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Del laboratorio al mercado. Álvaro Ossa Daruich
Читать онлайн.Название Del laboratorio al mercado
Год выпуска 0
isbn 9789561428423
Автор произведения Álvaro Ossa Daruich
Жанр Математика
Издательство Bookwire
Mirada de largo plazo
Por otra parte, es muy importante que las instituciones tengan un compromiso y mirada a largo plazo para desarrollar investigación aplicada con impacto, de manera de impulsar y fortalecer las capacidades para transferir sus resultados. Esto debiese contribuir a que los investigadores se interesen más por desarrollar investigación orientada a las necesidades de la industria y con perspectivas de resolver un problema concreto desde sus inicios (Fraser, 2008).
La inversión pública es clave
Finalmente, es clave que los Estados inviertan en ciencia y tecnología. Los países ricos lo son, porque dedican recursos al desarrollo científico-tecnológico; y los países pobres lo siguen siendo, porque no lo hacen: “La ciencia no es cara, cara es la ignorancia” (Pigna & Pacheco, n.d.).
El desarrollo científico tecnológico permite diversificar la matriz productiva, hacer más competitiva a una nación y, por sobre todo, mejorar la calidad de vida de las personas. Los países deben lograr entender, incentivar e invertir en ciencia y tecnología para el crecimiento y el bienestar de la nación. Es importante que tengan una visión de Estado de largo plazo y no una mirada limitada de corto plazo.
Por otra parte, existen múltiples barreras a la hora de desarrollar la transferencia tecnológica. Según (Mazurkiewicz & Poteralska, 2017), la transferencia tecnológica se ve dificultada por la existencia de diferentes barreras que es importante sortear, ya que bloquean las interacciones entre las universidades y las empresas, impidiendo así el desarrollo de innovaciones. Según los autores, existen tres tipos de barreras que enfrentan las universidades y centros científicos a la hora de iniciar un proceso de transferencia tecnológica: las barreras tecnológicas, las económicas y organizacionales, y las del ecosistema.
Barreras tecnológicas
Dentro de las barreras tecnológicas se encuentra la dificultad intrínseca de desarrollar cualquier nueva tecnología, según el estudio Technology Transfer Barriers and Challenges Faced by R&D Organisations (Mazurkiewicz & Poteralska, 2017). Debido a que es un proceso de alto riesgo, no solo se debe comprobar que la tecnología funciona, sino que además se debe demostrar su utilidad para resolver un problema real. También puede ocurrir que las tecnologías sean demasiado sofisticadas, por lo que resulte difícil o imposible adecuarlas para su utilización en el mercado. En este sentido será mucho menos riesgoso utilizar tecnologías ya desarrolladas que otras en proceso de desarrollo.
El estudio plantea que otro de los factores considerados barreras tecnológicas es la limitada capacidad técnica que pueda existir en los equipos de investigación, lo que puede llevar a desarrollar una única posible solución para el problema existente. Esto es una barrera, ya que puede llevar a no ver el problema en forma global, sino más bien a concentrarse en una solución en particular.
Por otro lado, el hecho de que los desarrollos impliquen altos requisitos técnicos y de personas puede hacer que el costo sea muy elevado y, por ende, muchas veces haga compleja su implementación y su transferencia. Adicional a lo anterior, Mazurkiewicz & Poteralska (2017) plantean que en algunas ocasiones se requiere mucho tiempo para el desarrollo tecnológico, lo que puede llevar al desaliento y desinterés de los clientes potenciales que desean que la tecnología sea desarrollada lo más rápido posible. Finalmente, también puede ser que una versión prototipo de una tecnología no funcione de igual manera o no sea compatible cuando se requiere hacer el escalamiento industrial, lo cual hace completamente inviable su transferencia.
Barreras económicas y organizacionales
Dentro de las barreras económicas y organizacionales, se encuentra el tiempo, según lo estudiado por Mazurkiewicz & Poteralska (2017). Mientras las organizaciones de investigación y desarrollo (I+D) piensan en hacer desarrollos de largo plazo, las empresas buscan soluciones en el más corto plazo posible, es decir, tienen una visión distinta sobre el tiempo necesario para alcanzar una solución.
