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más preciso que los realizados con anterioridad (estimación de velocidad, saltos realizados, etc.) como indicador de la intensidad de ejercicio en baloncesto. Igualmente, utilizando este indicador se puede llegar a estimar una relación directa entre la FC y el consumo máximo de oxígeno (O2 máx) entre intensidades del 60% al 90% del O2 máx, lo que, según Gilman (1996), puede llegar a determinar que ciertos rangos de la FC son marcadores de la intensidad en entrenamiento y competición.

      Pero aunque es posible llegar a establecer una relación entre FC y O2 máx. a intensidades submáximas, en actividades intermitentes de alta y media intensidad no está suficientemente demostrada esta relación con datos científicos. Como indica MacLaren (1990), aunque se llegue a establecer una relación entre el O2 máx, y la FC en laboratorio, dicha relación no tiene por qué mantenerse en los mismos parámetros cuando los esfuerzos realizados en entrenamiento y competición son considerablemente diferentes a los analizados en ergómetros no específicos (tapiz rodante, cicloergómetro).

      Algunos de los trabajos más importantes con deportistas en baloncesto utilizaron a mujeres como sujetos de estudio en categoría universitaria (Beam y Berill, 1994; Higgs et al., 1982; McArdle et al., 1971). Todos ellos obtuvieron conclusiones muy parecidas; la media de la FC durante los períodos de actividad de un partido de féminas se encuentra entre 169 y 182 pulsaciones/min.

      Buteau et al. en 1987 investigaron la respuesta cardíaca en competición con jugadores cadetes franceses, en la que observaron que la FC media de los jóvenes deportistas oscilaba en torno a 170,3 pulsaciones/min. En dicho estudio no diferenciaron las modificaciones de la FC en ambos tiempos de juego.

      López y López analizaron en 1997 la FC en competición en 15 jugadores cadetes. Las medias de FC alcanzadas durante la competición fueron de 188 pulsaciones/min. Por puestos, las medias más altas correspondieron a los jugadores interiores (190 pulsaciones/min), seguido de los bases (189 pulsaciones/min) y los aleros (185 pulsaciones/min).

      En una reciente investigación (datos no publicados) realizada por nuestro equipo de trabajo (Calleja et al., 2007), en un grupo de jugadores júnior de categoría internacional que vivía en régimen de concentración permanente, encontramos datos muy parecidos a los expuestos por López y López en el año 1997. Con una media de FC máx de 193,9 pulsaciones/min. Por puestos también existen diferencias significativas de las medias del base (198,11 pulsaciones/min) con respecto al pívot (196 pulsaciones/min) y alero (196,29 pulsaciones/min).

      Figura 3.1. Frecuencias cardíacas máximas en jugadores cadetes (López y López, 1997).

      Figura 3.2. Media por puestos de las frecuencias cardíacas máximas. (Calleja, Lekue, Leibar, Terrados, 2006. Datos no publicados).

      Estos datos son similares a los de López y López (1997) en los cuales también el base alcanza la FC med más alta. En nuestro estudio, durante 69,9% del tiempo total, los jugadores presentan 180-200 pulsaciones/min. López y López durante el 70% del tiempo total observaron con un grupo de cadetes de medio nivel. Igualmente, Beam y Merill en su estudio confirman estos datos según los cuales durante la mayor parte del partido la FC máx se encontraba en niveles del 85%.

      Por su parte, McInnes et al. (1995), con jugadores de la primera división sustraliana, también observan el mismo fenómeno, con valores del 75% del tiempo de juego por encima del 85% de la FC máx.

      A continuación se exponen diferentes investigaciones que recogen la FC med en competición (tabla 3.1).

      Figura 3.3. Porcentaje de tiempo con FC determinadas. (Calleja, Lekue, Leibar, Terrados, 2006. Datos no publicados).

      Tabla 3.1. FC en competición. M: B. masculino. F: B. femenino.

       2. VALORACIÓN DE LA FRECUENCIA CARDÍACA EN RELACIÓN CON VARIABLES DE JUEGO

      Figura 3.4. Jugador de baloncesto júnior colocándose un pulsómetro.

       2.1. FRECUENCIA CARDÍACA Y PUESTO ESPECÍFICO DESEMPEÑADO

      Aunque son varios los trabajos científicos que no muestran diferencias significativas entre la FC y los puestos específicos desempeñados (Colli y Faina, 1985, Riera, 1986), también existen investigaciones que demuestran lo contrario, comunicando que los promedios de FC med y FC máx son mayores en jugadores de perímetro (bases y aleros) que en jugadores interiores (pívots y ala-pívots).

      Rodríguez-Alonso et al. (1997) y Refoyo (2001) pudieron comprobar diferencias significativas entre puestos específicos, siendo los bases los que mantienen FC med más elevadas, tal y como se muestra en la tabla 3.2.

      Valorando estos datos y teniendo en cuenta otras variables indicadores de carga, como es la concentración de lactato en sangre periférica (LA), encontramos que en este mismo estudio Rodríguez Alonso et al. (1997) observan diferencias significativas en el LA med en competición por puestos específicos, siendo los bases los que mantienen concentraciones más altas (6,5+2,1-6,2+1,5 mmol/l), después los aleros (4,9+1,8-5,2+2,2 mmol/l) y por último los pívots (3,7+2,0-4,6+1,9 mmol/l).

      En los estudios realizados por nuestro grupo en el CPT de Fadura-Vizcaya con un selectivo grupo de deportistas, hemos encontrado diferencias significativas entre los jugadores que ocupan diferentes posiciones. En nuestro análisis, la media de FC máx alcanzada en los bases es de 198 pulsaciones/min, mientras que en aleros y pívots es de 196 pulsaciones/min.

      Tabla 3.2. FC según el puesto específico.

      Esto puede ser debido al tipo de acciones realizadas por el puesto, ya que los directores del juego ejecutan acciones de mayor explosividad que los aleros y pívots, respectivamente.

      Si tenemos en cuenta que los jugadores que ocupan la posición nº 1 en la pista son los que recorren más metros (H. Moreno, 1987, Colli y Faina, 1985), encontramos que mantienen intensidades más altas de forma continuada. Por el contrario los interiores mantienen intensidades más variadas a lo largo de la competición.

       2.2. FRECUENCIA CARDÍACA Y PERÍODO DE JUEGO

      La mayoría de investigaciones sobre períodos de juego y FC se han llevado a cabo con las antiguas reglas de dos períodos de 20 min. En la actualidad se están realizando análisis que registran estos datos, aunque todavía no se han publicado.

      Según el reglamento de juego anterior, Cohen en 1980 determinó FC med de 164,8 pulsaciones/min para la 1a parte, mientras que en la 2a parte estos valores descendieron a 157 pulsaciones/min.

      Por otro lado, Janeira y Maia (1998) determinan estas frecuencias en 168,1 pulsaciones/min en la 1a parte y 165,4 pulaciones/min

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