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con una beca, sino que también les concedió el alojamiento en la residencia estudiantil! Según los recuerdos de estos suertudos, la señora Manuilskaya estaba sentada en un «enorme despacho con techos de estuco» y era una «mujer muy atenta». Pero en el caso de Yuri Knórosov todo fue muy diferente. Por cierto, desde entonces la percepción de Knórosov por parte de los demás se convirtió prácticamente en una prueba particular de personalidad. En su vida había personas que desde el principio lo percibieron tal y como era, y siempre le ayudaron en la medida de sus posibilidades, incluso a pesar de que Knórosov a veces tenía una actitud atroz hacia ellos. Estos eran amigos. También había quienes a primera vista por dentro no lo soportaban, aunque a veces trataban de fingir que lo «apreciaban mucho». El tiempo ha demostrado que afortunadamente en la vida del genio de la ciencia siempre hubo más amigos honestos que «apreciadores» hipócritas. Así era Manuilskaya.

      Frente a esta situación inesperada, el padre de Yuri, el coronel Valentín Knórosov, que se orientaba perfectamente en las intrigas institucionales, no se resignó al rechazo ilícito de su hijo, y decidió aplicar, como lo llamarían ahora, un recurso administrativo. Para empezar, buscó hablar por su cuenta con el decano de la Facultad de Historia. Y el muy bondadoso profesor Skazkin volvió a confirmar su consentimiento para aceptar la admisión de Yuri a la Facultad. Además, Serguei Danílovich conocía perfectamente a Manuilskaya y les dio un muy buen consejo: escribir una carta dirigida directamente al rector. En aquel tiempo, en 1943, el puesto de rector lo ocupaba Alexey Serguéevich Butyaguin, quien estaba totalmente inmerso en regresar a la Universidad de la evacuación. Además, en ese momento Butyaguin tenía otro dolor de cabeza: después de escándalos familiares y bajo la presión de su padre, a la Facultad de Historia ingresaba la hija incontrolable del jefe de todos los pueblos Iósif Stalin.

      El texto de la carta dirigida al rector permite suponer que Valentín Knórosov la había entregado en un encuentro personal:

      Al Rector de la Universidad Estatal

      M.V. Lomonósov de Moscú

      Al profesor Butyaguin A.S.

      A finales de septiembre de este año mi hijo Yuri Valentínovich Knórosov solicitó su admisión al tercer curso de la Facultad de Historia.

      Él finalizó dos cursos de la Facultad de Historia de la Universidad Estatal de Járkov.

      En esa solicitud, el decano de la Facultad de Historia, el profesor Skazkin, puso su resolución: «Al orden, pido inscribirlo al tercer curso».

      En la misma solicitud se puso otra resolución: «Rechazar, E. Manuilskaya».

      Desconozco las razones del rechazo; por lo tanto, como padre, me dirijo a usted con la petición de solicitar la integración de mi hijo Yuri al tercer curso de la Facultad de Historia. Él es un estudiante excelente. Además, en la cita personal con el profesor S. D. Skazkin, que se llevó a cabo el 16 de octubre de este año, él ha confirmado nuevamente su acuerdo con la inscripción de mi hijo al tercer curso de la Facultad de Historia.

      Permítame esperar que de su parte el problema también sea resuelto en un sentido favorable.

      Adjunto la solicitud de mi hijo escrita el 5 de octubre de este año.

      Jefe del departamento de refractarios

      gestión de fábricas de materiales de construcción nkps

      (Comisariado Popular de Vías de Comunicación de la URSS)

      Knórosov

      «…..» octubre de 1943

      El rector Alexey Sergéevich Butyaguin dirigía la mgu desde 1934. Originalmente estaba asignado para el puesto de «director». Es curioso, pero incluso en 1939 no existía el puesto de rector como tal. La guerra introdujo algunos ajustes considerables en la vida regular de la universidad. El 23 de junio de 1941, el rector firmó una orden relativa a la reconstrucción del trabajo científico y académico «debido a la situación militar» y pronto comenzó la evacuación. Sin embargo, en febrero de 1942, A.S. Butyaguin, por alguna razón desconocida, repentinamente fue destituido de su puesto; pero en enero de 1943 lo restituyeron para comenzar los preparativos del regreso de las facultades de la evacuación, de Sverdlovsk a Moscú.

