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estarán presentes Enrique Olvera de Pujol (restaurante número 17 del mundo, según San Pellegrino); Pablo Salas y su Amaranta; Gerardo Vázquez Lugo con Nicos y Jorge Vallejo y Quintonil, entre muchos otros”.

      24 Maud Irène Tenaillon and Alain Charcosset. “A European Perspective on Maize History”, Comptes Rendus-Biologies, 334.3 (2011): 221-228.

      25 Sally Kohn, “Migration and Corn”, Huffington Post, mayo 25, 2011. http://www.huffingtonpost.com/sally-kohn/migration-and-corn_b_48801.html

      26 “Ejido Reform and the NAFTA”, Fabsf Weekly Letter, Number 92-34, octubre 2, 1992.

      27 Rodolfo F. Acuña, The Chickens Will Come Home to Roost, Dos Centavos.net., mayo 23, 2014. http://doscentavos.net/2014/05/23/3rd-centavo-acuna-our-politicos-have-sold-us-out/. David Bacon, The Children of NAFTA: Labor Wars on the U.S./Mexico Border, Berkeley: University of California Press, 2004. David Bacon, “When NAFTA was passed two decades ago, its boosters promised it would bring “First World” status for the Mexican people. Instead, it prompted a great migration north”, Political Research Associates, octubre 11, 2014. http://www.politicalresearch.org/2014/10/11/globalization-and-nafta-caused-migration-from-mexico/

      28 Martin Michaels Follow, “Mexican Farmers Fear Losing Traditions, Livelihood as Monsanto Wins GMO Planting Rights”, Mint Press News, julio 25, 2012. http://www.mintpressnews.com/mexican-farmers-fear-losing-traditions-livelihood-as-monsanto-wins-gmo-planting-rights/33621/

      29 D’Vera Cohn, Ana Gonzalez-Barrera and Danielle Cuddington, “Remittances to Latin America Recove–but Not to Mexico”. Pew Research Center, noviembre 14, 2013. http://www.pewhispanic.org/2013/11/14/2-remittance-trends/

      30 “Workers’ Remittances to Mexico”, Business Frontier, Issue 1, 2004, Federal Reserve Bank of Dallas, El Paso Branch. “Workers’Remittances to Mexico”, Business Frontier, FEDERAL RESERVE BANK OF DALLAS EL PASO BRANCH ISSUE 1 (2004), http://www.dallasfed.org/assets/documents/research/busfront/bus0401.pdf

      31 Edward J. Dodson, “How Henry George’s Principles Were Corrupted Into the Game Called Monopoly”, Understanding Economics, diciembre, 2011. http://www.henrygeorge.org/dodson_on_monopoly.htm

      Prefacio

      (Primera edición)

      América ocupada nació a partir de mi convicción de que la historia de los chicanos en Estados Unidos debe ser reexaminada. El marco de mi trabajo ha sido la lucha de los chicanos1 por su liberación puesto que, siendo yo mismo chicano, he sufrido las injusticias de esta sociedad supuestamente democrática; he visto que en Estados Unidos las personas de extracción mexicana son prisioneras, en un sentido muy real, del sistema que las convierte en ciudadanos de segunda clase. Como historiador, quería saber qué es lo que ha sucedido en los últimos ciento veinticuatro años que ha mantenido a los chicanos en el extremo más estrecho del proverbial embudo. Las explicaciones tradicionales de racismo, origen y explotación económica proporcionaban, en mi opinión, solo una respuesta parcial. Otros grupos han sido víctimas de tales fuerzas, pero con la obvia excepción de los indios y los negros, se las han arreglado para alcanzar un grado de aceptación y autodeterminación mucho mayores que las de los chicanos.

