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Pablo: Reavivado por una pasión. Bruno Raso
Читать онлайн.Название Pablo: Reavivado por una pasión
Год выпуска 0
isbn 9789877982824
Автор произведения Bruno Raso
Жанр Документальная литература
Серия Lecturas devocionales
Издательство Bookwire
En el diario, puede leerse lo siguiente: “Ayer en la mañana, a las 4:30, mi querida hija Mary falleció. Esta niña me ayudó mucho en Europa. Incluso cuando pasamos por momentos de privación, ella enfrentó todo con coraje, paciencia, fe y esperanza. Lo que sufrió allá hizo que se enfermara de tuberculosis, la que avanzó rápidamente. Ella enfermó cuando su ayuda se había vuelto muy valiosa. ¿Quién estará allá, que pueda tomar su lugar?”
Andrews había perdido a su esposa y a su hija, pero él seguía pensando con corazón de enviado. Siguió caminando por mar y tierra y, pocos años después, él mismo contrajo tuberculosis. Mientras la enfermedad avanzaba y su cuerpo se deterioraba, pidió un bolígrafo y un trozo de papel. Reuniendo sus últimas fuerzas, escribió: “Dejo quinientos dólares para la Misión en Europa”. Luego, dijo: “¿Hay algo más que pueda hacer por la causa de Dios?” Y, mientras los pastores oraban, él descansó.
En Crespo, Argentina, en el museo de la primera iglesia en Sudamérica, hay una inmensa placa que dice: “Por su Espíritu, ellos comenzaron; nosotros terminaremos”. Necesitamos el mismo espíritu de sacrificio y compromiso de Andrews y de todos nuestros pioneros.
¿Somos nosotros los que terminaremos la misión para que Jesús pueda venir? Si no somos nosotros, ¿quiénes? Si no es ahora, ¿cuándo?
11 de marzo
La Biblia y el paracaídas
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).
¿Dónde se consigue la fe? ¿Cómo se fortalece la fe? Pablo dice a los romanos que la fe viene por oír la Palabra; es decir, por leer, meditar, aprender y aplicar lo que dice la Biblia a nuestra vida. En tanto eso ocurre, fortalecemos la fe.
El Pr. Adolfo Suárez recomienda estos pasos para meditar y espaciarnos en la Palabra:
1-Estudiar la Palabra: Debemos usar y ejercitar el intelecto y la memoria, a fin de alcanzar la comprensión de la Palabra de Dios.
2-Reflexionar sobre la Palabra: Debemos pensar con seriedad, a fin de obtener prudencia y juicio. Reflexionar es inclinarse con calma frente a las orientaciones divinas, con el propósito de aplicarlas a nuestra vida diaria.
3-Hablar de la Palabra: Al estudiar la Biblia y reflexionar en sus enseñanzas, se nos impulsa a guardar en nuestra memoria sus pasajes y sus capítulos. El proceso indicado en Deuteronomio 6:7, por el que se nos insta a hablar, conversar y declarar la Palabra, facilita el memorizar porciones bíblicas.
4-Pensar a partir de la Palabra. El resultado final de este proceso es que la Palabra se vuelve una guía de nuestros pensamientos; es decir, una referencia. Nuestro modo de pensar pasa a construirse a partir de aquello que leemos de la Escritura, y luego nuestros pensamientos impactan nuestras acciones.
Este tipo de estudio, meditación, reflexión sobre la Biblia no solo cultiva nuestro intelecto, sino además imparte, fortalece y aumenta nuestra fe, constituyéndose en el gran agente de Dios para la transformación del carácter.
“Si se la estudia y obedece, la Palabra de Dios obra en el corazón, subyugando todo atributo no santificado. El Espíritu Santo viene a convencer del pecado, y la fe que nace en el corazón obra por amor a Cristo, y nos conforma en cuerpo, alma y espíritu a su propia imagen. Entonces Dios puede usarnos para hacer su voluntad. El poder que se nos da obra desde adentro hacia afuera, induciéndonos a comunicar a otros la verdad que nos ha sido transmitida”, sostuvo Elena de White en la página 7 de El discurso maestro de Jesucristo.
