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y tomar decisiones.

       b) Identificar y decidir un curso de acción respecto de la fuente de ansiedad:

      - Puede estar en el contexto del niño: si es en el colegio (matonaje, rendimiento), hay que actuar para revertirlo. Si se refiere a la familia (violencia, maltrato, crisis familiar), hay que buscar un curso de acción a seguir.

      - Puede ser un estilo, individual y/o familiar, de pensamiento sobre la realidad, y en este caso hay que buscar un modo de terapia.

       c) Decidir la necesidad de derivar y agregar un tratamiento medicamentoso.

      d) Reducir la frecuencia e intensidad de la respuesta ansiosa frente a un determinado hecho escolar, para que el funcionamiento diario no se vea perjudicado (esto puede hacerlo un psicólogo externo al colegio, que actúa colaborando, o el del colegio).

Cabe recordar: "Ningún miedo se quita, evitando la situación temida", porque al evitarla, se confirma la idea que, si se hubiera producido la situación, se habrían generado las consecuencias temidas. Es necesario buscar mecanismos para disminuir la ansiedad frente a las situaciones que la generan en exceso.

      Para intervenir eficazmente en los trastornos de ansiedad, es necesario adoptar un enfoque integral que involucre tanto tratamiento de crisis en el contexto escolar, como apoyo farmacológico, eventualmente psicoterapia individual y recomendaciones a la familia y profesores. En síntesis, una red de apoyo social que proteja y entregue el debido soporte.

      A continuación, presentamos algunas sugenercias para cada uno de estos actores.

      Los ámbitos de intervención del psicólogo escolar en la institución, están contenidos en todo el capítulo. Las sugerencias que presentamos a continuación están orientadas a la actuación del psicólogo en el trabajo de tipo terapéutico –ya sea en consulta clínica particular o dentro de un marco de orientación psicológica en el colegio- con el niño(a), sus padres y profesores.

      Los estudiantes con cuadros ansiosos tienen especial dificultad con las situaciones de evaluación. El psicólogo puede apoyar en tres líneas a los niños con estos problemas. Y puede hacerlo individual o grupalmente (cabe resaltar la pertinencia de trabajar grupalmente con los niños ansiosos, en tanto les alivia ver que hay muchos otros que también temen las mismas situaciones).

      • En un ejercicio de desensibilización sistemática de la situación temida, repasar previamente en fantasía todos los momentos previos a la situación de evaluación, asociando a los distintos hitos, imágenes placenteras y respiración calmada.

       "Al revisar juntas la secuencia que vivía previo a las pruebas, me encontré que la incubación de la ansiedad partía alrededor de una semana antes del evento. La niña se encargaba de repasar todos los días, varias veces al día, la imagen de ella y la hoja de la prueba en blanco en el escritorio, sin poder contestar nada. Naturalmente,la terapia en este aspecto consistió en hacer lo mismo,pero asociando imágenes positivas (que habíamos previamente identificado como momentos en que ella se sentía hábil y capaz), y aprendiendo a inducir estados corporales de relajo. El día de la prueba debía hacer lo mismo. Además, la primera vez que dio una prueba después de la desensibilización, habíamos pactado con la profesora que si le iba mal, tendría otra oportunidad, con lo que hacíamos mucho más aliviante la situación. En este caso me di cuenta, al llegar el día de la prueba, que estaba aun muy incapaz de controlar la situación, así es que repactamos con la profesora que ese día ella daría la prueba, pero no corría la nota, le fuera bien o mal. La prueba la daría de nuevo con las otras niñitas que faltaran ese día.Además estaba el acuerdo que si ella se ponía ansiosa y no podía controlarlo, podía salir afuera y después volver, o simplemente podía irse."

      • Con frecuencia, los niños ansiosos tienen mal rendimiento producto de la ansiedad, y se sienten más incompetentes de lo que realmente son. En esos casos conviene, para fortalecerles, ayudar a reconocer con pruebas concretas (por ejemplo una prueba de inteligencia), su real potencial y capacidad.

