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vuestra condición».
E ’l mio maestro: «Voi potete andarne e ritrarre a color che vi mandaro che ’l corpo di costui è vera carne. | Y mi maestro replicó: «Podéis volveros y referir a los que os han enviado que el cuerpo de este es de verdadera carne. |
Se per veder la sua ombra restaro, com’ io avviso, assai è lor risposto: fàccianli onore, ed esser può lor caro». | Si por ver su sombra se detuvieron, como yo pienso, baste la respuesta; hónrenle, pues puede serles conveniente».2 |
Vapori accesi non vid’ io sì tosto di prima notte mai fender sereno, né, sol calando, nuvole d’agosto,che color non tornasser suso in meno; e, giunti là, con li altri a noi dier volta, come schiera che scorre sanza freno. | A las estrellas fugaces no vi tan rápidamente hendir a plena noche el cielo sereno ni a las exhalaciones de agosto al caer el sol como aquellas almas volvieron hacia arriba y, juntas ya con las otras, hacia nosotros dieron vuelta, tal que un escuadrón que corre sin freno. |
«Questa gente che preme a noi è molta, e vegnonti a pregar», disse ’l poeta: «però pur va, e in andando ascolta». | «Este tropel que avanza hacia nosotros es muy numeroso y viene a hacer alguna súplica —dijo el poeta—, pero sigue andando y mientras andas escucha». |
«O anima che vai per esser lieta con quelle membra con le quai nascesti», venian gridando, «un poco il passo queta.Guarda s’alcun di noi unqua vedesti, sì che di lui di là novella porti: deh, perché vai? deh, perché non t’arresti? | «¡Oh alma que caminas hacia la dicha con aquellos mismos miembros con que naciste! —venían gritando—. Acorta un poco el paso; mira si viste un día a alguno de nosotros, de modo que puedas llevar noticias de él. ¡Eh! ¿Por qué te vas? ¡Eh! ¿Por qué no te detienes? |
Noi fummo tutti già per forza morti, e peccatori infino a l’ultima ora; quivi lume del ciel ne fece accorti,sì che, pentendo e perdonando, fora di vita uscimmo a Dio pacificati, che del disio di sé veder n’accora». | Nosotros fuimos muertos todos por la violencia y pecadores hasta la última hora. Entonces la luz del cielo nos iluminó, de modo que, arrepintiéndonos y perdonando, salimos de la vida en paz con Dios, que nos enciende el corazón con el deseo de verle». |
E io: «Perché ne’ vostri visi guati, non riconosco alcun; ma s’a voi piace cosa ch’io possa, spiriti ben nati, | Y yo contesté: «Aunque, por más que mire vuestros rostros, no reconozco ninguno, si os place cualquier cosa que yo pueda hacer, espíritus bien nacidos, decídmela y yo la haré por aquella paz que, caminando detrás de este guía, se me hace buscar de mundo en mundo». |
E uno incominciò: «Ciascun si fida del beneficio tuo sanza giurarlo, pur che ’l voler nonpossa non ricida. | Y uno exclamó: «Todos nos fiamos de tu buena voluntad sin que lo jures, a no ser que ella no pueda por algún obstáculo. |
Ond’ io, che solo innanzi a li altri parlo, ti priego, se mai vedi quel paese che siede tra Romagna e quel di Carlo,che tu mi sie di tuoi prieghi cortese in Fano, sì che ben per me s’adori pur ch’i’ possa purgar le gravi offese. | Por eso, yo que hablo solo antes que los demás, te ruego que, si ves alguna vez aquel país que está entre la Romaña y el de Carlos,3que tú me consigas por tus ruegos corteses en Fano que los buenos recen por mí para que pueda purgar mis graves pecados. |
Quindi fu’ io; ma li profondi fóri ond’ uscì ’l sangue in sul quale io sedea, fatti mi fuoro in grembo a li Antenori,là dov’ io più sicuro esser credea: quel da Esti il fé far, che m’avea in ira assai più là che dritto non volea.Ma s’io fosse fuggito inver’ la Mira, quando fu’ sovragiunto ad Orïaco, ancor sarei di là dove si spira. | De allí fui yo;4 pero las profundas heridas por las que salió la sangre que me sustentaba me fueron hechas en la tierra de los Antenórides5, allí donde yo creía estar más seguro. El de Este ordenó que me las hicieran, pues estaba airado contra mí mucho más de lo que permite el derecho; pero, si yo hubiese huido hacia la Mira cuando había llegado a Oriaco,6 aún estaría allí donde se respira. |
Corsi al palude, e le cannucce e ’l braco m’impigliar sì ch’i’ caddi; e lì vid’ io de le mie vene farsi in terra laco». | Corrí al pantano, y las cañas y el cieno me estorbaron a tal punto, que caí, y vi cómo la sangre de mis venas formaba en la tierra un lago». |
