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lo mismo que para el lenguaje.W

      Ni la comprensión ni el lenguaje pueden considerarse como simples hechos a investigar empíricamente, no pueden ser nunca simples objetos, ya que ambos abarcan todo lo que, de un modo u otro, puede llegar a ser objeto.

      Bajo estos supuestos, la hermenéutica de la conciencia histórica de la Cristiada, objeto de este libro, se realiza a partir del análisis de los textos que nos parecieron más ilustrativos, tanto de aquella época como de la actual, y los testimonios que con el paso de los años fui recolectando entre la generación que vivió y padeció esta época.

      Notas

      1 Hans Georg Gadamer, Verdad y método, vol. ii, Salamanca, Sígueme, 1992, p. 458.

      2 Georg Lukács, Historia y conciencia de clase, trad. de Manuel Sacristán, México, Grijalbo, 1969 (1923).

      3 Gerardo Sánchez, “Desamortización y secularización en Michoacán durante la Reforma Liberal”, en Enrique Florescano (coord.), Historia general de Michoacán, vol. iii, El siglo xix, Instituto Michoacano de Cultura-Gobierno del Estado de Michoacán, 1989, p. 41.

      4 Ibidem, p. 53.

      5 La Honda. Semanario de Orientación, año i, núm. 3, mayo de 1936, pp. 1 y 3.

      6 Maurice Halbwachs, Les cadres sociaux de la memoire, París, puf, 1950, en Gilberto Giménez (trad. y comp.), La teoría y el análisis de la cultura, “Programa Nacional de Formación de Profesores Universitarios”, Guadalajara, sep/Universidad de Guadalajara/Comecso, 1987, p. 503.

      7 Intervención en el Seminario “La Guerra cristera: Nuevos enfoques”, El Colegio de Jalisco, Zapopan, 27 al 31 de julio de 1998.

      8 Jean Meyer, La Cristiada, t. 1, La guerra de los cristeros, México, Siglo xxi, 8a edición, 1983, pp. 1-2.

      9 Ibidem, 3 vols., trad. Aurelio Garzón del Camino, México, Siglo xxi, 1973, 1974. Los volúmenes llevan por títulos: 1- La guerra de los cristeros (“historia militar que pretende ser relato vivo, dejando la palabra a los actores en la medida de lo posible”); 2- El conflicto entre la Iglesia y el Estado 1926-1929 (“Historia política y diplomática que intenta abarcar más que esto, ya que se remonta a las raíces del combate”) y 3- Los cristeros (“Su ejército y los factores de su reclutamiento, su gobierno, su guerra, su ideología y su religión”).

      q Mario Aldana Rendón (coord.), Jalisco desde la Revolución, t. vi, Francisco Barbosa Guzmán, La Iglesia y el gobierno civil, Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco/Universidad de Guadalajara, 1988.

      w Paul Ricoeur, “Hacia una hermenéutica de la conciencia histórica” en Tiempo y narración…, vol. 3, op. cit., p. 953.

      e Hans Georg Gadamer, Verdad y método, vol. i, op. cit., p. 309.

      r Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultural: entre práctica y representación, trad. Claudia Ferrari, Barcelona, Gedisa, 2ª ed., 1995.

      t Ibidem, p. 939. El subrayado es mío.

      y Robert Fossaert, La societé, t. 6, Les structures ideologiques, París, Seuil, 1983, citado en Gilberto Giménez (trad. y comp.), op. cit., p. 485.

      u Hans Georg Gadamer, Verdad y método, vol. i., Fundamentos de una hermenéutica filosófica, Salamanca, Sígueme, 5a ed., 1993, p. 467.

      i Ibidem, pp. 467-468.

      o Ibid., p. 482. El subrayado es mío.

      p Ibid., p. 477. El subrayado es mío.

      a Klaus B. Jensen, Humanistic Scholarship as Qualitative Science: Contributions to Mass Communication Research, op. cit., p. 18.

      s Umberto Eco, “La falsación de las tergiversaciones” en Umberto Eco, Los límites de la interpretación, Barcelona, Lumen, 2a ed., 1998, pp. 42-43.

      d Gilberto Giménez, “La interpretación de la cultura”, en La teoría y el análisis de la cultura, op. cit., p. 26.

      f Véase “La triple mímesis”, en Tiempo y narración, vol. i, op. cit., p. 113.

      g Ibidem, pp. 115 y ss.

      h Lourdes Celina Vázquez, Identidad, cultura y religión en el sur de Jalisco, Zapopan, Colegio de Jalisco, 1a reimp., 1998.

      j El concepto visión del mundo es definido por Goldmann como “el conjunto de aspiraciones, de sentimientos y de ideas que reúne a los miembros de un mismo grupo […] y los opone a otros grupos” (apud Roger Chartier, El mundo como representación. Historia cultural…, op. cit., p. 27). Nos lleva a pensar en la articulación entre los pensamientos y lo social. Fue propuesto por Lúkacs y retomado posteriormente por Goldmann, Luckmann y Berger, Chartier, entre otros autores.

      k Jacques Le Goff, El orden de la memoria. El tiempo como imaginario, trad. Hugo F. Bazúa, Barcelona, Paidós “Biblioteca Básica”, núm. 51, 1991, p. 131.

      l Lourdes Celina Vázquez, “Identidad y equilibración”, en Identidad, cultura y religión en el sur de Jalisco, op. cit., pp. 24-27.

      ; Jacques Le Goff, El orden de la memoria…, op. cit., p. 133.

      z Paul Ricoeur, Tiempo y narración, vol. i, op. cit., pp. 113-114, 130 y ss.

      x Ibidem, pp. 139 y ss.

      c Vernant, apud Jacques Le Goff,

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