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sus reflexiones? Deberíamos hacer lo que queramos y tal vez alguien crea, post mortem nostram seguramente, que estábamos inaugurando un filosofar diferente. No hay un punto de vista externo a la filosofía para develar la naturaleza de la filosofía. El sentido provisto por el Canon es externo, salvo decisión filosófica.29 Y no hay sólo un tipo de práctica autodenominada filosófica. Al fin, pues, cada práctica decide la cuestión para sí misma, resuelve, de facto al menos, la cuestión normativa. Por otra parte, un modo de imaginar la filosofía que transgreda CR no deja de ser un modo canónico, ya que el canon se infiere de la práctica que surja, cualquiera sea. ¿Será un canon que dé lugar a una profesión? Sólo si rechaza el precepto cero. Pero ¿por qué haría falta constituirse en profesión? ¿Por qué una vida inflexiblemente profesional sería preferible a una vida permanentemente examinada? Si se hace un esfuerzo por contestar estas preguntas se cumple el precepto cero a fin de rechazarlo. Pero si no lo rechaza será una filosofía tan Canónica como cualquiera de las actuales. El aire de familia la alcanzará. La investigación que descubre un canon es sociohistórica, pertenece a la Historia de la filosofía. Para que tenga importancia filosófica se necesita una filosofía que la haga suya, una evaluación racional que eventualmente la acepte y sostenga el canon descubierto. Se requiere pasar de la descripción a la norma, preguntarse, por ejemplo: ¿seremos, precisamente nosotros, canónigos de este canon? o, más brutalmente, ¿qué queremos hacer? Si nos interesa más la filosofía y menos la profesión estaremos de acuerdo: todo canon es el Canon.

      Bibliografía

      Carpio, A. (1977), El sentido de la historia de la filosofía, Buenos Aires: Eudeba.

      Cordero, N. (2008), La invención de la filosofía, Buenos Aires: Biblos.

      García Belsunce, E. (1987), “La idea de filosofía en Kant”, Revista Latinoamericana de Filosofía, Vol. XIII, N° 2.

      Gutiérrez, C. (1996), “¿Problemas o preguntas?, Cadernos de História e Filosofia da Ciéncia, Série 3, v. 6, n. Especial.

      Kant, I. (2007), Crítica de la razón pura, (trad. Caimi, M.), Buenos Aires: Colihue.

      Rabossi, E. (2008), En el comienzo Dios creó el Canon. Biblia berolinensis. Ensayos sobre la condición de la filosofía, Buenos Aires: Celtia-Gedisa.

      Santa Cruz, M. I. (2003), “Filosofía e historia de la filosofía: una falsa disyuntiva”, en: Nudler, O. y F. Naishtat (2003), El filosofar hoy, Buenos Aires: Biblos.

      1 Forma parte de la arrogancia habitual propalar la sugerencia de que el asunto de los Licenciados y Doctores (y Postdoctores) en Filosofía es tan sublime que ni siquiera ellos, que estudiaron tanto y aprobaron tanto, pueden llamarse filósofos por ese solo ímprobo esfuerzo del que tan pocos han sido capaces.

      2 Excluyo de la comparación otras disciplinas o profesiones que no están orientadas prioritariamente a la formación de creencias lingüísticamente expresables.

      3 Esto puede verse como la venganza de las ciencias: lograda su independencia de facto por vía de su éxito social terminaron imponiéndose como modelos de práctica profesional genuina.

      4 La balcanización del país filosófico ha recibido un detallado tratamiento diferente, que ejemplifica el tipo de abordaje que Rabossi no desea seguir, consistente en la postulación de un sentido para la sucesión de doctrinas y la determinación de este sentido por medio de una indagación trascendental de la posibilidad de esa diversidad doctrinal, búsqueda en la que el replanteo de la idea de verdad tiene un papel central para legitimar las pretensiones de verdad de todas ellas. Cfr. Carpio (1977).

      5 Enfocar la filosofía como práctica social efectiva, obviamente entrelazada con otras prácticas sociales, puede dar lugar a reflexiones, inesperadas para muchos, en favor del carácter esencialmente nacional o político de la filosofía. En cualquier caso, conviene atender la observación que Horkheimer hiciera hace setenta años: “Las cosas no son tan simples. Una doctrina filosófica tiene muchos lados, y cada lado puede tener los más diversos efectos históricos. Sólo en períodos históricos excepcionales, como la Ilustración francesa, la filosofía misma se vuelve política”.

      6 El modo típico de exponer esa resonancia es el tejido de una trama de oraciones.

      7 Produciendo un efecto parecido al que pueden lograr ciertas obras literarias, puestas escénicas o películas: moderar el éxito de las abstracciones. Y, según el tamaño del fracaso, sustituirlas por otras artes (después de todo, hablar no es lo único que podemos hacer).

      8 Sobre la idea de problema filosófico, desde una perspectiva gadameriana, véase Gutiérrez (1996). Ese número de esa revista está dedicado al tema e incluye artículos de A. Barrio, S. Cabanchik, F. Naishtat, O. Nudler, O. Porchat Pereira, P. R. Margutti Pinto, C. Scotto y P. Junqueira Smith.

      9 La predicción exitosa, marca central de la ciencia, da sensación de seguridad y control. Pero tanto el éxito como la seguridad y el control dependen de los objetivos, peligros y circunstancias que puedan advertirse. En general remiten al corto plazo y al prejuicio.

      10 Algunas personas, influidas por pensadores contestatarios de culturas dominantes donde las rigideces hicieron estragos, tienden a sentir alivio cuando creen que, lo que sea, puede cambiar. A partir del alivio ingenuo también tienden a olvidar su responsabilidad y alientan cualquier cambio (por ejemplo: cualquier nuevo producto del complejo escolar-editorial).

      11 Esto implica que la razón actúa según principios. El problema está en saber, o resolver, cuáles concurren en cada caso y si pueden ser sustituidos por otros. La razón, como G. Marx, parece tener principios para todos los gustos. La reflexión tendrá que tomar esta apariencia en cuenta.

      12 Las críticas que el texto de Rabossi dirige a los preceptos 2, 3, 6 y 7 de CR se enmarcan en las aquí comentadas.

      13 Para incorporarlo a CR probablemente baste con completar la primera oración del precepto 7 de esta forma: “Filosofar es estar obligado, por la razón, a defender las ideas que han pasado la prueba de la crítica racional y a indagar los fundamentos racionales de cualquier creencia, regla o acción”.

      14 No es posible cuestionarlo todo a la vez. Es por turnos.

      15 Uso, como Rabossi, “historia” para referir a la sucesión temporal de acontecimientos humanos, e “Historia” para referir a los relatos de esa sucesión.

      16 Cuando abrimos la puerta a la consideración filosófica del pasado surgen sorpresas. Por ejemplo, allí donde Rabossi filosóficamente (“naturalísticamente”) puede ver la constitución de la idea canónica de filosofía, otro puede ver lo ocurrido en el ámbito de la universidad

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