Poi disse un altro: «Deh, se quel disio si compia che ti tragge a l’alto monte, con buona pïetate aiuta il mio! | Después dijo otro: «¡Ah! Así se cumpla el deseo que te trajo al alto monte como con tu piadosa bondad ayudas al mío. |
Io fui di Montefeltro, io son Bonconte; Giovanna o altri non ha di me cura; per ch’io vo tra costor con bassa fronte». | Yo fui de Montefeltro; yo soy Bonconte7. Juana8 y los demás no se acuerdan de mí, por lo cual voy entre estos con la cabeza baja». |
E io a lui: «Qual forza o qual ventura ti travïò sì fuor di Campaldino, che non si seppe mai tua sepultura?». | Yo le contesté: «¿Qué fuerza o qué aventura te extravió de tal modo fuera de Campaldino que no se supo nunca tu sepultura?». |
«Oh!», rispuos’ elli, «a piè del Casentino traversa un’acqua c’ha nome l’Archiano, che sovra l’Ermo nasce in Apennino. | «¡Oh! —respondió él—. Al pie del Casentino corre un río que se llama el Archiano, que nace en el Apenino, sobre el Ermo. |
Là ’ve ’l vocabol suo diventa vano, arriva’ io forato ne la gola, fuggendo a piede e sanguinando il piano. | Allí donde el nombre le resulta ya inútil9 llegué yo, herido en la garganta, huyendo a pie y ensangrentando la llanura. |
Quivi perdei la vista e la parola; nel nome di Maria fini’, e quivi caddi, e rimase la mia carne sola. | Allí perdí la vista, pronuncié como última palabra el nombre de María, allí caí y allí quedó mi cuerpo abandonado. |
Io dirò vero, e tu ’l ridì tra ’ vivi: l’angel di Dio mi prese, e quel d’inferno gridava: “O tu del ciel, perché mi privi? | Te diré la verdad y tú la repetirás entre los vivos: el ángel de Dios me acogió y el del infierno gritaba: “¡Oh tú, el del cielo! ¿Por qué me privas de él? |
Tu te ne porti di costui l’etterno per una lagrimetta che ’l mi toglie; ma io farò de l’altro altro governo!”. | Te llevas lo eterno suyo por una lagrimita que me lo arrebata; pero yo trataré de modo distinto lo demás”. |
Ben sai come ne l’aere si raccoglie quell’ umido vapor che in acqua riede, tosto che sale dove ’l freddo il coglie. | Bien sabes cómo en el aire se recoge aquel vapor húmedo que se convierte en agua tan pronto como sube donde lo asalta el frío. |
Giunse quel mal voler che pur mal chiede con lo ’ntelletto, e mosse il fummo e ’l vento per la virtù che sua natura diede. | Así él juntó su malevolencia, que los males busca, con su inteligencia, y movió el vapor y el viento con el poder que a su naturaleza es propio. |
Indi la valle, come ’l dì fu spento, da Pratomagno al gran giogo coperse di nebbia; e ’l ciel di sopra fece intento,sì che ’l pregno aere in acqua si converse; la pioggia cadde, e a’ fossati venne di lei ciò che la terra non sofferse;e come ai rivi grandi si convenne, ver’ lo fiume real tanto veloce si ruinò, che nulla la ritenne. | Entonces el valle, cuando acabó el día, desde Protomagno a la gran cordillera, se cubrió de niebla y el cielo se nubló de tal modo, que el denso aire se convirtió en agua, la lluvia cayó y fue a los barrancos toda la que no pudo absorber la tierra, y todas las corrientes se juntaron hacia el río principal con tanto ímpetu, que nada las retenía. |
Lo corpo mio gelato in su la foce trovò l’Archian rubesto; e quel sospinse ne l’Arno, e sciolse al mio petto la crocech’i’ fe’ di me quando ’l dolor mi vinse; voltòmmi per le ripe e per lo fondo, poi di sua preda mi coperse e cinse». | Mi cuerpo helado junto a su desembocadura encontró el Archiano crecido, lo arrastró hacia el Arno, deshizo en mi pecho la cruz que yo había formado con mis brazos cuando el dolor me venció, me volteó por las orillas y por el fondo y después con sus arenas me cubrió y me ciñó».10 |
«Deh, quando tu sarai tornato al mondo e riposato de la lunga via», seguitò ’l terzo spirito al secondo,«ricorditi di me, che son la Pia; Siena mi fé, disfecemi Maremma: salsi colui che ’nnanellata priadisposando m’avea con la sua gemma». | «¡Ah! Cuando hayas vuelto al mundo y reposado de tu largo camino —siguió el tercer espíritu al terminar el segundo—, acuérdate de mí. Soy Pía. Siena me hizo y las marismas me deshicieron.11 Bien lo sabe aquel que, siendo ya viuda, me desposó poniéndome su anillo».12 |
1 Se entiende que se avergüenza y se ruboriza por
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