El estudio continúa planteando que los diferentes enfoques frente al desarrollo tecnológico también constituyen una barrera. Mientras las universidades y los centros de I+D tienen un enfoque mucho más orientado al desarrollo de la tecnología, el que con un alto conocimiento técnico les permitirá llegar a una solución acabada, las empresas tienen su enfoque puesto en soluciones con orientación al mercado, en desmedro de la perfección de la solución técnica. Lo anterior se ve aun más dificultado cuando existe una transmisión de información técnica imperfecta y una cooperación insuficiente entre ambos, lo que, sumado a las habilidades de negociación y gestión comercial deficientes que existen principalmente en las universidades y centros de I+D, dificulta el trabajo conjunto e incrementa las desconfianzas.
La falta de una evaluación precisa sobre la comercialización de la tecnología y la carencia de un plan para su implementación conforman otra barrera permanentemente presente. Los centros de I+D y universidades se centran mucho en el avance y la difusión del conocimiento, haciéndolo, por ejemplo, a través de publicaciones científicas, antes que patentar sus hallazgos, lo que colisiona profundamente con las demandas de la industria (Mazurkiewicz & Poteralska, 2017).
Según los autores, otros de los problemas que se generan en el desarrollo tecnológico a través de la vinculación universidad-empresa, tienen relación con quien financia los desarrollos. Por un lado, está el interés de las universidades y centros de I+D de que sean las empresas las que financien el proceso completo, lo que se contrapone con el interés de la industria, que es financiar el resultado final, pero no el proceso de investigación en sí.
Finalmente, otras de las barreras económico-organizacionales corresponden a los problemas relacionados con los derechos de propiedad intelectual. Por lo general, las universidades y centros de investigación buscan mantener para sí la propiedad intelectual, ya que en el centro de su quehacer está la creación de conocimiento; aunque sí están disponibles para que la empresa lo utilice, aun en forma exclusiva y perpetua. Por otro lado, las empresas también quieren tener la propiedad intelectual, debido a que la entienden, erróneamente, como el único mecanismo para garantizar el uso en forma exclusiva y perpetua de la tecnología desarrollada (Mazurkiewicz & Poteralska, 2017).
Barreras del ecosistema
Con respecto a las barreras del ecosistema (Mazurkiewicz & Poteralska, 2017), están en la ausencia de una estrategia nacional de desarrollo tecnológico, el poco financiamiento, la falta de infraestructuras, y la carencia de incentivos para impulsar la transferencia tecnológica tanto en empresas como en centros de I+D y universidades. Son pocos los países que tienen una real y efectiva estrategia de desarrollo tecnológico. Sin una mirada estatal de largo plazo que involucre realmente al sector privado, no es posible desarrollar un sistema robusto de innovación basado en ciencia.
Por otro lado, el financiamiento siempre ha sido una barrera relevante, según los autores, tanto en países desarrollados como en los que no lo son, y el problema no radica solo en los montos a invertir, que por lo general se miden como un porcentaje del PIB de la nación, sino también en quiénes son los que invierten en I+D. Mientras en países desarrollados hay un equilibrio entre los aportes estatales y privados, e, incluso, en algunos casos los aportes privados son mayoritarios, en países de menor desarrollo es el Estado quien financia, con las restricciones presupuestarias imaginables.
Con respecto a la infraestructura, según continúan los autores, para lograr innovación basada en ciencia y tecnología se requieren laboratorios y equipamiento sofisticados. Adicionalmente, no basta solo con la implementación inicial, sino que también es necesario mantenerlos y actualizarlos, por lo que, para generar desarrollos tecnológicos de clase mundial, es imprescindible contar con infraestructura de clase mundial.
Finalmente, para los autores, los incentivos son claves a la hora de impulsar el ecosistema de ciencia y tecnología. En universidades y centros de investigación es necesario incorporar métricas dentro de la evaluación de la carrera profesional y académica, que reconozcan los aportes de los investigadores en estas materias. Para el caso de las empresas, uno de los incentivos interesantes son las rebajas tributarias por invertir