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Pinceladas del amor divino. Erna Alvarado Poblete
Читать онлайн.Название Pinceladas del amor divino
Год выпуска 0
isbn 9789877982817
Автор произведения Erna Alvarado Poblete
Жанр Документальная литература
Серия Lecturas devocionales
Издательство Bookwire
Ser anciana
“Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda” (Sal. 37:5).
En el año 160 a.C., la vejez era vista como una enfermedad. Cuando un anciano moría, se decía: “Se acabó la pelea de un derrotado”. A pesar de los años transcurridos, la tendencia parece no haber cambiado mucho; hoy se pondera la juventud como un tesoro y se desestima la vejez, mirándola como una pérdida irremediable.
Pareciera ser que la vejez solo se considera un asunto de salud; las fuerzas menguan, las capacidades físicas se deterioran, se acaban la agudeza visual y auditiva, y las facultades intelectuales aminoran. Obviamente la plenitud de vida va más allá de los aspectos físicos. En la ancianidad, la corporalidad se vive de otro modo, pero no menos intenso que en la juventud. Los pasos lentos de una anciana son también una respuesta a los años vividos. La prisa es innecesaria; es tiempo de contemplación, de reflexión y de encuentro con la vida. Esta es una lección que bien harían en aprender los jóvenes para no ser tragados por la vorágine de la vida moderna.
El quehacer de la vida no termina con los años; continúa, pero de manera diferente. Las ancianas no cuentan el tiempo en las manecillas del reloj; lo cuentan en experiencias y en obras de bien. Tienen la oportunidad y el privilegio de vivir el presente sin la ansiedad que a las jóvenes les genera el miedo al futuro.
Es en esta etapa de la vida cuando se tiene como prioridad lo que es esencial y se deja de lado lo trivial. La productividad no se acaba; simplemente tiene otro sentido. Las manos, los labios y los brazos de la anciana están cargados de historias de vida, deseos cumplidos, fracasos superados. Quien busca estrechar esas manos y oír esas historias tiene ante sí un manual de vida que enseña, corrige y aconseja de manera práctica, no con una teoría que no haya sido probada. Las experiencias de vida son las que le dan autoridad. Es en este tiempo cuando la amistad con Dios es tan genuina y real, que solo se piensa en la muerte como el momento de acercarse al día de la venida del Señor.
Vive tu vejez con gratitud a Dios por haber llegado a este tiempo tan especial de la vida, que te pone como maestra del bien, consejera y amiga. Este día y hasta el último de tu vida Dios está y estará contigo.
20 de marzo
La mujer de Dios en una “sociedad líquida”
“La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre” (Isa. 40:8).
El sociólogo, filósofo y ensayista Z. Bauman introdujo el concepto de “sociedad líquida”. Con esta expresión hizo referencia a ese tipo de vida tan común hoy en día que se caracteriza por carecer de rumbo, llevando a las personas a permanecer en un estado constante de incertidumbre. En una sociedad líquida, los valores se diluyen rápidamente de una generación a otra, nada parece tener raíces profundas, y todo se mueve de acuerdo con las circunstancias. Ni los hábitos, ni lo bueno y lo verdadero alcanzan su solidificación; de ahí la incertidumbre y el “desgano” de muchos para moverse hacia metas y objetivos loables.
En medio de este estado de cosas, qué grato es tener la certeza de que la Palabra de Dios “permanece para siempre”. Todo lo que Dios nos ha dicho a través de su Palabra es eterno e inamovible, sean cuales fueren las circunstancias. Las mujeres de Dios pisan suelo firme, seguro y certero cuando viven y se mueven en base a un claro “así dice Jehová”.
No hay duda de que la volatilidad de valores y principios es uno de los grandes males de nuestro tiempo. Nuestra postura frente a esto debe ser definida ya. Los valores humanos atemporales, como el “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza” (Gál. 5:22, 23, RVR 95), son los que dan contención a nuestra existencia en este planeta y nos preparan para la eternidad.
