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      Robert, Susannah y Susie se mudaron del hogar de los Kilvington al sector de Falcon Square a fines de la primavera de 1855.48 Falcon Square era un área de tiendas y hostales donde residían personas y se desarrollaba el comercio. Las oficinas centrales del trabajo de R. B. estaban cerca, y era común que Susie caminara más allá de la empresa de su padre para vitrinear los últimos productos de las tiendas. El enorme domo de la Catedral de San Pablo, un monumento imponente que da cuenta de los días de la destreza arquitectónica de Sir Christopher Wren, probablemente era visible desde la casa de Susie. Cuando salía a caminar por la ciudad, ella pasaba junto al viejo abrevadero de bovinos y caballos que estaba cerca de su casa, y solía pasear hasta acercarse a la calle Aldersgate Street, donde se convirtió el gran predicador metodista John Wesley en 1738.

      La muerte de los padres de Susie

      Susie se casó en 1856 y sus padres siguieron viviendo en Falcon Square. R. B. continuó trabajando como almacenista. Lamentablemente, para Susannah, la madre de Susie, comenzó un largo período de enfermedad y sufrimiento en 1862. La aflicción de la Sra. Thompson fue severa, y murió el 14 de abril. El certificado de defunción registra su causa de muerte como «Tumor abdominal de fecha incierta. Hemorragia estomacal». Su obituario, publicado en el periódico The Observer, simplemente decía: «14, Susannah, esposa del Sr. R. B. Thompson, Falcon-square City, 57 años».49 Charles Spurgeon menciona el largo período de sufrimiento de la Sra. Thompson en una carta dirigida a sus padres en abril:

      21/abril/62

      Queridos padre y madre:

      Debido al apuro y la emoción excepcional de la semana pasada, no hice lo que debí haber hecho: informales de nuestra pérdida.

      La pobre Sra. Thompson dejó de respirar la tarde del lunes pasado, y la enterré esta mañana. Había sufrido tanto tiempo que su partida es causa de gozo no fingido. La amargura de la muerte ya pasó. Fue mejor que partiera antes que se quedara aquí para transformarse en una masa de corrupción y agonía viva. Tanto Susie como nuestro pobre Sr. Thompson están tan resignados como podría desease; de hecho, al igual que yo, sienten que es bueno.

      Gozó de mucha paz y se veía llena de una fe sencilla como la de un niño. Entró a la gloria como debemos hacerlo, solo por el mérito de nuestro único Salvador.

      La pobre alma pecaminosa está lavada en la sangre preciosa y el cuerpo aguarda la trompeta del arcángel.

      Reciban nuestro amor más afectuoso. Se acerca el tiempo en que esperamos verlos. Cuéntennos de sus planes y téngannos siempre en mente.

      Sus hijos que los aman,

      Charles a nombre de ambos.50

      Susie sintió alivio porque el sufrimiento de su madre había terminado, pero también dolor por la pérdida. La carta no solo nos dice la fecha de muerte de Susannah y que Charles ofició su culto fúnebre, sino que también revela que la enfermedad de la Sra. Thompson le produjo un sufrimiento prolongado. Eso, en conjunto con la muerte prematura de su hermana y, después, la larga enfermedad de Susie, sugiere la posibilidad de que hayan sufrido una enfermedad hereditaria. Lo más importante de todo es que la correspondencia de Charles indica que la Sra. Thompson tenía una «fe sencilla como la de un niño».

      Al parecer, la muerte de la Sra. Thompson cambió la dinámica de la relación entre Susie y su padre. A fines de la década de 1860, R. B. se trasladó de Falcon Square a Bell Street, donde trabajó como vinatero. El 18 de octubre de 1870, se casó con Mary Ann Kirkwood, una viuda, en la Christ Church, ubicada en Newgate Street. R. B. y Mary Ann vivieron en Middleton Street, Hornsey, a las afueras de Londres. Para nuestra sorpresa, no hay menciones de que Charles, Susie ni ningún pariente de los Thompson hayan participado en la boda o se hayan relacionado con R. B. después de que volviera a casarse. Más bien, el contador de R. B., Joseph Ramsdale, sirvió como testigo legal de la boda y, luego, como albacea testamentario de Thompson. La última referencia conocida de que R. B. interactuara con su familia es una carta que Charles le escribió a Susie en 1869, en la que menciona que su padre había visitado su hogar en Nightingale Lane mientras Susie se recuperaba de su cirugía en Brighton.51

      Con la partida de su madre y las circunstancias inciertas de su padre, Susie se contentó con su propio hogar y sus propias actividades. Después de casarse con Charles, adoptó a los padres de su esposo hubieran sido suyos, y se refería a ellos como madre y padre. Incluso firmaba las cartas que les dirigía con el cálido título de «hija».

