Скачать книгу

Esto ayuda a que el labio superior se ejerza más de lo habitual, lo cual ayuda a conseguir una buena pronunciación.

      21.2. En el siguiente ejercicio, las articulaciones picadas están intercaladas.

      Ejercicio 22. Agilidad con los fonemas

      Los dos siguientes ejercicios están diseñados para conseguir una mayor agilidad a la vez que una buena relajación en todos los componentes de la boca que contribuyen a la emisión de un buen sonido.

      22.1. Con tres fonemas:

      22.2. Con cuatro fonemas:

      22.3. Con cinco fonemas:

      Ejercicio 23. Consonantes palatales

      Para trabajar las sonoridades del paladar duro se propone este ejercicio, en el que se incluyen consonantes palatales:

      Ejercicio 24. Breve canon

      Un canon es un ejercicio básico de afinación a varias voces. Una vez organizadas las voces en dos o tres grupos (mixtos o a voces iguales), tomando como referencia el ejemplo de un poco más abajo, comienza a cantar una voz, y dos pulsos después (un compás) la otra, y lo mismo en el caso de que hubiera un tercer grupo. Esto se repite tres veces, cada una con una indicación de intensidad diferente en cada frase. De manera independiente en cada voz, se lleva a cabo el siguiente esquema dinámico por frase de mf-p-f. Cuando acaben las primeras voces de realizar todo el canon, deben mantener la última nota hasta que terminen las otras voces.

      Con este diseño melódico descendente se pretende que al final del canon no se haya bajado nada el tono. Después se puede repetir, pero en diversos tonos más altos.

      Ejercicio 25. Afinación y agilidad vocal

      Terminamos estos ejercicios con dos ejemplos de cierta dificultad. Los dos parten de una nota alta que después desciende en total una 5.a o una 8.a. La dificultad que presentan estos ejercicios, como todos los que contienen una escala descendente, como ya se comentó en el ejercicio anterior, radica en que se baje el tono al final del ejercicio.

      3

      EL APARATO VOCAL

      El aparato vocal no es uno solo, compacto e indivisible, sino que más bien es la suma de otros aparatos, mediante la cual se puede producir la voz. En concreto, el aparato vocal lo forman principalmente estos tres sistemas:

      • El aparato respiratorio, que está formado por músculos inspiradores y espiradores, además de las propias vías respiratorias. En él circula y se almacena provisionalmente el aire.

      • El aparato fonador o vibratorio, que está constituido por la laringe, que es donde se hallan las cuerdas vocales. Al permitir que por ellas pase el aire debido a la presión ascendente, se produce el inicio del sonido vocal.

      • El aparato resonador, que está integrado por las diversas cavidades de resonancia, que permiten la amplificación de la voz. Es decir, en este aparato el sonido débil que ha llegado a la boca se expande y se proyecta al exterior.

      A su vez, en la emisión de la voz participan de forma indirecta otros sistemas, como son el sistema articulatorio, constituido por los músculos y las estructuras que conforman la boca; el sistema nervioso central, que permite tanto producir el sonido como ser consciente de ello, y el sistema auditivo, que facilita el control de la altura y la intensidad de la voz.

      En este libro se insistirá mucho sobre el hecho de que el aparato vocal está expuesto a muchos riesgos fuera de los momentos en que se está utilizando, es decir, no solamente cuando se habla o se canta. Cualquier instrumentista, si se le estropea su instrumento habitual, a pesar del disgusto, podría tocar con otro similar en cualquier otro momento. Sin embargo, el cantante solo tiene un aparato vocal, que es irreemplazable. Dicho aparato se puede mejorar, curar, pero no se puede sustituir fácilmente por otro. De ahí la delicadeza de la voz. Es una herramienta que, si bien es una obviedad decirlo, todas las personas la pueden utilizar con mayor o menor destreza, aunque sea para hablar. Todos los instrumentos tienen una cierta complejidad, pero más aún la tiene el aparato vocal, incrustado en el propio cuerpo humano y constituido por innumerables músculos, cartílagos, huesos, nervios, vasos sanguíneos, etc.

      El aparato respiratorio tiene dos finalidades principales, que son respirar y emitir sonidos. La respiración es básica y fundamental, ya que permite la entrada del oxígeno y la salida del dióxido de carbono, intercambio de gases imprescindible para la propia existencia. La otra función respiratoria permite a los seres humanos expresarse y comunicarse.

      La respiración se hace en dos etapas seguidas: la inspiración y la espiración, con un breve instante de reposo entre una y otra. Inspirar es un movimiento hacia abajo y hacia dentro, mientras que espirar, además de cuando se emite la voz, es un movimiento hacia arriba y hacia fuera.

      El aparato respiratorio está dividido en dos partes principales: las vías respiratorias superiores y las vías respiratorias inferiores. Todas estas vías participan en los procesos respiratorios que sostienen la vida normal.

      Siguiendo el proceso de inspiración, las vías aéreas superiores están constituidas por la cavidad nasal, la cavidad oral, la faringe y la laringe. En sentido inverso, es decir, durante la espiración, en estas vías se produce el tono fundamental a la altura de la laringe; la resonancia, en la faringe, y la articulación del sonido, en la boca. Estas vías superiores tienen a su vez otra función, que es la de participar prioritariamente en el mecanismo de la masticación y la deglución.

      Las vías aéreas inferiores están formadas, siguiendo el orden inspiratorio, por la tráquea, los bronquios y los pulmones.

      Se va a hablar seguidamente de las partes más importantes del aparato respiratorio, acompañando el recorrido natural del aire, que va desde la inspiración hasta la consiguiente espiración. No obstante hay otras partes de este aparato, como son la nariz, la boca, la faringe y la laringe, que participan a su vez en los aparatos fonador y resonador, y por eso se describirán un poco más delante. Ahora, se inicia ya esa descripción con la tráquea y los bronquios.

       La tráquea y los bronquios

      La tráquea es la continuación descendente de la laringe. Tiene una longitud total, en el caso de una persona adulta, de entre 10 y 15 cm, y un diámetro de 2,5 cm. Está formada por 16 a 24 cartílagos en forma de anillos semicirculares. Al tragar y también durante la inspiración aumenta la longitud de la tráquea, por la elevación de su extremo superior.

      La parte inferior de la tráquea se bifurca en los bronquios, que son dos canales membranosos que conducen el aire hacia los pulmones, donde se produce el intercambio de gases cuando respiramos. El bronquio derecho termina en los tres lóbulos de ese pulmón, y el bronquio izquierdo tiene solo dos ramificaciones, ya que el pulmón izquierdo posee únicamente dos lóbulos.

       Los pulmones y el tórax

Скачать книгу