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      Fuente: elaboración propia.

      Se observa una tendencia a identificar al Estado en general como el actor responsable de reducir la corrupción en Colombia, lo cual es comprensible dado que la fuente es el discurso de candidatos a la presidencia que están proponiendo lo que harían desde el Ejecutivo. Sin embargo, dentro de esta categoría el actor más identificado es la Rama Judicial y, por el contrario, el Legislativo tiene muy pocas menciones. Esto llama la atención dado que es el Legislativo el identificado como el actor institucional en el que menos confían los colombianos según numerosas encuestas. Por otra parte, aparece el ciudadano como responsable por encima de los partidos políticos (también muy desprestigiados entre la opinión pública en general) y el sector privado, el cual tiene muy pocas menciones.

      Esto es relevante, pues en trabajos anteriores se encontró que el discurso sobre la corrupción suele ser impersonal y no identificar responsables (Isaza y Sandoval, 2018). Además, estas propuestas son hechas por candidatos a la presidencia que están pensando en medidas que eventualmente tendrían la capacidad de implementar como presidentes, de forma que sorprende un énfasis mayor en la Rama Judicial que en la Ejecutiva, por ejemplo.

      Sin embargo, el objetivo de este análisis es entender el discurso de cada candidato sobre la corrupción. Así, se presenta a continuación una caracterización de cada uno de los cinco discursos de acuerdo con los énfasis y estilos de soluciones propuestas durante las campañas.

      En cuanto a la atribución de responsabilidad, para De la Calle, Fajardo y Petro el responsable es el Estado en general, pero ninguno de los tres responsabiliza al Legislativo; mientras para Duque y Vargas hay más énfasis en la Rama Judicial y Duque incluye también en el mismo nivel al ciudadano. Cabe mencionar que, para Petro, el código individual con mayor frecuencia es “sistema judicial”, referido a reformas que afectan a este para reducir la impunidad y aumentar la eficiencia en el tratamiento de casos de corrupción.

      El candidato que tiene un conteo más alto de citas referidas a soluciones es De la Calle (n = 102). Esto significa que fue quien más habló de medidas concretas, si bien repitiendo muchas veces algunas de las ideas. Las dos más mencionadas por este candidato son la transparencia y el castigo. Las propuestas de transparencia no son específicas, con excepción de un sistema de transparencia para la paz y la publicación de declaraciones de bienes y otros documentos de servidores públicos. La transparencia se usa más bien de forma metafórica y retórica en este discurso.

      En cuanto al castigo, se incluyen consideraciones como reducir la impunidad de altos funcionarios, evitar que los sancionados puedan ocupar otros cargos en el futuro, crear responsabilidad penal para personas jurídicas, no reducir penas, entre otros. En este tema hay medidas muy concretas de aumentar el costo que tiene ser sindicado por corrupción, por ejemplo: “Necesitamos mejorar la punibilidad, subir las penas, no permitir la casa por cárcel”.

      Por último, De la Calle incluye varias medidas relacionadas con el control del clientelismo y los partidos políticos, y otros temas acerca de control social, denuncia, cultura y rol de los ciudadanos en no tolerar la corrupción. Las propuestas diferenciadoras de este candidato son varias: frenos y contrapesos, ejemplo, equidad, modernización y rechazo social.

      El rol del ejemplo y del rechazo social son coherentes con las teorías sociales sobre comportamientos indebidos. Los frenos y contrapesos en el Estado hacen parte de la rendición de cuentas horizontal, eje del diseño institucional democrático moderno. En sus palabras, “El sistema de contrapesos con que fue diseñada la institucionalidad colombiana es una de las herramientas más efectivas para luchar contra la corrupción”.

      El tema de la equidad está estrechamente relacionado con la corrupción en contextos internacionales, pero este es el único candidato que lo toca. Finalmente, la modernización del Estado se entiende como una estrategia contra la corrupción en la medida en que se relaciona con la eficiencia y la transparencia.

