Скачать книгу

estudiaba, dos preguntas candentes se desplegaban en mi mente:

      1. ¿En dónde se encuentran la consciencia y la biología? ¿Acaso la consciencia se refleja a través de nuestra constitución biológica, o es nuestra biología, en realidad, la consciencia manifestándose? Somos seres humanos, después de todo, y los yoguis usaban el cuerpo (que es biológico) para viajar hacia adentro, hacia niveles “más profundos” de consciencia. Por lo tanto, parecería que el cuerpo y la consciencia están entrelazados de alguna manera.

      2. ¿Es la felicidad una experiencia psicológica? Es decir, al buscar descubrir quiénes somos profundamente a través de las prácticas yóguicas que involucran el cuerpo, la respiración y la mente, ¿podemos encontrar en nuestro interior la paz y la felicidad que existen en nuestra composición fisiológica, profundas y perennes? Me parecía que, dado que en el yoga usamos el cuerpo en todos sus posibles aspectos, la felicidad no podía ser simplemente una construcción mental, sino una parte integral de nuestra constitución física y que se puede hallar en los mecanismos internos de nuestros cuerpos. Quizás la trascendencia se encuentre más allá de los reinos del cuerpo, pero ¿qué sucede con la mera felicidad y la tranquilidad de saber quiénes somos? La felicidad como un constructo mental parece ser una imposibilidad. No podemos sostener un pensamiento en nuestras mentes por más de un segundo o dos. Entonces, ¿cómo podemos sostener mentalmente la felicidad? La felicidad quizás exista en algún lugar más profundo. En los sistemas de pensamiento hindúes, la felicidad no equivale al placer, sino al significado o el propósito. No es la felicidad lo que buscamos, sino la experiencia de nuestro propio ser esencial. Nos buscamos a nosotros mismos. ¿Es esto experimentado en nuestra fisiología? ¿O acaso la mente y el cuerpo forman un continuo, de manera que sentimos una experiencia integrada del ser porque no hay distinción entre cuerpo y mente?

      Estas preguntas son, en gran parte, mi punto de partida. Y, en realidad, el sistema nervioso es una parte integral y un componente fundamental de mi exploración. Los antiguos yoguis enseñaban que la ciencia del yoga no se trata de la perfección de las posturas, sino de la perfección de la relación entre cuerpo-mente-espíritu, de manera que uno pueda comprender los profundos misterios del ser. Estas enseñanzas, sumadas a las de mi gurú del sur de la India, propulsaron mi camino y mi continua fascinación por estos temas. Lo que contiene este libro son exploraciones sobre las ideas yóguicas y la investigación científica acerca de los mecanismos neurobiológicos subyacentes que ayudan a explicar cómo y por qué el yoga tiene un impacto general positivo en nuestros cuerpos, nuestras mentes y en el mundo, y cómo podemos encontrar felicidad, significado y propósito en él.

      ¿QUÉ ES EL YOGA?

      Y también es importante reconocer que, en este momento, en los Estados Unidos nos encontramos en el centro de un importante choque de culturas. En la década del sesenta tuvimos el encuentro de Oriente con Occidente y el movimiento hippie, una generación de jóvenes que intentaron liberarse de las cadenas de la austeridad de la guerra y de los ideales restrictivos de sus familias. He observado el crecimiento del yoga durante los últimos treinta años, y ahora podemos decir que Occidente fagocitó a Oriente, y que el abrazo libre a la espiritualidad ha virado bruscamente hacia un choque de cabeza con el consumismo, exactamente lo opuesto a lo que se supone que el yoga promete y ofrece. La India, en especial bajo la tutela del Primer Ministro Modi, ha comenzado a reclamar el yoga como parte de su herencia cultural, un legado legítimo. Pero mientras tanto, el Occidente ha adoptado al yoga como uno de sus hijos, y el yoga en los Estados Unidos se ha incorporado a la vida cotidiana de las maneras más inusuales, que incluyen la secularización de una práctica contemplativa.

Скачать книгу