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      Índice

       Capítulo I

       Padeceres... Madreceres

       1.El día que mi hija robó un bebé

       2.¡Auxilio! ¡Hay algo en la heladera!

       3.Mi hija quiso adelgazar¡y yo aumenté cinco kilos!

       4.Pequeños delincuentes

       5.Sindicato de padres

       6.Los chicos y la ropa

       7.El hijo de los cuarenta

       8.Cuando los hijos se van de casa

       9.Mis hijos vienen de visita

       10. ¡Soy abuelastra!

       11. Al que el diablo no le da hijos no lo salva de sobrinos

       12. Strip-tease masculinos

       13. Cómo ser buen hijo de una buena idishe mame

       Capítulo II

       Indefectiblemente Mujer

       14. Usted, ¿no junta basura?

       15. Pequeños enigmas femeninos

       16. ¿Por qué las casadas no podemos tener amigas?

       17. ¡No me den más recetas!

       18. Comprando vaqueros

       19. Con el “sexo fuerte” mejor la eutanasia

       20. Chifladuras femeninas

       21. Elogio de la telenovela

       22. El delicioso arte de pelear

       23. Los consejos para ser “una mujer actual” me vuelven loca

       24. Los varones son unos cobardes

       25. Reavivando la pasión

       26. Las minas del tango sí que la pasaban bárbaro

       27. Me quiero casar con torta y todo

       28. El triste destino de la que nace mujer

       29. A veces es difícil cumplir años

       30. Fines de semana: el hombre en casa

       31. Cosas espantosas que le ocurren a una

       Capítulo III

       Esta Insensata Vida

       32. Mis papelones en el periodismo

       33. De cómo seguir al marido a todos lados

       34. Sur, Puerto Madryn y después...

       35. ¡Qué luna de miel!

       36. Apuntes de un tour plebeyo a una mansión aristocrática

       37. Tengo un hongo de la buena suerte

       38. Palputeando el mundial

       39. Acompañantes masculinos

       40. Me gané un “Martín Fierro”

       41. Apostillas de Madrid

       42. ¡Horror, me convertí en porteña!

       43. Ahora soy la rubia del Abasto

      Cristina Wargon

      Wargon, Cristina

      Oíd mujeres el grito sagrado / Cristina Wargon ; dirigido por José Marcelo Caballero. - 1a ed mejorada. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : La Esquina de los Vientos, 2019.

       Libro digital, EPUB

       Archivo Digital: descarga y online

       ISBN 978-987-47216-1-7

       ISBN

       1. Narrativa Humorística Argentina. I. Caballero, José Marcelo, dir. II. Título.

       CDD A867

      © de esta edición, Pampia Grupo Editor 2019

      Juan B. Alberdi 872 (1424) C.A.B.A.

      Buenos Aires, Argentina

      E-mail: [email protected]

      www.pampia.com

      Director Editorial: José Marcelo Caballero

      Ilustración de tapa: Marlene Pohle

      Diseño: Equipo editorial

      ISBN 978-987-46606-7-1

      Primera edición mejorada

      Editado en Argentina

      Otra vez a Coco Feldman, porque aún me tiene simpatía.

      Palabras de la autora para esta edición

      He pasado varias noches desvelándome con el tema si debía o no sacar todo lo que alude a la violencia contra las mujeres, que surge en forma de humor y pareciera avalarla. No lo escribiría hoy. Pero no lo sacaré del libro. Leído ahora a la luz de todos los avances que han conseguido las chicas jóvenes, parece una salvajada, pero he llegado a una conclusión: estas nuevas generaciones que han aprendido y siguen aprendiendo, cómo defenderse, no nacieron de un repollo, vienen de madres, como nosotras que, con más deseo que ideología, ya sabíamos que la cosa estaba mal y cada una protestaba como podía. Escribiendo humor, estudiando teatro, trabajando el doble que los varones y, sin saberlo, abriendo un camino para que las chicas de hoy, hijas y nietas, pudieran marchar, enarbolando banderas. Las chicas jóvenes, han adquirido conciencia de género, palabras que por aquel entonces no existían. Salvo, claro está, por nuestras primeras feministas, también un poco madres nuestras pero que eran un grupo diminuto. Esas piedritas fundacionales que terminaron en avalancha. En síntesis, dado que todo lo escrito lo hice desde la buena fe, que nunca pretendí más que pintar mi aldea, que jamás me confundí de bando y que, si fue una siembra, me encanta la cosecha. Quedan todos los chistes en su lugar. He dicho. ¡Publíquese, y archívese!

      La madre es la única religión sin ateos. Pero los agnósticos cunden…

      Me parece que todo comenzó en la estación de tren una heladísima

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