      En segundo lugar, el eventual ganador de las elecciones, Iván Duque, tiene un conteo de n = 87 menciones de soluciones para la corrupción. Los temas más importantes dentro de su discurso son el castigo, la denuncia, la transparencia y la extinción de dominio. Duque menciona 11 veces la “la extinción de dominio exprés”. Este parece ser el sello de su discurso sobre corrupción. Este es un tipo de castigo, pero su discurso también tiene un énfasis muy fuerte en otras medidas en la categoría de castigo, por ejemplo: “cero casa por cárcel y cero reducción de penas, hasta el último día en cárceles con barrotes”.

      La denuncia y la transparencia son sus soluciones más sonadas en los medios analizados. En su programa de gobierno afirma que “Activaremos mecanismos de denuncia y recaudación de pruebas sobre actos de corrupción o enriquecimiento ilícito, aprovechando redes sociales y líneas telefónicas con protección para la colaboración ciudadana”, y en Twitter dice varias veces que va a “empoderar a los ciudadanos para que denuncien”.

      Otro de los elementos recurrentes en su discurso se refiere a la contratación pública: “eliminar los carteles de únicos proponentes y acabar con los abusos de la contratación directa”. Esta frase, en varias formas, aparece en tweets durante todo el periodo de análisis.

      Además, Duque tiene un paquete de medidas que solo son propuestas por él: evaluación, gobierno en línea, límite para los periodos en corporaciones públicas, no discrecionalidad y corrupción en los POT. La evaluación se refiere a la creación de una “unidad de evaluación y eficiencia presupuestal”. Si bien otros candidatos hablan de gobierno abierto y de transparencia, este menciona el gobierno en línea específicamente. El tema bastante recurrente de corrupción en los POT ha sido presentado por personas de otros partidos en debates en el Congreso, pero Duque es el único que propone atenderlo.

      En las propuestas de Gustavo Petro, los temas centrales están muy claros: por un lado, los temas políticos del clientelismo, la democracia y el sistema electoral. Por ejemplo, dice que “Queremos un sistema electoral capaz de ejercer auditoría a los partidos políticos y con la responsabilidad de velar por el ejercicio ético y legal de las campañas políticas”.

      Por otro lado, las medidas relacionadas con el sistema judicial, en cuanto a su eficacia y transparencia, pero también nuevamente con acabar el clientelismo, como: “Despolitización y meritocracia: los miembros de las altas Cortes serán elegidos en función de sus méritos, su experiencia, su ética y transparencia en su hoja de vida, con independencia de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y libremente de las injerencias de terceros o intereses particulares”.

      Petro es el único candidato en mencionar la descentralización y propone profundizarla para reducir la corrupción. Sus otras banderas son la libertad de prensa y la protección de derechos de la oposición, que usualmente no se asocian al tema de corrupción, pero que fueron relacionados con este en sus mensajes de campaña en el contexto de vigilar y denunciar: “El papel de la prensa en mi gobierno si logra aprender de las lecciones que arroja este artículo, será el de la independencia, nos sirve para erradicar la corrupción”.

      Vargas tiene el mismo número de mensajes relacionados con soluciones que Petro (38). Su énfasis es en el castigo y el sistema judicial: en su programa habla de “Justicia que no tolere la impunidad”, y en su Twitter propone “que los corruptos paguen penas severas por sus delitos”. También toca varias veces la transparencia y los datos abiertos. No tiene ningún mensaje único frente a los otros candidatos, aunque comparte con Fajardo el tema del gobierno abierto como medio para lograr más transparencia.

      Por último, Fajardo es quien menos menciones hace de propuestas para el tema de corrupción, con n = 25. Como se aprecia en la tabla 4, sus ejes centrales son el clientelismo (mermelada) y la transparencia. Algunos ejemplos de sus propuestas son: “Muchos ojos y pocas manos en la contratación estatal” y “El que nada teme, nada oculta.

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