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      Aquella improbable intersección tendría consecuencias que irían mucho más allá de sus vidas individuales. Un espectador que, a finales de esa década, viese el doble documental sobre el nacimiento de Every y el ascenso de Aurangzeb no creería de ningún modo que la etapa islámica en la India estaba por tocar a su fin y daría paso al dominio imperial británico, que se extendería en todo el subcontinente durante los dos siglos siguientes. La ocupación británica de la India es un hecho hasta tal punto definitorio de la Edad Moderna que es difícil imaginar una cronología histórica alternativa. Sin embargo, si la vida de Henry Every hubiera tomado otros derroteros, es probable que la ocupación británica ni siquiera se hubiera producido.

      15 Anónimo, 1842, pp. 109-112.

      16 Maddison, 2013, pp. 7.583-7.584.

      17 Yafa, 2006.

      18 Para obtener más información sobre este tejido teñido, que tuvo un impacto histórico a nivel mundial y cuyo valor se debía únicamente a cuestiones estéticas, véase Johnson, 2016, pp. 17-30.

      19 Yafa, 2006, p. 28.

      20 Los escritos de Estrabón sobre la India están disponibles en https://www.ibiblio.org/britishraj/Jackson9/chapter01.html [consultado el 26/05/20].

      21 “El vino, el bronce, el estaño, el oro y varios artículos manufacturados se enviaban por el Nilo hasta Coptos y eran trasladados por tierra a los puertos de Mios Hormos o Berenice. Tripulados por griegos de Egipto, esos barcos navegaban a través del golfo de Adén hacia la India por dos rutas principales: una por el norte, costeando Guyarat y hacia la costa de Kerala, al sudoeste; y otra por el sur, hasta Ceilán. Regresaban con especias, pimienta, joyas y tejidos de algodón. Compraban sedas chinas, espejos y otras mercancías que habían llegado hasta la India por tierra. El comercio indio se financiaba en gran parte con la exportación de plata y oro. El volumen y datación de las monedas romanas encontradas en la India indican los puestos comerciales y la fluctuante intensidad de los intercambios” (Maddison, 2007, pp. 3.884-3.891).

      22 Gopalakrishnan, 2008.

      23 Al-Biruni, 2015, pp. 10-11.

      24 “En 1012 lo llevó a Thanesar, la primera capital de Harsha, al norte de Delhi. Trató de interceder Anandapala, cuyo reino quedó relegado a un pequeño rincón del Punyab Oriental y cuyo estatus era algo mejor que el de un feudatario gaznávida. Ofreció sobornar a Mahmud con elefantes, joyas y un tributo anual. La oferta fue rechazada, Thanesar cayó y ‘el Sultán regresó a casa con un botín imposible de cuantificar. Alabado sea Dios, el protector del mundo por el honor que otorga al islam y a los musulmanes’, escribió Al Utbi” (Keay, 2010, pp. 4.472-4.476).

      25 En 1018, las fuerzas de Mahmud llegaron al templo sagrado de Mathur y rápidamente “lo inundaron de brea y lo quemaron y arrasaron”. Un destino aún peor le esperaba al templo de Somnath, cerca de la costa, en la península de Saurastra. “Tras despojarlo de su oro, entró personalmente en el templo con su ‘espada’, que debía de ser más bien algo parecido a un mazo. Los escombros que quedaron fueron enviados a Gazni y se usaron para construir los escalones de la nueva Jama Masjid (la ‘mezquita del viernes’), para que fueran pisoteados humillantemente y eternamente profanados por los pies de los fieles musulmanes” (Keay, 2010, p. 4.456).

      26 Braudel, 1988, p. 232.

      iv

      ‘Hostis humani generis’

      argel

      ca. 1775

      Algunas de las cosas que relata Van Broeck tienen fundamento histórico. Un vicealmirante de nombre John Lawson capitaneó, en efecto, una fragata de cincuenta cañones llamada Resolution y dedicó varios años a proteger a los barcos mercantes ingleses de los piratas de Berbería que operaban desde los puertos de Argel, Túnez y Trípoli. El problema es que el primer servicio de Lawson en el Mediterráneo tuvo lugar a principios de la década de 1660 y el vicealmirante murió durante una batalla naval contra los holandeses frente a las costas del condado de Suffolk, en el sur de Inglaterra, en 1665. El Resolution, por su parte, se hundió durante la llamada batalla del Día de San Jaime, librada, de nuevo, entre ingleses y holandeses al año siguiente. Si Henry Every nació, en efecto, en Newton Ferrers en 1659, habría sido un marino especialmente precoz para haber luchado junto a John Lawson en Argel a principios de la década siguiente. (Quizá su “brío y vigor” eran los propios de un niño de tres años). Por supuesto, en los barcos de la Marina Real solían servir adolescentes y, según Van Broeck, Every habría nacido en 1653, lo que deja abierta la posibilidad de que se embarcara con Lawson en el Resolution en calidad de paje a los ocho o nueve años. Una edad, no obstante, inusualmente temprana aun para las convenciones de la Marina Real. Parece poco probable que un niño de esa edad hubiera causado impresión en un almirante, por muy “vigoroso” que se hubiera demostrado.

      Una segunda fragata llamada HMS Resolution –en este caso, un navío de línea de tercera clase armado con setenta cañones– fue botado en 1667 y también prestó servicio contra los piratas de Berbería a finales de esa década, aunque Lawson no navegó en él. Si hemos de creer que Every nació en 1659 y en última instancia participó en algún tipo de batalla náutica en la que “el terror de la marina inglesa hizo entrar en razón a la ciudad de Argel”, entonces lo más probable es que Every se alistara en la marina a principios de la década de 1670 y participase en diversos ataques contra ciudades de Berbería durante ese periodo.

      Con independencia de la cronología exacta, tendría sentido que a Every lo hubiera movido a alistarse a la marina aquella operación de castigo contra los piratas de Berbería. Habiéndose criado en la costa meridional de Inglaterra, los legendarios corsarios de África del Norte habrían desempeñado un papel de peso en cuentos populares y en las pesadillas de la niñez de Every. Los piratas de Berbería llevaban más de un siglo hostigando a los barcos mercantes británicos en el Mediterráneo, pero también planteaban un peligro inminente a las poblaciones costeras del sur de Irlanda e Inglaterra. En 1631, un barco pirata berberisco atacó la aldea de Baltimore, en la costa del condado de Cork, en plena madrugada. Los piratas raptaron a casi cien personas –la mitad de ellas niños–, todas las cuales fueron vendidas como esclavas en Argel. Catorce años más tarde, fueron capturados y esclavizados doscientos

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