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      Puede que aquello haya sido fantasía. Puede que haya sido real. “Siempre me criticaron por los cadáveres que publicaba. Llegaron a decir que Crónica ‘chorreaba sangre’. Bueno, ahora nos copian todos los noticieros y desde hace décadas los otros diarios. Si hasta Ámbito Financiero pone muertos en portada. ¡Lo mandan a cuatro columnas, con la sangre en colores. Una maravilla!”, expone García a modo de descargo.

      Firme junto al pueblo es la marca identitaria con la que moldeó a todas sus empresas. “A la gente hay que darle lo que quiere. Si uno como periodista respeta esa regla de oro, es imposible fracasar. Yo no reniego de mi gusto por lo popular”, sostiene. Y con esa premisa revolucionó el periodismo televisivo cuando en enero de 1994 lanzó Crónica TV. Allí, a su modo, anunció antes que nadie el suicidio del empresario Alfredo Yabrán, el trágico accidente de un avión de LAPA en el Aeroparque Metropolitano y la muerte de Carlos Menem Junior, por citar solo algunas de sus innumerables primicias.

      Una programación imprevisible, como la realidad. Último momento. Espectacular tiroteo en villa de San Martín. Hay un policía muerto y otro herido. Recibieron balazos de Fal en el pecho. En estos momentos, infernal tiroteo, anuncian los títulos catástrofe. En breve otra información relegaba a la anterior: “Lita” de Lázzari renunció a Liga de Amas de Casa. Y más tarde: Lanús Este. Desesperada búsqueda de un pibe de 13 años. Así era todo el tiempo.

      “Somos el receptáculo de cuanta cosa rara pasa en el país”, dirá García sin ruborizarse. Y con el mismo semblante aprobará publicar una placa negra en señal de luto para dar por muerto a Diego Armando Maradona un día en el que el rumor sobre el fallecimiento del astro del fútbol sonó fuerte. Y ahí quedó. En el corrillo que nadie confirmó y que Crónica TV largó primero sin disculpa alguna después.

      Presentadores del canal tuvieron que negociar en vivo con los delincuentes que tomaban rehenes en un edificio del Conicet, alertaron sobre la presencia de un “enano fantasmagórico” que aterraba a los policías de un pueblo de Catamarca, repitieron hasta el cansancio los recitales de Sandro y cada vez que podían recordaban cuántos días faltaban para la primavera.

      La clave de Crónica ha sido el modo en el que anunciaba las noticias. Lo hacían con desfachatez, sin filtros y en algunas ocasiones, al límite. Cortó por lo sano, escribió el redactor que debió titular las novedades del juicio a Lorena Bobbit, el caso que escandalizaba al mundo en el verano del 94. La mujer, hastiada ante el maltrato y las infidelidades de su esposo, lo había atacado mientras dormía y le cortó el pene. Arráncame la vida, apuntaron en otra placa.

      En 2006 Córdoba fue la sede de un certamen para elegir a la Reina Nacional Gay. Competían mujeres trans de varias provincias. Ni bien trascendió el nombre de la nueva reina y las princesas, el cartel rojo anotició: Miss Gay 2006. Participaron miembros de todo el país.

      Estamos hablando en pasado porque el canal cambió de manos hace un par de años y la ausencia de García se nota en la pantalla y también detrás. Así y todo hay quienes se esfuerzan por mantener el espíritu de la señal y apelan a la ironía hasta en las coberturas políticas. El 30 de octubre de 2017, mientras el presidente Mauricio Macri anunciaba un plan de reformas, Crónica observó: El discurso más largo de Macri. Van 42 minutos.

      Y en el último Mundial de fútbol, ante la inesperada eliminación de Brasil, derrotado por Bélgica 2 a 0 en cuartos de final, titularon: Rusia 2018. Alto belgazo. Brasil afuera. El seleccionado carioca era uno de los claros favoritos hasta que se topó con el equipo de Hazard y Lukaku.

