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El Arca. Ann Rodd
Читать онлайн.Название El Arca
Год выпуска 0
isbn 9788418013485
Автор произведения Ann Rodd
Серия Trilogía El Dije
Издательство Bookwire
Él apretó los labios y lo pensó por algunos minutos. Al final, asintió, acomodó los bolsos contra una pared y le hizo un gesto a Zoey, señalando el hall.
—Habría que cerrar la antecámara, si es que vamos a entrar al portal. Luego, deberíamos pensar qué vamos a hacer y cómo.
—Podemos intentar obtener más información sobre la criatura —dijo ella.
Zackary se mostró bastante incrédulo al respecto, pero no la contradijo. Atravesaron juntos el recinto hasta alcanzar la compuerta de piedra —que todavía seguía abierta— y la observaron. Zoey tomó una gran bocanada de aire y empujó su magia hacia la roca, pensando cómo se veía cerrada. La compuerta obedeció
y los dejó allí adentro.
—Okay, ahora estamos atrapados —bromeó Zack, palmeándole el hombro a Zoey—. Vayamos a conversar con el bicho.
5 Bicho bolita: manera informal de llamar a la cochinilla en algunas partes de Sudamérica.
Capítulo 7
Agotados, regresaron al portal y, con una mano extendida, Zack se dirigió a la criatura que aguardaba al otro lado.
—Hazte a un lado o te lastimaremos —advirtió él, pero el animal solo ladeó la cabeza, se rascó y estornudó otra vez.
Exasperado, Zack se volteó hacia Zoey.
—Pff, te das cuenta de que todo ahí adentro me sigue señalando que no hay nada vivo, ¿verdad? Esta cosa ni siquiera debe ser mortal —añadió—. Esto es una mala idea.
—Tienes razón, dudo que haya algo vivo —corroboró ella—; por eso, entra tú primero.
Mientras debatían, el extraño ser decidió alejarse un poco, sin rumbo. Parecía aburrido.
—Yo no soy el problema —señaló él, pero quitó el escudo e ingresó de todos modos.
Zoey se cubrió de llamas, por las dudas, y también cruzó el portal.
Desde el inicio de las amplias escaleras de piedra, ya al otro lado, observaron el mundo que se expandía unos dos metros por debajo de ellos y que solo se podía percibir hasta las penumbras que cubrían el puente —construido de la misma roca tallada— que se encontraba un poco más allá.
En silencio, comenzaron a descender.
La presencia de Zoey y el calor que su cuerpo emitía llamaron pronto la atención de la criatura, que dejó de corretear de forma errática a su alrededor, como un perro, y se quedó observándola con curiosidad.
—Mmmm, huesos, huesos. Magia, mucha magia —dijo, poniendo una pata en alto en dirección a la chica.
Zack fue rápido y se interpuso entre ambos. Infló el pecho y llenó sus manos con magia para enfrentarlo y verse lo suficientemente agresivo como para asustarlo. No podía bajar la guardia con la actitud tan desconcertante que la criatura presentaba.
Con cuidado, el animal bajó la pata y se alejó un poco.
—Lapis Exilis no se toca —dijo, captando la indirecta, y se alejó otra vez.
Zoey se detuvo junto al muchacho y frunció el ceño. De repente, algo que habían estado pasando por alto volvía a su mente. Pensativa, se giró para ver el portal, latente detrás de ellos.
—Zack, él dice que yo soy Lapis Exilis, es decir, el dije. ¿Cómo se condice eso con lo que tradujo Jessica en el templo? —Zoey sabía la respuesta, pero quería ver qué decía él al respecto.
El chico se detuvo mientras el animal metía la cabeza dentro de un yelmo olvidado sobre el puente y olfateaba como un loco.
—Lapis Exilis es la vida eterna —repitió él, tal y como antes—. ¿Significa que eres inmortal?
Ella apretó los labios.
—La parte siguiente. O la anterior, en realidad. Lo que sea
—balbuceó Zoey, sacudiendo las manos—. La frase dice que Lapis Exilis es la vida eterna, sí. Pero también dice que Lapis Exilis se sentará en un trono y que… reinará.
—Lapis Exilis es el santo Grial de la vida eterna —corrigió Zack, girándose hacia ella, pensativo—. La vida eterna, reinará con el…
—…, con el bastón de mando —completó ella—. Y la oscuridad será vencida. Eso es básicamente la profecía.
—Supongamos que la oscuridad es Peat —continuó él, un poco más relajado ahora que la criatura se encontraba a varios metros de ellos—. Y, como mencionó este bicho, suponiendo que sepa realmente de qué habla, el dije sería la vida eterna o algo relacionado con el santo grial; si es que eso tiene sentido, claro. ¿Verdad?
—Sí —susurró ella mientras bajaba más escalones. El fuego que la envolvía tornaba las ruinas desoladas de naranja—. Lapis Exilis es el dije, ¿y es también el santo grial? ¿Qué sentido tiene eso? ¿Cómo puede una piedra ser una copa?
El muchacho negó, más confundido que antes.
—Quizás haya otra interpretación. Como que el dije, la piedra filosofal y el santo grial tienen algo en común. En cualquier caso, la piedra filosofal es conocida por dar inmortalidad. Y el santo grial fue usado por alguien que resucitó y consiguió la vida eterna. Por lo que el dije también aplicaría a eso. Quizá se refiere a que el dije otorga inmortalidad —razonó él, cuando ella llegaba a su lado—. Y, si tú eres el dije, entonces quiere decir que podrías ser inmortal de algún modo que no terminamos de entender ni que Peat tampoco comprende. No sé, quizás.
Zoey se llevó una mano al pecho, tenía el impulso de recoger el collar que ya no estaba ahí. Se quedó callada, evaluando las palabras de Zack mientras recorría el lugar con la mirada. Cuanto más observaba, más la abrumaba lo grande que parecía ser el sitio.
—Recuerda que el dije me salvó la vida cuando los demonios de Jude me acuchillaron. Tal vez se refiere a eso, a que el dije en sí no puede morir, ¿no? Y yo, estando fusionada con él, seguramente podría salvarme de un montón de heridas. Es decir, si me acuchillaras ahora mismo de gravedad, el dije me curaría.
—Claro, de esto estoy casi seguro. Pero, si Peat absorbe tu alma, con el dije incluido, no creo que suceda lo mismo.
—Tampoco lo creo —contestó ella, un poco atemorizada—. Pero, si la profecía se sigue entendiendo como dijimos…, suponiendo que el dije, la piedra filosofal y el santo grial están relacionados con la inmortalidad y que por ello está frase sobre la vida eterna, entonces…, ahí viene lo de que la vida reinará y la oscuridad será vencida. Dice algo también de la sangre eterna. No entiendo.
—Puede seguir siendo una alegoría —replicó él—. Una alegoría de que el dije podría ganarle a la oscuridad, a Peat.
—¡O quizá se refiere a que se necesita al dije, a la piedra y al santo grial juntos! —exclamó ella, como si hubiese encontrado la respuesta exacta—. Que, con esas cosas, creas la verdadera vida eterna o la fórmula para tenerla. Quizá sea alguna clase de poder que pueda derrotar a Peat.
Zack se giró hacia ella, con la misma emoción, y le puso las manos en lo hombros sin preocuparse por el fuego.
—¡Quizá, si juntamos el dije con el santo grial, podrías vencer a Peat!
—¡Sí!
Estuvieron a punto de saltar a causa de la emoción,