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heredaría agallas de hierro, un carácter firme y la habilidad de tener mucho cuidado de lo que dice.

      Iván y Tamara añorarán Rusia durante toda su vida. Ellos entendían que nunca más volverían a verla. En cuanto se abrieron las fronteras, Inna iría de inmediato a la patria de sus antepasados, a su patria. Encontraría a sus familiares: a sus primos y primas. Es increíble, pero después de medio siglo de vida, los caminos de Inna y Yuri se cruzarán nuevamente de la forma más extraña, ya en México.

      Durante el interminable periodo de 641 días de ocupación de Járkov, la grandísima ciudad industrial con un millón y medio de población perderá a más de tres cuartas partes de sus habitantes...

      Finalmente, en enero de 1942 el curso de la guerra llegó al momento decisivo. El ejército soviético detuvo por fin la ofensiva de los alemanes. Se puede imaginar con qué tensión los habitantes de los territorios ocupados observaban el desarrollo de las operaciones militares y esperaban el regreso del ejército soviético.

      El 12 de mayo de 1942, las tropas del frente suroccidental, bajo el mando del mariscal Timoshenko, intentaron liberar Járkov. Desafortunadamente, este intento no estuvo bien preparado y fracasó. La ofensiva de las tropas soviéticas se había terminado el 30 de mayo de 1942 con la derrota de tres ejércitos de tierra de los frentes suroccidental y sureño. El culpable era Stalin, que había negado la petición del consejo militar del frente de parar la ofensiva a tiempo.

      El primer intento de la familia Knórosov de atravesar la línea del frente en 1941 no tuvo éxito. Pero Yuri y su madre estaban dispuestos en cualquier momento a intentar pasar de nuevo hacia los suyos y dirigirse al Oriente. Planeaban hacerlo en cuanto los ejércitos de tierra soviéticos aparecieran en Yúzhnoye. Pero, en mayo de 1942, esto no sucedió. Lo único que quedaba era apretar los dientes y aguantar a los descarados alemanes.

      Mientras tanto, para dar ánimo a su madre, Yuri había restaurado con sus propias manos el cofrecito quebrado por los alemanes: arregló los cuatro candados secretos, selló las paredes de madera e incluso, de forma totalmente desapercibida, unió el revestimiento metálico. En pocas palabras, la mirada más quisquillosa no hubiera podido notar ningún defecto en el viejo cofrecito mercader. Es increíble, pero todos los candados secretos funcionan hasta la fecha.

      Entretanto, Valentín Knórosov seguía atentamente los informes de Járkov. A finales de abril de 1942 lo enviaron a la ciudad de Vorónezh para organizar trabajos de reconstrucción de las fábricas. El hecho es que el heroico Vorónezh, que se encontraba a 500 kilómetros de Moscú y tapaba la capital, se encontraba constantemente en línea de combate.

      En el siglo xvi, las fronteras del Estado de Moscú sufrían incursiones constantes desde el sur. No es casual que en 1571 el boyardo Mijaíl Vorotynski hubiera organizado un servicio especial de guardia para la defensa de los terrenos desde el sur hacia la capital: los territorios de las regiones actuales de Oriol, Kúrsk, Bélgorod, Járkov, Lugánsk, Lípetsk y Tambóv. Tropas de caballería patrullaban regularmente los alarmantes territorios por una ruta exacta. En verano, que era la temporada más peligrosa, además se organizaban los puestos de guardia especiales. El más grande era el puesto en un lugar estratégico cerca de Bogaty Zatón. No es casual que precisamente en este sitio pronto hubiera surgido la fortaleza de Vorónezh. Se conservó el documento que indica el significado especial que tenía Vorónezh para la defensa de Moscú: «Por la orden del zar y gran príncipe Fiodor Ivánovich de toda Rusia y por el veredicto de los boyardos del príncipe Fiodor Ivánovich Mstislavski con compañeros en Sosna, se ordena establecer la ciudad de Livny, que debe ubicarse a dos días antes de llegar hasta Oskol, y se ordena establecer la ciudad de Vorónezh en Don, a dos días antes de llegar a Bogaty Zatón…

      Así que el 5 de julio de 1942 los alemanes atacaron, rompieron las defensas del frente de Briansk y se acercaron a Vorónezh, tomando su parte de la orilla derecha el 6 de julio. Valentín Dmítrievich, junto a los trabajadores del grupo operativo, fue obligado a evacuar urgentemente a la ciudad de Kúibyshev. Poco después, de ahí lo enviaron en una misión a la ciudad de Tashkent.