La vida light es artificial y vana, se diluye en el vacío de experiencias tenebrosas que nos alejan de Dios. Nuestra familia necesita referentes claros que iluminen nuestro andar en el camino que nos llevará a formar parte de la familia de Dios. La invitación de hoy para ti es que te comprometas a ser ese referente humano que muestre el camino con asertividad.
Cristo viene pronto; estamos viviendo en el ocaso de la vida en este planeta. El día de nuestra redención está cerca. ¡No perdamos el rumbo! No caigamos víctimas de una sociedad líquida. Para ello, es necesario que enraicemos nuestra vida en los sólidos principios de la Palabra de Dios. Construye sobre la Roca, no sobre la arena. ¿Tomarás esa decisión hoy? Esperar para tomar esa decisión es darle cabida cada vez más en tu vida a esa mentalidad de la sociedad líquida.
21 de marzo
Un buen día, garantía de una buena noche
“Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes” (1 Ped. 5:7).
El sueño es un reparador de energía como ningún otro, pues provee descanso físico, restauración emocional y claridad de ideas. Quien ha pasado gran parte de la noche sin dormir sabe que esta experiencia es desgastante, destructiva y devastadora. Dicen los expertos que las mujeres son más propensas a sufrir este trastorno que los hombres, consecuencia tal vez de su manera peculiar, más emocional, de procesar las experiencias vividas.
El insomnio toma diferentes formas, tales como tardar mucho en conciliar el sueño, dormir con sobresaltos, despertarnos muchas veces durante la noche, o tener muy pocas horas de verdadero descanso. Quizá la peor manifestación de este trastorno sea estar somnolienta durante el día, lo que provoca irritabilidad, intoxicando el entorno donde nos movemos.
Descartando los insomnios crónicos con bases físicas diagnosticadas, el insomnio suele ser consecuencia de nuestros hábitos y estilo de vida. La preocupación parece ser la causante de las mil y una vueltas que le damos a la cabeza en la cama, y la que nos impide descansar. Como consecuencia de todo esto, se genera en nuestro interior una buena dosis de ansiedad al intentar a toda costa dejar de pensar y comenzar a dormir. Esto, lejos de ayudarnos en la situación, toda vía la empeora más. Para tener un descanso de buena calidad, con sueño profundo y reparador, podemos tomar en cuenta los siguientes consejos:
Procura procesar positivamente las experiencias del día. Acepta lo que no puedes remediar. Las cosas no siempre salen como las planeaste; hay muchas maneras de hacer lo mismo.
No te culpes por lo que no hiciste bien; desecha la culpa y aprende de tus errores.
Toma en cuenta a los demás; también tienen sus planes, y el mundo no gira en torno a ti.
En el día, trabaja; en la noche, descansa; deja de pensar en lo que no hiciste y en lo que harás al otro día.
No te vayas a dormir enojada; reconcíliate con Dios, con el prójimo y contigo antes de irte a la cama.
No te agotes en el día; el exceso de cansancio, a veces, impide dormir.
Y, por último, lo más importante: busca a Dios en oración, cuéntale lo que pasa en tu vida. Es seguro que así tendrás una buena noche de descanso.
22 de marzo
Tu día ya comienza: alaba a Dios por ello
“Este es el día que hizo Jehová; ¡nos gozaremos y alegraremos en él!” (Sal. 118:24, RVR 95).
Comenzar el día es una tarea difícil para muchas personas, por diferentes razones. La premura de las cosas por hacer parece ser el primer pensamiento que muchos tienen al despertar. Los deberes, implacables, nos levantan, y pocas veces tomamos el tiempo para disfrutar el significado de un nuevo día. De ese modo, nos sentimos mentalmente cansadas antes incluso de comenzar las actividades de la jornada.
El reloj rige nuestro andar y nos empuja a apurarnos. La lista de cosas por hacer no espera y es el cruel verdugo que se interpone entre el placer de un hermoso amanecer y nosotras. De pronto, casi imperceptiblemente, los ruidos