      El censo de 1871 registra que R. B. y Mary Ann aún vivían en Hornsey y señala que Robert era vinatero y estaba desempleado.52 Por razones que se desconocen, en 1873 R. B. viajó a South Terrace, Penzance, a casi 500 kilómetros de su hogar, donde murió el 5 de octubre a la edad de sesenta y cinco años, probablemente debido a un infarto cardíaco («espasmo de estómago y corazón»).53 El periódico West Briton and Cornwall Advertiser señala que era «suegro del Rev. C. H. Spurgeon». Resulta curioso que Thompson haya sido enterrado en Penzance y no en Londres, la ciudad donde pasó la mayor parte de su vida. Si el problema hubiera sido de dinero, Susie y Charles podrían haber suplido fácilmente los recursos necesarios.

      Al momento de la muerte de R. B., sus recursos habían disminuido en comparación con sus primeros días de comerciante, que fueron más fructíferos, y murió endeudado con la Asociación de Créditos Mercantiles.54 Al parecer, las finanzas de R. B. fluctuaron a lo largo de su vida, aunque sí gozó de tiempos de relativa prosperidad. En Inglaterra, la riqueza no era lo único que determinaba la clase social de una persona. Los negocios, la posesión de propiedades y los cargos laborales solían ser tan importantes como la cartera financiera personal para determinar el estatus social. Por lo tanto, el hecho de que Robert fuera descrito como escudero y caballero puede haber sido un indicio de sus propiedades, su trabajo y su posición.

      La historia de R. B. termina con un dejo de tristeza. Murió y fue enterrado a kilómetros de su hogar y de su única hija, aunque es probable que su esposa haya estado con él. Cuando falleció, Susie estaba enferma y confinada en su casa la mayor parte del tiempo. Sin embargo, su carácter piadoso nos lleva a pensar que amaba a su padre y oraba por él.

      A pesar de la poca información que tenemos sobre los primeros veinte años de Susie, el hecho de que afirmara que asistía a la iglesia en el vientre de su madre y que profesaba amar a Jesús desde la niñez55 indica que creció en un hogar donde se honraba a Cristo y a Su Iglesia. Y aunque no hizo una profesión de fe hasta los veintiún años, su madre, sus amigos, sus parientes y su pastor plantaron las semillas del evangelio en su corazón, semillas que a la larga brotaron en una fe genuina en Cristo que siguió aumentando.

      

oventa y ocho kilómetros al norte de Londres, en la capilla Zion de Cambridge, un predicador rural de diecinueve años se dirigió a la congregación reunida para celebrar el aniversario de una escuela dominical. Charles Haddon Spurgeon, pastor de la Waterbeach Baptist Chapel, ubicada al norte de los chapiteles de Cambridge, predicó con fuerza, y su sermón impresionó profundamente a otro joven que estaba presente ese día. Después de escuchar al apasionado predicador, George Gould se imaginó el revuelo que ese talento podría producir en la ciudad, y sabía cuál era la iglesia precisa. Apenas Gould volvió a Londres, se reunió con Thomas Olney y lo instó a invitar a Spurgeon a predicar en la New Park Street Chapel. Como se dice, el resto es historia.

      Unos meses antes de la experiencia de Gould, un sermón transformador similar fue proclamado en Londres. La tarde de un domingo a finales de 1852, Susie Thompson salió de su casa en la ciudad, se dirigió a la calle Cheapside Street, dobló a la izquierda y entró a la iglesia Poultry Chapel para asistir al culto. No se imaginaba que el trayecto de seis minutos que emprendió esa tarde bajo la sombra de la Catedral de San Pablo y en dirección a la vieja capilla ubicada en el área comercial de Londres la llevaría a emprender otro viaje antes

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