      Los seguidores de Crónica TV festejan ese humor ácido y hacen circular por las redes sociales las capturas de pantalla con imágenes de las placas “más divertidas”:

      – Asaltan, golpean salvajemente a anciana y le comen la pastafrola

      – Pistolón en mano, ladrón asaltó un hotel alojamiento: acabó tras las rejas

      – ¡Lo que te devoraste Marcelo Araujo! El relator cruzó mal y resultó embestido por ciclista

      – Cordobés quiso anotar a su hijo recién nacido con el nombre “Lucifer”: lo mandaron al diablo

      – Otro caso Cocoon. Abuela yanqui de 69 años practica 10 horas por día de videojuegos; su nieto afirmó que es su ídola

      Y mientras otros noticieros presentaban investigaciones periodísticas sobre casos de corrupción en el Estado o revelaciones obtenidas con cámaras ocultas, Crónica sorprendía con informes especiales únicos: Las tragedias de nuestros famosos, La Cuba de Fidel o el “revelador” (tal como lo promocionó el propio canal) ¿El tamaño importa?, una serie de entrevistas a médicos y especialistas sobre el “órgano masculino más importante”.

      El 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas en Nueva York y causaron pánico en todo el mundo, Crónica anotició a sus televidentes, todavía shockeados: En la quiniela matutina de provincia salió el 56: la caída. En la matutina nacional salió el 86: el humo. Sonó absurdo y casi de mal gusto que publicaran el resultado de las loterías cuando todavía no estaban claros los motivos ni las consecuencias trágicas del ataque terrorista.

      Crónica TV es como el mate y el dulce de leche, resume una de las placas icónicas de esta señal. Así de argentina es. Tanto que no oculta su chauvinismo al celebrar el Día de la Tradición o al homenajear a Manuel Belgrano en el Día de la Bandera. Y qué decir de la Marcha de las Malvinas que sonaba cada 2 de abril mientras un cartelón reafirmaba Las Malvinas son argentinas.

      Otro hito –polémico– de Crónica TV en sus veinticinco años de historia es haber mostrado una muerte en directo. Fue el 21 de noviembre de 2008 cuando el excomisario tucumano Oscar “Malevo” Ferreyra, al verse rodeado por la Gendarmería, se pegó un tiro en la cabeza. Acusado por un asesinato y una violación durante la dictadura cívico-militar, el Malevo estaba dispuesto a todo para evitar ir preso. Y se suicidó. Se mató frente a una cámara de Crónica TV, imagen que el canal reiteró decenas de veces mientras destacaba la “exclusividad” de la escena tremenda, impresionante.

      Un episodio similar había ocurrido en 2002 cuando un hombre se disparó en vivo en la recepción de Crónica TV tras relatar su drama durante casi dos horas. Víctor Hugo Robles había llegado muy angustiado a Riobamba 280 después de ser abandonado por su esposa. Detallaba pormenores de su crisis conyugal hasta que, según los testigos, “se le escapó” una bala del arma con la que amenazaba quitarse la vida. Terminó malherido, trasladado de urgencia a un hospital cercano y sin lograr ser correspondido por la mujer.

      También se destacaron en la ecléctica programación de esta señal las carreras de turf, las respuestas a jubilados y pensionados, un espacio sobre astrología y horóscopo, las entrevistas bizarras de Anabela Ascar y un micro dedicado a las mascotas conducido por el médico veterinario Juan Enrique Romero: Pórtese bien, sea animal.

      Y no hubo otra empresa periodística que haya confiado a dos muñecos de peluche la conducción de un segmento informativo como ocurrió aquí, todas las tardes durante años, con las entrañables marionetas Carozo y Narizota. Estamos, definitivamente, ante una rareza.

      En las páginas que siguen se cuenta el “detrás de las primicias”. La historia de un hombre apasionado por el periodismo que dedicó su vida a esta profesión sin haber pasado por la facultad, orientado por su intuición y observando con certeza el interés de las masas.

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