      • Ofrecer ayuda en los momentos en que esté con demasiado temor. Que el niño perciba que en el colegio hay una persona donde poder refugiarse en caso de miedo, puede ser toda una posibilidad para no tener que recurrir al apoderado cada vez, perdiendo clases. Todo esto debe hacerse en convenio con el profesor. Una intervención de este tipo debe coordinarse con una estrategia que incentive a que esta situación vaya disminuyendo. Por ejemplo, "cada vez que estés demasiado mal, te vienes para mi oficina y aquí te calmas. En este calendario veremos cuántas veces vienes por semana: la semana que no hayas necesitado venir, inventamos un premio".

       Hay un programa en algunos colegios alemanes que incluye una sala que le llaman la "estación escolar".Allí pueden ir los estudiantes que necesitan un alto en la jornada escolar, ya sea para desestresarse, para desenfurecerse, para bajar la ansiedad. Los niños van solos a esta sala, donde hay un profesional que les acompaña. Una sala con cojines, escritorios, materiales. Cuando un niño va muy seguido, el profesional indaga su situación. Pero cualquiera puede ir de vez en cuando. La idea es que la jornada escolar es como un viaje, y de vez en cuando se necesita bajar a una estación (Ximena Bugueño, psicóloga, comunicación oral).

      Desde la perspectiva de un enfoque ecléctico, de corte sistémico y cognitivo conductual, en los cuadros ansiosos conviene tener presente algunas consideraciones terapéuticas:

      a) Los síntomas de los cuadros ansiosos son muy fuertes y se viven con gran dolor por niños y adultos. Para poder empatizar con él o ella, es muy importante reconocer la sensación que experimenta, saber de las expresiones fisiológicas del miedo, de lo difícil de controlar las taquicardias, la sudoración y los ahogos. Así también, es necesario comprender el mecanismo que genera que tantos estímulos se condicionen a este tipo de sensaciones. Sólo la comprensión de estos dos fenómenos (miedo y condicionamiento) permitirá empatizar y a la vez idear estrategias de apoyo. Las indicaciones tales como "no pasa nada", "tú sabes que eso no es cierto", "tienes que dominarte" aumentan la sensación de incomprensión y descontrol de la situación.

      b) En el abordaje de la ansiedad hay dos vertientes que recorrer: b.1) comprender el origen de la ansiedad, y b.2) desarticular el profundo condicionamiento que está implicado en la reacción ansiosa.

      b.1 Comprender el origen implica comprender la etiología, el conflicto inconsciente, el núcleo central de ansiedad en el niño. La entrevista interpretativa permite al terapeuta guiar al niño en la expresión de sus motivaciones y sentimientos, para luego vincularlos a sus miedos y ansiedades. Diversas técnicas permiten identificar las áreas de conflicto que generan ansiedad: títeres, bandeja de arena, juego, música, listados. En síntesis, se trata de establecer una conexión entre la ansiedad y su razón de fondo. A veces hay una familia detrás exigiendo, ya sea directamente, o a través del modelo de un hermano/a muy brillante. Otras, puede haber una familia con patrones muy competitivos. En las personas ansiosas, la competitividad es muy mal tolerada. A veces la ansiedad es un síntoma de profundas complejidades psicológicas, fruto de traumas y/o patrones familiares (ansiedades producto de familias con abuso de alguno de sus miembros; ansiedades producto de situaciones antiguas de guerra, de persecución política; ansiedad en familias que actúan en el filo de la ley; ansiedad en familias en exceso sobreprotectoras, hipocondríacas y temerosas, normalmente familias que han tenido experiencias atemorizantes reales en generaciones previas; ansiedades producto de maltrato de pares). En estos casos, el psicólogo escolar debe derivar a una psicoterapia, que actuará en forma paralela a la intervención escolar, que le ayudará a enfrentar la situación específica que se da en la escuela, protegiendo esta dimensión de la vida del estudiante. Obviamente, si el origen etiológico se remite a una situación de matonaje en la escuela, la intervención escolar puede ser la más relevante.

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