Roberto es no vidente. Él leyó la Biblia por medio del sistema Braile y medios auditivos 48 veces. ¿Y nosotros? ¿Podemos renovar o iniciar nuevos y mejores hábitos de estudio y reflexión? ¿Estamos leyendo, asimilando, integrando de esta manera el mensaje de Dios a nuestra vida?
La Biblia es como un paracaídas: sino la abrimos, no sirve. Abre, oye, medita, aplica y comparte. Seamos reavivados por su Palabra, porque la fe viene y se hace fuerte por oír y seguir la Palabra.
12 de marzo
Déjate abrazar
“Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde” (Romanos 10:21).
El Cristo Redentor, considerado como uno de los mayores monumentos simbólicos de América del Sur, es una obra de arte que plasma a Jesucristo, localizada en el extremo del cerro del Corcovado, a 709 metros sobre el nivel del mar, en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil.
Levantado en un lugar paradisíaco, fue elegido en 2007, en una votación por Internet y por teléfono, como una de las siete maravillas del mundo moderno. En 2012, la UNESCO consideró al Cristo Redentor como patrimonio mundial de la humanidad.
El Cristo Redentor tiene una altura de 38 metros (30 del monumento y 8 del pedestal) y equivale a un edificio de 13 pisos. Sus brazos se extienden por 28 metros de ancho. El monumento puede resistir vientos de 250 km por hora. Más allá de la simbología y de la imponencia de esta obra de arte, este Cristo Redentor es de hierro y piedra: un Cristo que extiende sus brazos, pero su rostro no ve, sus ojos están cerrados y su corazón no siente nada. Todo es de piedra.
En el texto de hoy, Pablo vuelve a citar a Isaías para expresar el amor y la paciencia de Dios, a pesar de la desobediencia y la rebeldía de su pueblo. Jesús, el verdadero que está en el cielo, tiene hoy y cada día sus brazos abiertos y extendidos. Son brazos de protección, de compasión, de misericordia y de perdón. Son los brazos que nos formaron y que un día, también extendidos, fueron clavados en una cruz por nosotros.
Elena de White afirma: “Dios, en Cristo, diariamente está rogando a los hombres que se reconcilien con él. Con los brazos extendidos, está listo para recibir y dar la bienvenida no solo al pecador sino también al pródigo. Su amor agonizante, manifestado en el Calvario, es la seguridad que tiene el pecador de aceptación, paz y amor. Enseñe Ud. estas cosas en la forma más sencilla para que el alma entenebrecida por el pecado pueda ver la luz que brilla del Calvario” (Mensajes selectos, t. 1, p. 209).
Los brazos de Cristo están siempre extendidos para todos los pecadores, sean desobedientes, rebeldes o pródigos; y ofrecen un abrazo protector y salvador. Su rostro, el mismo que fue “coronado” con una tiara de espinas, nos mira con ternura ofreciendo restauración y vida nueva. Sus ojos, siempre abiertos, atentos a cada uno de sus hijos como si fuera lo único que tuviese que atender en todo su Universo.
Querido lector: Este Cristo no está afectado por huracanes, vientos o rayos. Más bien, tiene capacidad de calmar aun las más furiosas tormentas que podrían afectar tu vida. Sus brazos están extendidos. Déjate abrazar.
13 de marzo
¿Rama o injerto?
“Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado” (Romanos 11:19).
El olivo es uno de los arboles más antiguos y de larga vida. Es típico de climas mediterráneos, pero su cultivo se ha extendido a casi todo el mundo para la producción de aceitunas y aceites. No se destaca por su altura o belleza, sino por sus raíces profundas, fuertes y extendidas, razón de su supervivencia y producción. Una sola planta puede rendir unos 60 litros de aceite al año.
Una parábola relatada en el libro de Jueces cuenta que los arboles decidieron elegir su rey. ¿Quién fue elegido en primer lugar? El olivo. Los escritores bíblicos utilizaron el olivo en sentido figurado para ilustrar el amor de Dios y su pacto con su pueblo.
Pablo también utiliza la parábola del olivo para referirse a judíos y gentiles. La práctica más usual era injertar vástagos de plantas cultivadas en troncos de plantas silvestres. Desde luego,