      Ni su esposa ni Yuri sabían nada acerca del destino del jefe de la familia… Pero tenían fe de que estaba vivo. Tenían fe de que seguramente huirían de los alemanes y lo encontrarían. Tarde o temprano… Por lo tanto, no dejaban de intentar atravesar la línea de combate.

      El siguiente intento más exitoso de liberación de Járkov por las tropas soviéticas se realizó un año después, en febrero de 1943. Después de que el mariscal de campo Von Manstein retiró el grupo de los ejércitos Don, del 14 al 16 de febrero de 1943 las tropas soviéticas ocuparon Járkov. Sin embargo, del 15 al 23 de marzo, Von Manstein logró hacerlas retroceder y nuevamente ocupó la ciudad hasta agosto de 1943.

      Pero, esta vez, en cuanto Yuri, su madre y su hermana notaron la retirada de las tropas soviéticas, lograron salir junto con las tropas atravesando la línea de combate y llegando a la retaguardia.

      De este horrible periodo de estancamiento en la vida de Yuri Knórosov queda muy poca información. Principalmente, unas breves líneas de autobiografía escritas con su pequeña letra pulcra:

      …En septiembre de 1941, fui movilizado para la construcción de las instalaciones defensivas militares y enviado a la región de Chernígov. Debido al rápido movimiento del frente, nuestro equipo de construcción fue aislado de otras tropas y se dispersó por el territorio ocupado. Después de lo sucedido, comencé a dirigirme hacia Járkov. Hasta febrero de 1943, viví en el pueblo Yúzhnoye, de la región de Járkov. Pasaba la mayor parte de mi tiempo vagando por la región de Járkov y Poltáva, escondiéndome de la movilización y consiguiendo alimentos para mi madre anciana (60 años). En febrero de 1943, la localidad donde vivía fue liberada por unos días. Cuando nuestras tropas se retiraban, junto con mi madre me dirigí a la región de Vorónezh después de pasar la línea del frente y sus alrededores…

      ¿Qué había detrás de estas breves frases cautelosas, donde cada palabra estaba redactada con una precisión increíble? ¿Qué sucedía en aquellos meses dramáticos desde febrero hasta octubre de 1943? Se sabe que durante un tiempo él había dado clases a los niños que quedaban en una escuela prácticamente vacía. Los alemanes no estaban en contra de esto. ¿Qué materia impartía? ¿Historia?

      Después de haber cruzado el frente, Yuri primero «legalizó» su estado.

      Para Yuri, la «legalización» consistía en ir a la oficina de reclutamiento en el pueblo Staraya-Kriusha y rogar a la comisión que lo enviara al frente. Pero todo era en vano. Su estado de su salud, incluso en los momentos tan dramáticos de la guerra, se había convertido en un obstáculo insuperable. El joven Knórosov no podía participar en operaciones de combate ni en el servicio militar de la retaguardia. Yuri recibió una instrucción: trabajo de maestro en una escuela. Él, siendo hijo y hermano de oficiales, veía esta situación como una burla humillante. Pero no podía elegir.

      …La oficina de reclutamiento del pueblo Staraya-Kriusha nuevamente me declaró no apto para el servicio militar por cuestiones de salud. Entré a trabajar como maestro a la escuela de pueblo Fomenkovo…

      Mientras tanto, él trataba de encontrar a sus familiares, así que escribe una carta a su hermano Borís que, según él, se encontraba en aquel entonces en la ciudad Samarcanda:

      24 de marzo de 1943.

      ¡Hola, Borís! Actualmente mi madre y yo nos encontramos en la estación Buturlínovka, por el río Don; de aquí pensamos dirigirnos a Penza. Salimos de Járkov el 9 de marzo de 1943. No hemos podido comunicarnos absolutamente con nadie. Si sabes dónde está papá, telegrafía inmediatamente o escribe a la ciudad de Penza, a los correos, a la lista de correos. Si no sabes, de todas formas escribe a la misma dirección. Estamos vivos y salvos; esperamos que también lo estés. Te mandamos saludos a ti y a tu esposa.

      Yuri Knórosov

      P. D. Si esta carta llega a las manos de otra persona, pido que informe adónde se ha dirigido o dónde se encuentra el destinatario.

      Yuri no tenía la menor intención de evacuarse. Por lo visto, de alguna u otra manera contaba con ir al frente. Además,

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