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La tecnología, siglos XVI al XX. Leonel Corona Treviño
Читать онлайн.Название La tecnología, siglos XVI al XX
Год выпуска 0
isbn 9786070254468
Автор произведения Leonel Corona Treviño
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Издательство Bookwire
El pragmatismo científico. Fundación de la Universidad
En 1536 los franciscanos fundan la primera institución de cultura superior en la Nueva España: se trata del Imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, considerado la primera institución de transculturación mexicano-europea, en el que se impartían cátedras de latín, retórica, filosofía, teología, música, lógica y medicina bajo los mismos estatutos de los colegios europeos.37 En el mismo colegio "los niños indios empezaron a escribir en su lengua y en español, y a incorporarse no sólo a la nueva religión, sino a la nueva cultura".38
El primer egresado de ese colegio es un médico, Martín de la Cruz, quien en 1552 escribe el primer tratado de farmacología en el continente americano. Esta primera monografía científica de la botánica indígena trata de los usos medicinales de las plantas en México. Sus principios activos, luego de ser validados, son incorporados a la farmacopea internacional. La obra es traducida del mexica al latín por otro indígena, Juan Bodiano,39 y enviada a Europa.
La creación de la Universidad en 1551 (con el grado de Pontificia a partir de 1595), bajo el modelo de la Universidad de Salamanca, introduce la enseñanza de las ciencias en la Nueva España.40 En su cátedra de artes se enseña matemáticas, dibujo lineal y geométrico, física, teología, astrología, anatomía y cirugía, mismas que se fueron sumando en el transcurso de los siglos XVI y XVII. En los seminarios de San Pedro y de San Pablo, fundados en 1573, se imparte cosmografía orientada a la física práctica y a la topografía.
Con la cátedra de medicina en la Universidad de México inicia el desarrollo formal de la ciencia médica mexicana. En 1567 se gradúa el primer doctor en medicina, Pedro Farfán,41 y tres años más tarde se imprime el primer libro de medicina en América, titulado Opera medicinalia escrito por el español Francisco Bravo.42
Sin embargo, el establecimiento de la Universidad no implica el acceso de los nativos, por lo que la oportunidad de aportar al conocimiento universal durante los dos primeros siglos de vida colonial es limitada, a pesar de la creación de una serie de instituciones de enseñanza que se proponen incorporar al indígena al conocimiento y cultura occidental.
Las ciencias y las enseñanzas técnicas están orientadas a la extracción de minerales. Esto no es así para el fomento de la producción fabril, ya que compite con la metrópoli. Los precursores de los estudios de la ciencia y las técnicas lo fueron a título personal más que a nivel de instituciones.
Las cátedras de astronomía y matemáticas más relacionadas con la generación de conocim ientos en aplicaciones técnicas para las actividades productivas, como la ingeniería, la hidráulica, la arquitectura y la mineralogía, esperan casi cien años para ser impartidas como disciplinas científicas. Su implementación se relaciona con la figura de Carlos de Sigüenza y Góngora, cuya obra abarca desde el ámbito de la ciencia pura hasta el de las artes mecánicas. De hecho, este ilustre personaje es responsable de uno de los primeros levantamientos cartográficos más precisos de los territorios de la Nueva España.43
Sin embargo, los contactos con los científicos europeos son escasos en estos siglos. En todo caso, las pocas aportaciones al Nuevo Mundo se deben a emigrantes, médicos y religiosos europeos.44
En esa época destacan las observaciones naturalistas de Francisco Hernández y el surgimiento y desarrollo de los instrumentos de medición. En 1571 llega a México el doctor Francisco Hernández, designado por Felipe II protomédico general de todas las Indias, quien se da a la tarea de "[...] indagar, describir y comprobar las cualidades terapéuticas y los usos alimenticios o industriales de las plantas mexicanas [.. .]"45 Hernández puso especial atención en los usos múltiples de ciertas maderas y plantas como el tabaco, el chile, el cacao, el coco y el nopal. Recaba información de cómo se realizaban algunas actividades indígenas (el procesamiento del papel amate, la salsa de tomate y chile y el chocolate), así como el aporte alimentario de iguanas, conejos y guajolotes. En una obra posterior Hernández describe 2 881 plantas, 410 animales y 35 minerales, de los que destaca sus propiedades alimentarias e industriales.46
La importancia que va adquiriendo la medicina conlleva a que en 1722 se edite y publique por Juan Ignacio María de Castoreña y Ursúa y Goyeneche el primer número de la Gaceta de México, primer periódico que incluye información médica interesante.47 En ese mismo decenio también se publica el primer tratado de fisiología escrito en México. En 1735 se funda la Academia de Medicina del Virreynato.48
Los avances de la medicina implican la fundación de hospitales. El primer antecedente lo constituye el Hospital de la Purísima Concepción o de Nuestra Señora, creado en 1524, hoy llamado Hospital de Jesús. Le sigue el Hospital de San Lázaro, creado por esos mismos años; el Hospital Saint Joseph (1531) y el Hospital de la Mujer "Dr. Alemán Pérez", originalmente conocido como Hospital de los Desamparados o como Hospital de San Juan de Dios, fundado en 1605.49
CAPACIDADES TÉCNICAS QUE PERMANECEN
Las capacidades técnicas y de conocimientos alcanzadas por el mundo indígena mexicano hasta 1521 sufren modificaciones con la llegada de los españoles. Muchas capacidades se destruyen y otras cambian, atendiendo a la dinámica de extracción de la riqueza bajo la dominación colonial española. Sin embargo, un conjunto de actividades técnicas y científicas ligadas a la agricultura, la medicina, la astronomía y la construcción se conservan.
La agricultura y la medicina constituyen la parte fundamental de este periodo las cuales ya han sido comentadas, por lo que enseguida se finaliza con la construcción y la astronomía.
Construcción y arquitectura
La cuenca cerrada del valle de México albergaba un conjunto de lagos interconectados como Zumpango, Jaltocan, Ecatepec, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Las obras hidráulicas construidas atendieron a diversas necesidades, entre otras para separar el agua salada (Texcoco-México) de la dulce, y calzadas de comunicación y defensa que sirvieron también para regular inundaciones, y múltiples diques y acequias para las chinampas. La supremacía militar azteca lleva a una centralización política que debió ser paralela a un proceso de construcción del sistema hidráulico (Ángel Palerm, Obras hidráulicas prehispánicas en el sistema