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ya hace tiempo que, cuando tenemos un problema de convivencia, nos preguntamos cómo debemos solucionarlo».

      Cuando Robert enoja a Laura un día por la noche, al día siguiente Laura se encuentra en la cocina un vaso con zumo de naranja recién exprimido.

      Juan y María trabajan en dos empresas diferentes. Se llaman cada día una vez, ¿para darse alguna noticia o encargarse alguna tarea? No: solo para preguntarse: «¿Cómo estás?».

      Jean y Cécile son congoleños. Meses después de casarse, Jean trabajaba en el norte del país y estalló una guerra. Pasaron ocho meses sin saber nada el uno del otro. Años más tarde, Jean tuvo que ir a trabajar a quinientos km de donde vivían Cécile y sus cuatro hijos: se veían una vez cada dos meses. Ahora ya pueden vivir los seis bajo el mismo techo.

      Joaquim tiene una enfermedad psíquica grave. Pasa épocas ingresado en el hospital. Anna –su esposa y madre de su hija– le quiere y le apoya, muy especialmente en los momentos más difíciles de la enfermedad.

      Hace varios años, Josep y Magdalena celebraron sus bodas de plata con un crucero por el Mediterráneo. Al salir por la noche a contemplar el cielo estrellado quedaron conmovidos. Y se preguntaron: «¿Llegaremos a celebrar las bodas de oro?». Las celebraron con sus hijos y nietos con gran gozo para todos.

      Joana se despedía de Joan, que tenía un cáncer terminal. Joana dijo: «Dentro de no demasiado tiempo también subiré yo al cielo». Joan le contestó: «¿Me buscarás?».

      Cada vez que toma un vuelo y el avión despega por encima de las nubes, Marta recuerda a Pere, su compañero, y reza por él. Pere murió hace unos años.

      Cada noche, Pau besa la almohada de Mercè para decirle: «Buenas noches». Mercè murió hace poco, después de muchos años de matrimonio.

      * * *

      Si yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, sería como un cencerro ruidoso o un címbalo estridente. Si tuviera el don de profecía y penetrase todos los designios escondidos de Dios y todo el conocimiento, podría tener una fe que fuera capaz de mover las montañas, pero si no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes a los pobres, incluso si me quemaran vivo por esclavo y tuviera así un motivo de gloria, si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia, no es altivo ni orgulloso, no es grosero ni egoísta, no se irrita ni se venga; no se alegra de la mentira, sino que se alegra con la verdad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará nunca (1 Cor 13,1-8a).

      Si no tienes al Amado,

      ¿por qué no le estás buscando?

      Si tienes al Amado,

      ¿por qué no te regocijas?

      (RUMI, Leña para su fuego)

      Hasta la palabra más difícil, tus ojos

      ¡qué fácilmente saben decirla!

      Cuando, en el fondo de los silencios,

      la buscas y te recoges,

      tu mirada ya habla.

      (MÀRIUS TORRES, Cançó a Mahalta [Canción para Mahalta])

      * * *

      • ¿Qué sinónimos de «ternura» pondrías a cada una de estas breves historias?

      • ¿Qué historias de ternura añadirías?

      • ¿Qué historias de ternura crees que necesita más urgentemente tu entorno inmediato? ¿Y nuestro ancho mundo? ¿Cómo puedes impulsar estas historias?

      6

      ECHAR A CORRER O BAILAR

      Hace unos días me cambié de teléfono móvil, pero decidí no activar el correo electrónico. Entonces un amigo me dijo: «Piensa que estás desperdiciando el 80 % de las posibilidades tecnológicas de tu teléfono». Después de pensarlo, decidí que las posibilidades tecnológicas de mis aparatos electrónicos no deben definir la intensidad y anchura de mi comunicación con los demás y con el mundo. En el fondo, mi problema es el siguiente: recibir mucha información me impide elegir qué temas tengo que trabajar a fondo. Y es que me cuesta mucho hacer varias cosas a la vez.

      Pero ¿es este estilo vital un estadio avanzado de la civilización? ¿Somos más humanos cuanto más conectados y más multiocupados estamos? Según el filósofo alemán Byung-Chul Han, la respuesta es: no. Este pensador de origen coreano, autor del best seller La sociedad del cansancio, afirma que la atención dispersa, propia de quienes hacen varias tareas a la vez, constituye de hecho una regresión hacia formas de supervivencia de los animales en la selva. En efecto, en la selva, los animales no se pueden concentrar en una sola actividad: mientras comen deben asustar a los otros animales que les puedan robar la comida, deben defenderse de depredadores que se les puedan comer a ellos o a sus crías y deben no quitar el ojo de la pareja sexual, para que no se vaya con otro.

      En cambio, según Han, las principales innovaciones culturales de la humanidad provienen de una atención profunda y contemplativa. La atención dispersa solo reproduce y acelera lo que ya existe: no crea nada nuevo. El autor ejemplifica los dos tipos de atención comparando dos formas alteradas de caminar: echar a correr o bailar. Echar a correr es propio de humanos y animales, y no constituye una nueva forma de caminar: solo es caminar aceleradamente. En cambio, bailar es solo propio de los humanos, y constituye una innovación en relación con el caminar. Pero la danza es posible solo gracias a una atención profunda y contemplativa centrada en la acción de caminar.

      Han afirma que la atención profunda y contemplativa se concreta en una relajación espiritual que posibilita la emergencia de la novedad en nuestro interior. Relajando nuestro ritmo interior somos capaces de atender profundamente a la manera de caminar, de contemplar nuestros pasos y romper nuestros automatismos en el movimiento para crear una nueva danza.

      El acto creador, pues, es solo posible cuando relajamos el ritmo para hacer emerger una novedad que proviene de la atención profunda a la realidad.

      * * *

      Quien no busca encontrará el misterio del dao [el camino]. Quien busca encontrará la apariencia de las cosas (Daodejing 1).

      El mejor se detiene después de haber alcanzado su objetivo y no recurre a la fuerza. Obtiene frutos y no se vanagloria; obtiene frutos y no hace ostentación; obtiene frutos y no se muestra arrogante; obtiene frutos, porque tenía que ser así; obtiene frutos sin recurrir a la fuerza. Forzar la plenitud es acelerar la decadencia (Daodejing 30).

      Yo no tengo canciones;

      me tienen a mí

      ellas, las canciones.

      ¿Cuándo quieren, cuándo vienen?

      ¿Cuándo? Quién lo puede saber.

      (RAIMON, Oh, desig de cançons [Oh, deseo de canciones], 1993)

      * * *

      • ¿Qué criterios utilizo para elegir o medir las fuentes de información que recibo?

      • ¿Qué criterios utilizo para priorizar la solución a múltiples problemas que se me presentan? ¿En qué momentos he de echar a correr y en qué momentos debo bailar?

      • ¿Qué hago para conseguir una atención profunda y contemplativa en problemas en los que necesito bailar?

      7

      EL CHIVO EXPIATORIO

      Una de las tendencias que podemos experimentar cuando vamos desbordados de trabajo y nos enfrentamos con la propia impotencia

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