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ofrece a los turistas. Todas ellas han crecido de un modo exponencial, como por ejemplo AirBnB, que a los pocos años de surgir se convirtió en la compañía de alojamiento más grande del mundo.

      Cuando Salim Ismail y sus colaboradores analizan los elementos concretos, que normalmente caracterizan las Organizaciones Exponenciales, descubren que hay once características, a las que denominan Atributos ExO, que son los elementos que siempre implementan las Organizaciones Exponenciales. Algunos de estos Atributos ExO están centrados en conectar con la abundancia y otros están centrados en gestionarla para crecer de manera exponencial. Todas las Organizaciones Exponenciales no siempre implementan los once atributos, sino que dependiendo de la compañía se implementarán unos más que otros.

      Sin embargo, de entre todos los Atributos ExO hay uno en específico que es implementado por esta nueva generación de Organizaciones Exponenciales sin excepción. Precisamente se trata del Propósito Transformador Masivo (MTP), que describe el motivo por el que la organización existe y cómo pretende impactar positivamente al mundo.

      El propósito sitúa a las organizaciones en otro nivel, en muchos sentidos. Por un lado, podemos asegurar que hoy en día las mayores oportunidades de negocio están asociadas a resolver los grandes retos a los que se enfrente la humanidad. Aunque este tipo de organizaciones va más allá de los resultados económicos, realmente tienen un propósito que las mueve y esto hace que se generen comunidades alrededor de ellas dispuestas a ayudarlas a conseguir su propósito. Un buen ejemplo de esto es TED, una organización exponencial de eventos que ha conseguido movilizar a millones de personas en todo el mundo, en tan solo unos pocos años.

      El Propósito Transformador Masivo es un complemento a la visión y a la misión de las organizaciones tradicionales. Las Organizaciones Exponenciales ya no solamente quieren definir en qué quieren convertirse en el futuro (visión) y cómo lo conseguirán (misión), sino que también definen por qué existen en el mundo (propósito).

      Las Organizaciones Exponenciales y aquellas que adoptan los Atributos ExO de un modo u otro, se están convirtiendo en la siguiente generación de compañías que están emergiendo exitosamente de esta Cuarta Revolución Industrial y que están sustituyendo a las empresas tradicionales.

      La Primera Revolución Evolutiva

      La explosión de las nuevas tecnologías exponenciales tiene y tendrá, si cabe, un mayor impacto en las personas que, incluso, el que ha tenido y el que tendrá en las organizaciones.

      Tal y como describieron Peter Diamandis y Steven Kotler en su libro «Bold» (Valiente), el efecto del progreso tecnológico se puede encapsular en las famosas 6 D’s, que describen las implicaciones prácticas de las tecnologías exponenciales en nuestra vida real: Digitalización, Decepción, Disrupción, Desmonetización, Desmaterialización y Democratización.

      La primera de ellas es la Digitalización, ya que es lo primero que ocurre cuando aplicamos tecnología a cualquier dominio y, de hecho, hoy en día la mayor parte de las actividades que hacemos está afectada por la digitalización de algún modo. A continuación, entramos en una fase de Decepción, al no encontrar los resultados esperados en el corto plazo tras la implementación de la tecnología en un nuevo dominio. Pero, debido a la evolución exponencial, tarde o temprano todo termina Disrumpiéndose, debido al eventual éxito y al cambio que genera la tecnología en la forma en la que se hacen las cosas en dicho dominio. La siguiente fase es la Desmonetización, ya que la tecnología hace que todo sea mucho más económico o, incluso, gratuito. Por otro lado, la tecnología también genera una Desmaterialización de los objetos, simplemente piensa en cuántos dispositivos que antes eran físicos llevamos hoy en día en nuestros dispositivos móviles (linterna, calculadora, bloc de notas, etc.). Y finalmente, llega la fase más importante: la Democratización, ya que tarde o temprano los nuevos avances tecnológicos terminan llegando a todo el mundo, lo que nos da a todos posibilidades que antes eran inimaginables para una gran mayoría.