      A medida que progresaba mi investigación, llegué a convencerme de que la experiencia de los chicanos en Estados Unidos es equiparable a la de otros pueblos del Tercer Mundo que han padecido bajo el colonialismo de naciones tecnológicamente superiores. Así pues, la tesis de esta monografía es que los chicanos en Estados Unidos son un pueblo colonizado. La conquista de los mexicanos, la ocupación de su país, y la constante opresión que han sufrido documentan esta tesis. La historia que contemplamos es la de un grupo de seres humanos que colectivamente, han sido perdedores en una sociedad que solo ama a quienes ganan.

      Obviamente, este texto será muy útil, tanto en los cursos dedicados a los estudios chicanos, especialmente en aquellos que prestan particular atención a la historia chicana, como en cursos generales sobre historia de Estados Unidos, historia del suroeste estadounidense, e historias de los estados de California, Texas, Arizona y Nuevo México. Pero el material encerrado en este libro no se limita a ninguna disciplina en particular. Aunque su enfoque es primordialmente histórico, educadores, sociólogos, especialistas en ciencias políticas –así como los lectores interesados en general– encontrarán mucho material pertinente para sus campos particulares de interés. Así este libro también puede ser utilizado en clases de gobierno de Estados Unidos o ciencias políticas, estudios sobre minorías étnicas en sociología, y cursos de historia de la educación.

      He dividido el material en dos partes. La primera se concentra principalmente en el siglo XIX y la usurpación estadounidense del noroeste mexicano, el ahora suroeste de Estados Unidos, con capítulos separados dedicados a los cuatro mayores estados de la zona. La segunda parte gira en torno a las experiencias de los chicanos en el siglo XX, comenzando por los intentos para restringir la inmigración mexicana y siguiendo hasta la década de 1970 y el desarrollo del movimiento. La introducción general y las introducciones a cada una de las dos partes dan un panorama más detallado de los capítulos que siguen. Las numerosas notas pueden servir como bibliografía para lecturas posteriores, por lo que el libro puede adaptarse a cursos trimestrales, semestrales e incluso de mayor duración.

      Sé que no todos aceptarán la perspectiva que plantea este libro. Incluso mientras realizaba mi investigación y escribía, tuve que enfrentarme constantemente al resentimiento que sentía, un resentimiento generado por el relato de la cruel y brutal explotación que veía desarrollarse. Pero tengo la esperanza de que incluso quienes no estén de acuerdo conmigo puedan considerar el “otro lado” y tal vez aumenten su conciencia de que los ideales de justicia e igualdad de este país aún no son una realidad. Actualmente hay más de siete millones de chicanos en Estados Unidos, y no pueden ser ignorados.

      Desearía expresar mi agradecimiento a las personas que me ayudaron a sensibilizarme ante este problema. Sería imposible hacer una lista de todas ellas dentro de los límites de este prefacio. Mi participación en el Departamento de Estudios Chicanos en el San Fernando Valley State College (ahora Universidad del Estado de California en Northridge) ha sido inestimable. La lucha común con los estudiantes, la comunidad y la facultad para sobrevivir ha singularizado mis puntos de vista. La ayuda de Avie Hernández, Marta Arce y otros facilitó considerablemente la redacción. La revisión de Carlos Cortez, profesor de la Universidad de California, Riverside, y sus críticas constructivas a mi primer borrador ayudaron a encaminar el trabajo. Estoy particularmente en deuda con mi director editorial de producción, Gracia Alkema, que fue severa y que muchas veces me hizo enojar, pero que continuamente me obligó a definir mis términos y a aclarar conceptos. Por último, pero, sobre todo, quiero dar las gracias a mi familia: mis padres, mis dos hijos y especialmente a mi mujer. Los desatendí mientras escribía esta monografía. Espero que, a través de la comprensión de la colonización de los chicanos, pueda hacerme más humano para con ellos, así como para con los demás.

      Rodolfo Acuña Northridge, California, septiembre, 1972

      1 Hoy el termino más usado para describir al chicano es mexicoamericano, aunque el gobierno y la clase media mexicoamericana quieren popularizar Hispanic o Latino.

      Prefacio

      (Segunda

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