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un doctorado, ya que podría disminuir su imagen de hombre del pueblo. Probablemente, ‘el pueblo’ no incluía indios o africanos. El Dr. Brown, en algún momento historiador, no se dio cuenta de que los ferrocarriles fueron construidos sobre la base del trabajo forzoso, donde muchas vidas se perdieron en este regalo británico maravilloso para la India.

       Contribuciones de la contabilidad a la represión del pasado colonial en África

      En 1980, se publicó Hacia una economía política de la contabilidad (en una revista contable). Pero, seguramente, esta publicación no fue una tarea fácil. El documento se presentó, en un principio, para una revista de contabilidad, en 1976, y rechazado por dos evaluadores, quienes dieron las ya conocidas negativas revisiones en las revistas académicas; la frase lacónica fue “esto no es contabilidad”5.

      Sin desanimarse, los autores decidieron subir la temperatura. Primero, se presentó una versión de la investigación en la prestigiosa reunión de la Asociación Británica de Sociología, en Leeds en 1977. Segundo, una versión fue expuesta en una reunión de contabilidad en la Universidad de Oxford. Tercero, se publicó una versión en Crítica de la Antropología (Hoogvelt y Tinker, 1977) y, por último, otra versión fue publicada en la Revista de Estudios Africanos (Hoogvelt y Tinker, 1978).

      En 1980, la presión sobre el editor de la revista contable fue intensa. Este estudio contable había sido estrenado en varios foros no contables. En una conferencia en la UCLA, organizada por uno de los autores, el artículo fue presentado y aceptado para su publicación en la revista patrocinadora (Tinker, 1980). Pero había un problema. La publicación estaba condicionada a permitir una refutación realizada por el editor, dicho último comentario iría acompañando el original y los autores del original no tendrían ninguna oportunidad de responder (Cooper, 1980). Afortunadamente, la refutación fue tan mediocre que tal concesión no fue una pérdida grave.

      El relato anterior no pretende ser una expresión de amargura o arrepentimiento. Demasiada agua ha pasado bajo el puente para calmar las emociones. Más bien, se trata de ofrecer esta experiencia como un ejemplo de la táctica de la perseverancia necesaria para obtener una publicación africana.

      Lo que sigue es un resumen del artículo de Tinker (1980). Es el primer documento sobre La Contabilidad para el colonialismo que aparece en la literatura contable. En ese sentido, se destaca como un hito en la historia de la contabilidad de África y debe tenerse en cuenta que Ankie Hoogvelt fue fundamental para hacer posible dicho estudio. Ankie es una reconocida ‘socióloga de países en desarrollo’, con varios libros de éxito sobre el tema a su haber (Hoogvelt, 1975, 1982).

      La investigación comenzó con los datos de contabilidad de 70 años de la compañía minera Delco que se derrumbó durante la última visita de Hoogvelt a Sierra Leona. Ella regresó con los registros contables a su Departamento de Sociología de la Universidad de Sheffield. Entonces, le llevó estos registros a una colega en el Departamento de Contabilidad de la Escuela de Negocios, alguien de quien había oído era una contadora marxista (la autora de este artículo).

      La empresa Delco había sido un importante empleador en la zona y, después de 70 años de minería, la empresa simplemente creció y se fue. Hoogvelt utilizó los registros financieros para plantear unas simples, pero profundas y preocupantes preguntas: “¿Por qué los registros muestran una empresa tan rentable durante tantos años y, sin embargo, en última instancia, abandonó la comunidad en Sierra Leona? ¿Por qué esta calamidad no se registró en ninguna parte de los documentos?”.

      La pregunta de Hoogvelt va al corazón de una controversia en la economía: entre la economía neoclásica y clásica. Las controversias de Cambridge representan el gran torneo intelectual entre estos dos sistemas teóricos (Harcourt, 1972; Harcourt y Laing, 1969). El primero, denominado marginalismo, no tiene en cuenta las preocupaciones de Hoogvelt; el segundo sí lo hace.

      El punto de vista clásico evoca una visión diferente del significado de los conceptos de gasto en los estados de resultados. Las partidas de gastos, incluyendo el número de beneficios, es indicativo del poder social, institucional y monopólico, en contraste del recuento neoclásico de eficiencia social y productividad. En esencia, como únicamente la mano de obra ‘crea’ valor (el capital no produce nada), entonces, la ganancia es una medida de expropiación o explotación6.

      Sin embargo, el análisis empírico de Delco no es, en sí mismo, una crítica suficiente de la ‘teoría’ en la cual se basa la contabilidad convencional (la economía neoclásica). Es importante revisar la crítica del neoclasicismo, en particular, las controversias de Cambridge (Cambridge Massachusetts contra Inglaterra Cambridge) (Harcourt, 1972). El final es la derrota del neoclasicismo7, logrado en parte, pero no exclusivamente, en La producción de mercancías por medio de mercancías de Piero Sraffa (1960), un texto señalado por Paul Samuelson como el libro más importante de la economía en los últimos 70 años (Harcourt, 1972)8.

       Tabla 1.Explicaciones contradictorias del beneficio

La economía neoclásica MarginalismoEconomía política clásica
Significados atribuidos al beneficioIndicador de eficiencia económica.Los retornos a los capitalistas.
Explicación teórica sobre cómo la tasa de ganancia se determinaTeoría de la productividad marginal centrada en las fuerzas de la producción.Un análisis social y político que se centra en las relaciones sociales de producción.

      Fuente: elaboración propia.

      Las diferencias entre estas alternativas teóricas se cristalizan con el estudio de caso Delco. Este se refiere a la historia socioeconómica de una multinacional escocesa (Delco) que operaba en África. Delco operó un negocio de extracción de mineral de hierro en Sierra Leona durante 46 años. La empresa cerró sus puertas en 1976. Esta investigación vincula la historia contable de la empresa con su historia sociopolítica (utilizando la teoría económica clásica).

      Se utiliza un análisis de la periodización de datos históricos para ilustrar la relación entre las variables contables y sociopolíticas. La historia de 46 años de Delco se divide en tres periodos: principio de la Colonia, finales de la Colonia y el poscolonial. El estado de resultados se monta para cada periodo, este último resume la distribución de los ingresos y los gastos de la empresa para esa fase. Las diferencias entre los tres estados de resultados (es decir, los cambios en la distribución del ingreso) se enlazan después con los cambios en las condiciones sociales y políticas que subyacen de las cifras contables (la explicación de la economía clásica).

      La Tabla 2 contiene un resumen de las partidas de gastos de las cuentas de resultados de Delco. Los gastos se muestran en términos monetarios y como porcentaje de ingresos por ventas9. Las preguntas anteriores ahora se pueden dirigir a los datos de la Tabla 2: ¿son los rendimientos a los inversionistas, trabajadores y gobierno, un indicativo de productividad marginal en la producción o la lucha entre los actores sociales? Por ejemplo, ¿debemos entender los £ 43 millones “ganados” por los inversionistas durante 46 años? ¿O se trata de una medida de “extracción” de la riqueza de Sierra Leona10? Del mismo modo, ¿son solo las tasas de salarios indicativos del valor de la mano de obra en la producción?, ¿o la mano de obra es estafada al recibir menos del valor que produce?1113

      La Tabla 2 se subdivide en tres momentos. Cada época tiene su propia cuenta de resultados y muestra una diferente distribución de gastos e ingresos. Asociar el estado de resultados con cada periodo es una configuración única de las condiciones sociales y políticas (es decir, cada uno es un régimen diferente que representa la lucha de extracción de valor de la mano de obra de Sierra Leona).

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