      Al parecer en la Moscú en estado de guerra, al coronel Knórosov no se le dificultó ir a ver a Butyaguin y encontrar con él un lenguaje común. Ambos eran casi de la misma edad, habían recorrido el mismo camino de gerentes militares, y ambos organizaban la evacuación. No es sorprendente que, para Alexey Serguéevich, la opinión del profesor Skazkin hubiera superado el fervor administrativo de E. Manuilskaya, y llegó a ser un argumento de peso para inscribir a Yuri Knórosov a la Facultad de Historia. Sin embargo, se le permitió estudiar pero siempre «perdiendo un año»; es decir, lo mandaron a repetir el segundo año. Al parecer era la reverencia necesaria dirigida a la rencorosa jefa del despacho lujoso con molduras. Pero como a Yuri no lo habían aceptado para ir al frente, ya no le importaba este detalle, pues era de nuevo un estudiante. Por el momento, se podía hospedar en casa de su hermano. En aquel tiempo y mucho después, para la gente de Moscú y Leningrado era muy común alojar constantemente en sus pequeños apartamentos a los parientes y amigos, o simplemente a los conocidos que venían de las provincias.

      Desde aquel instante, la historia con la «señora feroz» Manuilskaya hizo que el proverbio «No hay bestia más terrible que un gato» llegara a ser uno de los favoritos de Knórosov.

      Facultad de Historia

      Durante los años de la guerra, en la mgu surgió un fenómeno bastante importante para el destino de Yuri Knórosov y poco notado por los demás en aquel entonces. El historiador Borís Fiódorovich Pórshnev se convirtió en el profesor de la Universidad Estatal de Moscú. Esto sucedió en 1941 casi por accidente. Cuando los alemanes se estaban acercando, la Facultad de Historia de la Universidad Estatal de Moscú fue evacuada: primero a Ashjabad, y de allí a Sverdlovsk. En diciembre del mismo año, en Ashjabad, durante la evacuación a la matriz de la Facultad de Historia de la mgu, «regresó» el Instituto de Historia, Filosofía y Literatura de Moscú (mifli, por sus siglas en ruso).

      Parecería una fusión administrativa más que no tenía nada que ver con Yuri Knórosov, que se encontraba en ese momento en Yúzhnoye, ocupado por los alemanes. Pero subrayemos que, gracias a esta reforma que no le interesaba a nadie en los difíciles años de guerra, el profesor del mifli Borís Fiódorovich Pórshnev se convirtió automáticamente en profesor de la mgu. Así fue como, de manera inesperada, Pórshnev quedó en la estructura de la Facultad de Historia; y, siendo medievalista, no podía dejar de lado al profesor Skazkin.

      Pórshnev Borís Fiódorovich. No es casualidad que oficialmente se lo nombre como «historiador y sociólogo soviético». Nació en 1905, en San Petersburgo. Su padre era ingeniero químico y gran aficionado de las ciencias naturales. Al parecer, él también asistía a las conferencias públicas de Béjterev y sus seguidores, y aplicaba ese complejo enfoque científico a la hora de criar a su hijo.

      En 1922, Pórshnev comienza a estudiar en la mgu, en el departamento pedagógico y social de la Facultad de Ciencias Sociales. Estudia historia y psicología, se aficiona a la patopsicología y la psiquiatría, la lingüística y la psicolingüística. Paralelamente, estudia en la Facultad de Biología. Cinco años después se le otorga el título de historiador. No se preocupa por obtener el título de biólogo. Sin embargo, más tarde, cuando sus ideas y sus descubrimientos en el área de la fisiología acerca de la actividad nerviosa superior y la zoología evolutiva sean rechazados y ridiculizados, comprenderá el precio de su error.

      Formalmente, Pórshnev se dedica a estudiar la Edad Media europea. Sin embargo, en realidad, el objetivo de sus investigaciones tenía que ver con la búsqueda de las leyes universales del desarrollo de la sociedad humana. «Aquel que estudia solo un punto determinado del pasado

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