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si ella también había llegado de México en una balsa y había tenido tanto miedo de morir ahogada en el mar. Los jóvenes que emigraron, habiendo perdido todo, no obstante, fueron afortunados por lograrlo, pero tenían serios problemas para aceptar y adaptarse a la nueva cultura. El texto que escribe Mariana Vogt ayuda a comprender la polarización en la sociedad europea y el fortalecimiento de grupos de ultraderecha que se oponen de manera radical y violenta a la llegada de migrantes, ocasionando que las propias leyes de la Unión Europea se discutan y modifiquen para enfrentar esta nueva situación.

      No nos concentramos solo en Europa. La literatura del Magreb, que se compone de las tres antiguas colonias francesas: Marruecos, Argelia y Túnez se presenta en un capítulo. Egipto desempeña un papel central en la literatura árabe, pero no menos importante es la de los países que se extienden desde el Líbano hasta Arabia Saudita. Acerca de la lengua de escritura, podemos decir que los escritores que llegaron a Europa en las últimas décadas del siglo xx y lograron integrarse a la nueva cultura utilizan las lenguas de sus nuevas patrias: los turcos escriben en alemán, los magrebíes y los africanos negros en francés, los iraníes, que en su mayoría emigraron a los Estados Unidos, publican en inglés, que también es el idioma principal de la literatura musulmana de la India y de Paquistán. El iraní Kadher Abdolah se convirtió en un escritor neerlandés; su lengua literaria es el holandés, pero la temática de sus novelas es persa.

      Un caso especial es la literatura de la antigua Yugoslavia. En muchas de las novelas de los Balcanes se refleja el conflicto entre croatas católicos, serbios ortodoxos y bosnios musulmanes. Estos últimos miran hacia Turquía o Estambul, mientras los croatas se sienten atraídos por Viena y los serbios por Moscú. Ivo Andric trata en su narrativa de darles unidad a estas tres culturas, en tanto que los autores jóvenes expresan su desánimo a lo religioso y su vinculación con el mundo globalizado, sin fronteras ni territorios.

      Así como en los Balcanes confluyen el cristianismo y el islam, en África negra entran en contacto y se confunden el animismo de los marabouts y el islam. En las novelas de Maryse Condé, una caribeña que investiga sus raíces africanas, y Amadou Kouruma, de la Costa de Marfil, se describe esta África negra tribal que se transforma debido al trabajo de los misioneros musulmanes y los colonizadores franceses.

      No incluimos a Indonesia, donde cientos de grupos étnicos hablan diferentes lenguas, pero se unifican por el islam. Se trata del país con el mayor porcentaje de musulmanes en el mundo, cuyos habitantes hasta ahora no han emigrado a Occidente. Un referente es la obra de V. S. Naipaul, quien critica al clero musulmán de este país que aprende árabe y para el cual el centro del universo es La Meca, sin tomar en cuenta que la modernidad llegó a Indonesia con los colonizadores holandeses. Este es el tema central del autor indonesio más difundido a nivel internacional, Pramoedya Ananta Toer, quien da poca importancia a la religión y se concentra en sus novelas en la influencia holandesa. En la actualidad, el islam sigue creciendo en importancia en este país, debido a que movimientos islamistas radicales tienen cada vez más poder.

      Las citas tomadas de libros en otras lenguas (alemán y francés) son traducciones nuestras. Respetamos la escritura de algunos términos árabes como se han escrito por los propios autores en otras lenguas; es el caso del nombre del profeta, que aparece a veces como Mohammed, Mahoma, o Muhamad, por ejemplo. Lo mismo sucede con términos como yihad (guerra santa), sharia (ley islámica), niqab (velo) etc., que por ser muy conocidos en Occidente se mantienen en el original árabe.

      El islam y la cultura occidental es resultado de muchos años de investigación y de reflexión conjunta durante los cuales quisimos conocer de cerca la cultura musulmana y sus practicantes. Tuvimos la fortuna de visitar varios países de tradición islámica para observar su vida y sus costumbres. Fuimos recibidos en el Instituto Alemán Goethe de Rabat, Marruecos, así como en varias universidades de Turquía, Croacia, Bosnia, España, Alemania, Francia y Holanda. Nuestra experiencia más reciente fue en Egipto durante el mes de Ramadán. Queremos agradecer el apoyo de Hans Jürgen y Lupita Augspurger por introducirnos en el fascinante mundo marroquí; a Mirjana Polic Bobic, por su apoyo durante nuestra visita a Croacia y Bosnia; a Darío Armando Flores Soria, Juan Diego Ortiz Acosta y Graciela Abascal Johnson, incansables compañeros del Centro de Estudios Religión y Sociedad; a Gabriel Gómez López, Raúl Aceves y todos nuestros compañeros del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara; a Brahiman Saganogo, Ivan y Habibah Carrazco por compartir sus experiencias como musulmanes a nuestros estudiantes de Historia de las Religiones. En tono de broma comentan nuestros invitados a los alumnos: “venimos sin mochila para que no piensen que traemos bombas”, y a partir de allí se generan interesantes diálogos que seguramente contribuyen a combatir la imagen desprestigiada del islam tan difundida en Occidente.

      2 Flores Soria, Darío Armando, Juan Diego Ortiz Acosta y Lourdes Celina Vázquez Parada (coords.) La guerra de los dioses. Análisis del fenómeno religioso y político en el conflicto entre grupos radicales del Islam y Estados Unidos. Universidad de Guadalajara. Campus Universitario del Norte, Colotlán, enero del 2003.

      3 Manuel Rodríguez Lapuente, “Afganistán, política y religión”, en ibid., pp. 16 y ss.

      4 Vogt, Wolfgang. El islam y la literatura occidental. Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de los Altos, Guadalajara, 2005.

      5 Tim Mackintosh Smith. Viajes con un tangerino. Tras las huellas de Ibn Batuta, (Madrid, 2005), p. 135.

      Capítulo 1.

      Inmigrados contra inmigrantes. Los conflictos de la integración

      Mariana Vogt Vázquez

      Inmigrados contra inmigrantes

      Los

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