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a los intereses del emperador34 e incluso se constituyó una guardia de corps. Por otro lado, a partir de Itzcoatl, el máximo mandatario mexica no solo contó con parte del tributo de sus súbditos directos mexica, sino también con tributos y tierras de las provincias que se fueron sometiendo, así como del beneficio de la venta en los mercados de los productos obtenidos en sus tierras.

      Igual de importante fue su alteración del orden habitual de sucesión, cuando se decidió otorgarle mucha más trascendencia a las cualidades militares de los posibles candidatos en lugar de la primogenitura directa, pero siempre dentro de un cierto orden dado por el linaje reinante. De ese modo, en realidad, los candidatos a la sucesión salían de los dos máximos responsables militares: tlacateccatl y tlacochcalcatl. El primero parece ser más importante que el segundo, puesto que tres tlatoani lo fueron: el propio Itzcoatl, Moctezuma I y Moctezuma II. En definitiva, Itzcoatl consiguió centralizar el poder político, religioso y militar en su persona y, después de él, en sus sucesores en el cargo, además de colocar a personas afines, de su linaje, en los principales cargos militares.

      Tras el tlatoani, la figura más importante era el cihuacóatl, o encargado de los asuntos internos de la administración y, en ocasiones, regente. Con dicha figura y las tres anteriores, es decir el propio emperador y las dos máximas autoridades militares, se formaba el Consejo de los Cuatro que regía el imperio. Dentro del mismo, estos tres últimos conformaban el Consejo de Guerra. También existía un tlatocan o Consejo Mayor, con entre 12 y 20 miembros, donde se discutían aquellos aspectos que afectasen a todos los estratos sociales, si bien existían consejos específicos para los asuntos jurídicos, económicos y religioso-educativos.

      También con Itzcoatl parece aumentarse lo que podemos considerar como guerra naval. Como es lógico pensar, el uso de canoas para el combate hubo de estar muy extendido en el mundo mexica, aunque las fuentes hispánicas no aporten demasiados datos al respecto. Así como los mexicas estuvieron limitados en cuanto a su logística terrestre por la ausencia de animales de tiro y el desconocimiento de la rueda, factores suplidos con el uso de los tamemes, Ross Hassig, en su clásico estudio acerca de la guerra en el mundo mexica, llegó a afirmar que a ellos se les debió la potenciación del uso de las canoas con fines militares en sus conquistas del entorno inmediato del lago. En un momento dado, estos aprovecharon la capacidad de transporte de las canoas para conducir hombres, armas y demás suministros allá donde hiciesen falta. De esa manera, dinamizaron las campañas al poder hacer la guerra desde tierra y desde el interior del lago.

      Ya en los años de dominio de Tezozomoc de Azcapotzalco, los tepanecas, según el cronista Alva Ixtlilxóchitl, en su conflicto contra Tetzcoco los atacaron con sus canoas al presionarles desde la cercana localidad de Huexotla. Posteriormente, la insularidad de México-Tenochtitlan le iba a permitir poder dirigir sus canoas en todas direcciones, lo que le dio ventaja táctica. Como decía, en tiempos de Itzcoatl uno de sus conflictos se libró contra Cuitláhuac, otra ciudad insular, situada en el sur del gran lago, entre Xochimilco y Chalco. Fray Diego Durán los calificó de

      bulliciosos y enemigos de toda quietud, pareciéndoles que el agua de que estaban cercados les era muro y defensa de su ciudad y la hacían inexpugnable, y también confiando [en] que la destreza que tenían en revolver las canoas a una parte y a otra les era de gran ayuda.

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