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Propósito transformador masivo. Angel María Herrera
Читать онлайн.Название Propósito transformador masivo
Год выпуска 0
isbn 9788468545127
Автор произведения Angel María Herrera
Жанр Сделай Сам
Издательство Bookwire
Así que, si quieres seguir adelante, confío en que Ángel María y Francisco cuentan con tu compromiso y voluntad. Si no es así, mejor déjalo para otro momento.
—Bueno, pues voy a seguir con la escritura, que me siento muy inspirado —dice Ángel María cuando se despiden.
—¿Con qué estás ahora? ¿Ya has empezado a escribir la metodología?
—Todavía no, porque antes quiero compartir mi propia historia. Creo que eso puede hacer que el lector se sienta más identificado. Seguro que alguno ha vivido una situación muy similar —comenta Ángel María.
—¡Buena idea! La verdad es que saber que otras personas han sentido o experimentado algo similar a lo que te pasa a ti, te hace conectar de una forma especial. Y si esa persona con la que conectas es el autor del libro que estás leyendo, ¡todo fluye!
En cuanto terminan la conversación y con las musas tirándole de las manos a Ángel María, este se pone frente al ordenador para seguir escribiendo desde el corazón. Y lo primero que quiso reflejar es quién consideraba el destinatario de este libro.
Os dejo con la lectura.
Para quién es este libro
«Tu tiempo es limitado, no lo malgastes viviendo la vida de otro».Steve Jobs |
Te seré sincero, este libro en primer lugar es para mí. Desde pequeño he tenido miedos e inseguridades, y me ha costado mucho descubrir quién soy y mi propósito en la vida. He dedicado miles de horas, de cursos, talleres, lecturas de libros, coaching… a dicho proceso y ahora me veo en la posición de poder poner por escrito todo lo aprendido, para poder recordarlo.
Nota: creo en el poder de las palabras, que se encuentra oculto en su etimología. A lo largo de este libro te iré compartiendo el significado de algunas de ellas. Aquí va la primera:
recordarDel latín recordari y este a su vez de re- y de cor-cordis, ‘corazón’. Es decir, volver al corazón. |
Durante este tiempo he tenido la oportunidad de trabajar y conocer a grandes profesionales como Simon Sinek, Santiago Álvarez de Mon, Tony Robbins, Frank Pucelik o Jeroen Sangers. Un día hablando con este último, que seguramente sea uno de los mayores expertos en organización y gestión del tiempo de Europa, me dijo: «yo tuve que aprender a organizarme para sobrevivir, porque era un absoluto desastre». Aquello me hizo descubrir que realmente nos acabamos haciendo expertos de lo que más necesitamos aprender en esta vida, luego lo pude ir constatando con el resto de personas que he ido conociendo. Conectar con mi historia, ponerla en marcha y saber transmitirla es, sin duda, lo que más me ha ayudado a tener éxito en mis proyectos empresariales. Así que si yo, que seguramente era la persona con menos claridad sobre mi propósito y sobre mí mismo y que jamás me habría planteado emprender, he logrado llegar hasta aquí, estoy convencido de que tú también puedes conseguirlo.
Por tanto, lo que espero es que si conectas con algo de lo que voy a contar a continuación, este libro también sea para ti.
El guion preestablecido
Yo creo que todo el mundo tiene una historia que contar, pero a veces la olvidamos o necesitamos ayuda para conectar con ella o incluso para poder transmitirla. Esa historia es lo que da sentido a nuestra existencia y es única e irrepetible en cada persona de la humanidad. Habita en lo más profundo de nuestro ser, donde muchas veces yace dormida, por nuestros miedos a despertarla, incluso la sustituimos por otras historias que nos parecen más sencillas, más cómodas, que nos molestan menos, y por eso nos contamos a nosotros mismos que los sueños son para otros, que tenemos que ser prácticos, que las hipotecas no se pagan haciendo lo que uno desea en la vida. Esas otras historias nos limitan, provocan que no nos sintamos realizados, pero nos evitan el trabajo de tener que escribir nuestra propia historia y ser protagonistas de la misma. Son las historias con las que nos autoengañamos.