      Todos llevamos en nuestros bolsillos dispositivos móviles con mayor capacidad de procesamiento que el mayor supercomputador que la NASA tenía hace 50 años. Además, estos dispositivos cada vez son más inteligentes y nos ayudan a tomar decisiones del día a día o decisiones complejas. En unos años, todos contaremos con impresoras 3D en casa para poder imprimir diferentes tipos de objetos o, simplemente, educar a nuestros hijos en el diseño y fabricación de distintos elementos. Y por supuesto, muy pronto seremos capaces de curar enfermedades complejas mediante la edición genética. Y esto será solo el principio, llegará un momento en el que mejoremos la especie gracias a ello.

      Párate a pensarlo por un momento; la evolución de nuestra especie humana ya no se rige únicamente por la selección natural, por el ensayo y el error de mutaciones genéticas en la naturaleza, tal y como han evolucionado las especies animales hasta nuestros días. Los seres humanos están complementando sus funciones y habilidades con la tecnología, llevamos haciéndolo siglos: mejorando nuestra propia piel natural con ropa, desplazándonos con mayor rapidez mediante distintos tipos de vehículos, etc. Y la velocidad con la que estamos adoptando nuevos tipos de tecnologías está acelerando. Pronto aumentaremos nuestra inteligencia natural con la Inteligencia Artificial. De hecho, ya lo hacemos de manera continua cuando utilizamos nuestros dispositivos móviles para buscar información de cualquier tipo o, simplemente, para hacer una operación compleja utilizando la calculadora. Pronto editaremos nuestro organismo mediante la edición de nuestro propio ADN.

      ¿Qué está ocurriendo?

      Lo que realmente está ocurriendo es la Primera Revolución Evolutiva, ya que es la primera revolución que no solo afecta a las empresas y a las industrias, sino también a todos nosotros, a la especie humana. La pregunta ahora es: ¿qué deberíamos hacer las personas para navegar adecuadamente en esta revolución?

      Como vimos antes, en distintas etapas históricas los humanos han conseguido sobrevivir o tener éxito por distintos factores. Y por lo tanto, en esta nueva etapa en la que estamos entrando, dominada por la tecnología y caracterizada por la integración de nuevas tecnologías exponenciales con nuestra propia vida y especie, el factor de éxito será diferente a los anteriores. En este momento ya no es tan relevante la fortaleza física (ya que vivimos en un mundo civilizado en el que la violencia no domina nuestro día a día y para obtener alimentos no es necesario cazar), ni es tan relevante la posición social en la que nace una persona (ya que tenemos estructuras sociales que atienden las necesidades más básicas) y pronto ni siquiera será tan relevante la inteligencia (ya que todos contaremos con acceso a sistemas de Inteligencia Artificial que podrán extender nuestra propia inteligencia).

      Para saber cuál será el factor que diferenciará a las personas exitosas y felices de las que no lo son, en esta nueva etapa, tenemos que volver a tomar como referencia la Pirámide de Maslow. En un mundo en el que las necesidades más básicas dentro del modelo están cubiertas (e incluso las intermedias), es precisamente el propósito lo que diferencia a los individuos que viven una vida con sentido de los individuos que no la viven.

      Hoy en día, las personas que tienen las necesidades cubiertas (incluso, a veces, cuando tampoco las tienen) y que no cuentan con un propósito claro de vida, en muchas ocasiones se sienten vacías, se sienten perdidas. Como Marcus Aurelius expresó hace siglos: «Una persona que no sabe cuál es su propósito en la vida, tampoco sabe quién es ella ni qué es el universo».

      Sin embargo, cuando una persona es consciente de su propósito en la vida, más allá de su trabajo (aunque, a veces, coincide), lo que observamos es una persona apasionada, una persona con una energía y una vitalidad que le permiten desarrollarse a un nivel por encima del resto.

      La nueva generación de líderes y de jóvenes está profundamente marcada por esta tendencia; son personas con un claro propósito y una fuerte determinación para hacerlo realidad, incluso generando cierta controversia. Un claro ejemplo es Elon Musk (CEO de Tesla) quien, más allá de los objetivos económicos de su compañía, tiene el claro propósito de llevar a la humanidad al siguiente nivel, desarrollando nuevos modelos que nos permitan contar con energía libre y gratuita para todos, o desarrollando una nueva tecnología que no solo nos permita alcanzar nuevos planetas (como Marte), sino que también nos permita transportarnos de un modo mucho más rápido

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