Estévez Cuervo respecto al vínculo entre educación, sociedad y política. Su tesis se basa en que la educación no puede desarraigarse del contexto social y político en el que se encuentra inmersa y de cuya constitución es partícipe. Desde la teoría crítica, vincula las prácticas educativas y la posibilidad de pensar la civilización del futuro en colectivo, al salirse del orden establecido.

      En La pedagogía de mirar, Sandra Sandoval Osorio presenta una perspectiva sobre aquello que define el deseo de saber. Tradicionalmente, se considera que el asombro es la clave del interés por el conocimiento. Al contrario, Sandoval entiende el mirar y, con eso, la contemplación, como las claves de la interrogación de la realidad. De esta manera, las prácticas pedagógicas deben fomentar el arte de demorarse, el cual, para Han, determina la vida contemplativa.

      En la misma línea, Yulieth Nayive Romero Rincón aborda la distinción entre la vida activa y la contemplativa. Mientras que la primera es la experiencia de la cotidianidad, con sus afanes y sus tiempos límite en los que se organizan las actividades, la segunda se asocia al arte de demorarse, es decir, a la práctica de tomarse el tiempo para reflexionar y pensar sobre lo construido. Al tomar como punto de partida las prácticas docentes en el proceso formativo, la autora sugiere que fomentar la vida contemplativa, en el entorno de formación, es un punto de partida para el análisis permanente, el cambio, la transformación y la innovación.

      Dora Manjarrés Carrizalez expone, a continuación, sus reflexiones en el ámbito de la formación, a propósito del concepto de sociedad de la transparencia de Han, en la cual todo es mercancía (incluso las relaciones entre individuos), así como todo está expuesto y disponible. El afán por la transparencia permea la educación, la cual juega un papel en el orden socioeconómico, al hacer del conocimiento una mercancía. También, antes de negar el papel de las nuevas tecnologías en el entorno educativo, la escritora resalta el papel revolucionario del docente como mediador entre el estudiante y la tecnología, de modo que esta sea abordada de forma crítica.

      En Vivir juntos: retos de la educación en la era del enjambre digital, Stephanny Parra Ordóñez de Valdés analiza el paso de la cultura de control, estudiada por Foucault, al de la psicopolítica digital. Según Han, esta última se caracteriza porque el poder interviene en la psique individual a través de las redes sociales, con lo que el control no se ejerce externa sino internamente. Este nuevo paradigma cuestiona la educación tradicional, también descrita por Foucault como el lugar de vigilancia y control. En este contexto, ahora la vigilancia ocurre a través de los dispositivos electrónicos. En este orden de ideas, la autora propone repensar la escuela como el lugar de las imágenes poéticas, las narrativas y las artes, al ser espacios de reflexión, crítica y conocimiento. Con esto, se cuestiona que la escuela sea un espacio exclusivo para el cultivo de la razón en términos de adquisición de información desituada, desde modelos educativos que justifican el exceso de vigilancia en función de unos logros predeterminados.

      Por su parte, Juliana León Suárez debate sobre el arte contemporáneo a partir de La salvación de lo bello de Han. El arte, como otras dimensiones de lo humano, se ve enmarcado en la era digital por lo transparente, asequible, visible y ha perdido el lugar del misterio, del secreto, del encanto. Por esta razón, ella plantea una didáctica de lo bello desde la valoración de la escucha, al ser el sentido en el que se deberían enmarcar las relaciones enseñanza-aprendizaje, en un ámbito formativo por fuera de la sociedad de la positividad. Con esto, en las prácticas pedagógicas, se privilegia el acto de escuchar sobre el ver, que parece el sentido dominante de la sociedad del consumo. La pregunta central que guía el texto es: ¿cómo formar-se en y desde la escucha para ser escuchante?

      En Amor, deseo y educación: una tensión necesaria, Ángela Virginia Neira Uneme diserta sobre estos sentimientos en las prácticas pedagógicas, según el texto La agonía del Eros de Han. La educación desde el eros, es decir, desde el amor, puede superar el narcisismo individual, porque permite la apertura a lo distinto. Además, la autora contextualiza sus reflexiones en las prácticas pedagógicas latinoamericanas y colombianas, a la vez que propone pensar cómo se puede invitar a desear el deseo en el aula.

      Lila Adriana Castañeda Mosquera cierra esta parte del libro con un capítulo dedicado al tiempo, la música y la educación desde diferentes enfoques y a partir del texto El aroma del tiempo de Han. Inicialmente, indaga por el tiempo en la sociedad del rendimiento, tal como es definida por el filósofo. En un segundo momento, plantea que, a través de la música, se puede lograr una sincronía con uno mismo (mientras se evade la temporalidad acelerada actual). Finalmente, explora la relación entre música y la alteridad, al entender la primera como punto de encuentro intersubjetivo, más allá del intercambio de información.

      En su conjunto, esta segunda parte constituye un intento de recrear y transformar el pensamiento de Han, en el contexto educativo de Colombia y América Latina. Compartimos con él la comprensión de la cultura como un enorme palimpsesto en el que la recontextualización revitaliza los productos culturales (Han 2016c).

      Desde una perspectiva alternativa a la que predomina en esta compilación, Guillermo Bustamante Zamudio concluye con un epílogo en el que hace una crítica de la obra del filósofo coreano. De acuerdo con Bustamante, como escritor de moda, Han no dice nada nuevo. Es, en sí, un producto

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