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a la nuestra, pero cuyo volumen craneal inferior y sus menores capacidades intelectuales no les permitirían ser incluidos en categorías como la del Homo sapiens sapiens.

      Para terminar de complicar el problema, no siempre es sencillo el decidir cuáles son las acciones adecuadas para beneficiar a los animales que deseamos que cuenten con nuestra protección. Algunas decisiones que favorecen aspectos del bienestar animal pueden perjudicar a otros aspectos del propio bienestar, por lo que hay que evaluar bien las consecuencias de las acciones que se toman y las relaciones de unas con otras. Criar conejos en parques les permite expresar mejor su comportamiento natural, pero aumenta notoriamente la mortalidad debido al contagio de enfermedades que supone el contacto entre ellos y con las heces de otros animales. Las aves de corral son animales que expresan una jerarquía de forma agresiva, con peleas de las que se derivan heridas con el pico, canibalismo y otros problemas, lo que ha conducido a un defensor clásico del bienestar animal a considerar que el mantener a los animales en jaulas con instalaciones que las mejoren (jaulas enriquecidas) es una solución más adecuada para el bienestar de las gallinas (Webster, 2005, p. 121). En los siguientes capítulos intentaremos ir desenmarañando el problema, separando sus componentes, y al final trataremos de exponer algunos de los problemas prácticos a los que se enfrenta la ética para con los animales.

      El problema es más variado de lo que aparenta

      Ninguna verdad me parece tan evidente como que la de que las bestias poseen pensamiento y razón, igual que los hombres […]. El perro deduce la ira de su amo a partir de su tono de voz, y prevé el castigo que va a sufrir… La inferencia que hace a partir de la impresión presente se construye sobre la experiencia y la observación de la conjunción de objetos en los casos pasados. Igual que modificáis vosotros esa experiencia, así modifica él también su razonamiento.

      David HUME, Tratado de la naturaleza humana, Libro I, parte III, sección XVI, 1739.

      Nuestras relaciones con los animales son muy diversas, tan diversas que los problemas de ética práctica que generan son difíciles de encuadrar en términos tan generales como el evitar su sufrimiento, darles ciertos derechos o respetar su comportamiento natural. En la tabla 1 figura una lista, que no pretende ser exhaustiva, de la relación de los humanos con los animales.

      TABLA 1

      Relaciones entre animales y humanos

      1. Cría de animales en granjas para consumir sus productos (huevos, leche, etc.)

      2. Cría y sacrificio de animales para consumo de carne

      3. Cautiverio de animales fuera de sus ambientes naturales (zoológicos, circos, parques, etc.)

      4. Deportes (caza, pesca, etc.)

      5. Experimentos con animales

      6. Animales de compañía

      7. Animales usados en trabajos (guarda, acarreo, etc.)

      8. Espectáculos con animales amaestrados (circos, acuarios, etc.)

      9. Espectáculos con agresiones a los animales (toros, peleas de gallos, etc.)

      10. Tratamiento de las plagas (ratas, conejos, insectos, etc.)

      Cada una de estas actividades presenta problemas específicos en cuanto a nuestra relación con los animales. Incluso las actividades aparentemente más inocuas pueden generar problemas éticos. Por ejemplo, los animales de compañía están aparentemente bien tratados; sin embargo, suelen vivir en apartamentos, aislados de otros animales, y son frecuentemente castrados o mutilados por motivos estéticos –recorte de orejas en perros, por ejemplo–, por no hablar de las razas de escasa viabilidad que han sido seleccionadas para exagerar algún aspecto de su morfología –tamaño, longitud, aspecto– que da placer a sus propietarios.

      Por otra parte, es infrecuente que en los textos dedicados a la defensa de los animales se trate el problema de las plagas. ¿Qué hacer cuando las ratas llegan a la ciudad? Las ratas son mamíferos evolucionados que comparten con los humanos, y por supuesto con otros mamíferos como perros o monos, muchos aspectos relacionados con el dolor. Dado que poca gente discutiría sobre la necesidad de exterminarlas –o al menos controlar su población–, ¿debe ser una preocupación encontrar medios de exterminio que produzcan la menor cantidad de padecimiento posible? ¿Aunque sean estos medios escasamente eficaces o mucho más costosos? Probablemente la respuesta en estos casos depende de la situación a la que se haya llegado; si el problema es una auténtica invasión de una plaga y el país no cuenta con medios económicos suficientes, la solución será más drástica aunque el sufrimiento que produzca sea mayor; situaciones intermedias requerirán un análisis más complejo.

      Entre estos dos ejemplos extremos se encuentran muchas situaciones de ética práctica que tienen que lidiar –si se me permite la metáfora– con numerosas variables; por ejemplo, la caza es un deporte tradicional que puede tener

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