Pasé los primeros años de mi vida profesional trabajando en las grandes consultoras internacionales, esas de traje oscuro y corbata, rodeado de gente estresada que trabaja cientos de horas «porque era lo que había que hacer». Muchos confiaban en que cuando ascendieran vivirían mejor, que tendrían más tiempo «para ellos», pero lo que tenían era más salario, la trampa que les hacía seguir en aquella carrera de locos, confiando en que el siguiente ascenso sería el liberador, lo cual nunca sucedía.
Siempre tenías alguien que te decía adónde ir y lo que tenías que hacer, que habitualmente era desarrollar un proyecto para una gran corporación donde se replicaba el mismo esquema de personas atrapadas en trabajos que no amaban. Cuando hablabas con otros compañeros te sorprendía la cantidad de gente que quería ser otra cosa: escritores, emprendedores, viajeros…, pero que se resignaban con lo que tenían precisamente por lo bien pagado que solía estar su actual trabajo o simplemente por el miedo al cambio.
Ahí fue cuando empecé a darme cuenta de que parecía que al nacer alguien nos diera un guion preestablecido para cada uno de nosotros. Un guion sencillo, fácil de llevar, con el que sentirnos cómodos porque no tendríamos que pensar mucho más, simplemente dejarnos llevar, «porque era lo que había que hacer».
En mi caso difería poco del de cualquier otro chico nacido en Carabanchel a mediados de los setenta:
«Irás a un colegio, concertado o público, en ningún caso privado. Si eres buen estudiante continuarás en el instituto, si no, a F.P. En caso de ir al instituto, intentarás sacar la mejor nota para poder estudiar una buena carrera en una universidad de Madrid, ¿para qué salir fuera? Y luego, sea cual sea el camino escogido, te pondrás a trabajar.
Lo ideal es que seas funcionario; si no lo consigues, ponte a trabajar para una gran empresa y si no, confórmate con lo que te toque y no aspires a más. Eso sí, siempre en España, que es el mejor lugar del mundo.
Te casarás, tendrás 1,4 hijos que es la media nacional. Recuerda comprarte un piso, que ya sabes que los pisos son la mejor inversión y nunca bajan de precio, ir de alquiler es tirar el dinero.
A los 65 te jubilarás —si no has conseguido antes una jubilación anticipada— y disfrutarás de vacaciones en el IMSERSO hasta el día que te mueras.
Ah, una cosa más: no olvides hacer un seguro para pagar tu entierro. FIN».
Como decía, hasta cerca de los treinta años, me limité a seguir ese guion, sin preocuparme de mucho más. Pero poco a poco una incomodidad brotaba dentro de mí, casi sin darme cuenta. Al principio en modo de rebeldía y malestar cuando me enviaban a clientes que no me gustaban o a realizar proyectos que no me parecía que ayudaran mucho a la sociedad, solo para que unos poco fueran más ricos. Después siguió con una molestia por los horarios que me impedían hacer cosas que realmente me apasionaban, lo que me generaba un estrés interior, ya que mi cuerpo estaba en el trabajo, pero mi mente en la siguiente actividad. Luego surgieron preguntas: ¿por qué hago lo que estoy haciendo? ¿Es a lo que me quiero dedicar el resto de mi vida? ¿Es lo que quiero transmitir a mis hijos el día que los tenga?
Hasta que un día unas palabras comenzaron a resonar en mi mente, al principio como un susurro: «quiero ser el guionista de mi vida». Tardé un tiempo en entenderlas y cuando las comprendí les hice caso omiso, pero seguían ahí, día tras día, golpeando fuerte en mi consciencia y dejaron de ser ese simple susurro para transformarse en un ruido atronador. Así que finalmente respondí a aquella llamada de mi interior, asumí la responsabilidad de mi vida y decidí romper ese guion preestablecido para mí, y coger un cuaderno en blanco, más un lápiz, para empezar a diseñar mi nueva etapa, la más feliz: en mi caso, ser emprendedor.
Desde entonces tengo en mi cuarto la frase que dio esperanza a Nelson Mandela durante su cautiverio: «Soy el amo de mi Destino. Soy el capitán de mi Alma» del poema «Invicto» de William Ernest Henley.
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