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es chi­co y no nos van a dar mu­cha impor­tancia.

      Ramón se aceleró para contar lo que había su­ce­di­do des­pués. La mis­ma no­che del do­mingo salieron los agentes co­mo de­sa­fo­ra­dos, llenaron la ciu­dad, ce­rraron los caminos y co­­men­zaron a detener a cualquier cantidad de gente. Por lo que se sabía, que era muy poco, va­rios regimientos habían lle­ga­do a con­centrarse en Santiago, se había allanado cientos de casas y muchos di­ri­gen­­tes sociales y políticos es­ta­ban siendo de­tenidos.

      No se sabe nada de ellos y los mecanismos de se­gu­ri­dad ela­bo­ra­dos con tanto esmero han fracasado casi por com­ple­­to, porque parece que han caído hasta los de la segunda lí­nea. Ojalá que no sea cierto, pensaron.

      Rodrigo preguntó por nombres de detenidos, tal vez para me­dir la im­­por­tan­cia de lo que estaba sucediendo y Ra­món mencionó a los más des­ta­ca­dos di­ri­gen­tes, incluso aque­llos que pa­re­cían tener fuero es­pe­cial para hacer tan­tas co­sas, los presidentes de los partidos, los di­ri­gen­tes sindicales, los de los colegios profesionales.

      − También Ismael.

      Llegaron a la casa de Ismael y Catalina. Ella les abrió la puerta y ca­si sin saludarlos los hizo pasar.

      − Apúrense que está empezando una cadena. Van a leer un co­mu­nicado oficial.

      TRES

      Los sones del himno nacional acompañaban la ima­gen de la ban­de­ra que se veía en las pantallas, so­bre un fondo celeste, al­ternándose con la ima­gen del General. Una voz en off, la misma que se escucharía por las ra­dios con diferencia de segundos, anun­ció que estaba trasmitiendo la Di­vi­sión Nacional de Co­mu­ni­­ca­ción S­o­cial y proclamó el nombre del Se­cre­ta­rio General de Gobierno, quien lee­ría una declaración oficial. Los que veían la televisión pudieron observar al Ministro, con aspecto más ju­ve­nil de lo que realmente era, modales muy preparados, muy compuesto, muy formal, equilibrado con su voz que tam­bién so­naba como parte de los libretos estudiados con esmero, to­do frío e im­per­so­nal, sin ma­ni­fes­­tar alteración alguna, como si nada fuera realmente im­por­tante o gra­ve, co­mo si jamás na­da pudiera excitarlo lo suficiente co­mo pa­ra que él cam­biara el co­lor de su cara, levantara la voz, endureciera la bo­ca o mos­­tra­ra los ojos apa­sio­nados.

      Era el hombre ideal para el pa­pel que ju­ga­ba: un vocero, una especie de “cara de pa­lo” oficial para un go­bierno que jamás po­­dría explicar todo lo que habría si­do ne­ce­sario ex­pli­car. Este hombre de hie­lo, de rostro impenetrable, inac­ce­si­ble, podría anunciar cual­quier co­sa con la misma en­to­nación: desde un saludo a los bomberos en el día de su ani­ver­sario, has­ta su propio suicidio por or­den del Señor Ge­neral, cual­quier cosa ciertamente, sin ninguna emo­ción. Y no pa­re­cía fuer­te o duro, sino solamente frío, porque era débil según su as­pec­to físico, sua­ve, aunque algunos decían que en rea­li­dad no era más que un man­­to para ta­par su profunda crueldad. Re­cién producido el golpe, había aprovechado la dic­­ta­du­ra pa­ra ganar dinero en cargos pú­blicos de poca relevancia y en al­gu­nas actividades pri­va­das como abo­gado. Era su rostro, su apa­riencia fí­sica, la que traía a los ciudadanos pensamientos o sen­saciones so­bre el Se­cretario Ge­ne­ral, pero los auditores de ra­dio no tenían tiempo ni es­tí­mu­lo, sino que sim­ple­mente se en­­contraron con la voz lenta, parsi­mo­niosa y gélida del fun­cio­nario.

      “Buenas noches. Desde la intervención militar del año 1973, cuan­do las Fuer­zas Armadas y de Orden, de acuer­do con su más pro­fundo sentido de res­ponsabilidad y amor por la patria respondieron al clamor popular y pu­sie­ron fin a la agre­sión del marxismo inter­na­cio­nal y a los intentos de apo­de­rar­­se del país, el Supremo Gobierno se en­cuentra empeñado en consolidar la li­beración y alcanzar una de­mo­cra­cia plena, só­lida y estable, en un cli­ma de li­ber­tad y desarrollo, que ga­ran­tice a todos los ciudadanos y las fu­tu­ras ge­ne­ra­cio­nes un bie­nes­tar creciente.”

      “La tarea ha sido muy dura, puesto que la acción subversiva del co­mu­nis­mo no cesa ni se ate­núa con el trans­­cur­so del tiempo, llevando ade­lante todo tipo de cam­pa­ñas en contra del país, di­rec­­ta­men­te o por medio de los políticos u otros elementos desorientados que se convierten en úti­­les a sus ob­­je­ti­vos. Ellos han desatado una enorme cam­paña in­­ter­na­cio­nal pa­ra des­pres­tigiar al país y sus Fuerzas Ar­ma­das y de Orden y evitar que avan­ce­mos hacia la con­quista del de­sarrollo económico.”

      “La crisis internacional, que ha afectado a todas las na­cio­nes del mun­do, in­clu­yendo las más poderosas y de­sa­rro­lladas, también pro­dujo un cier­to re­troceso en el sos­te­nido cre­cimiento de la economía na­cional. El clima de pros­peridad se ha visto afectado por la irres­pon­sa­bi­lidad de grupos em­pre­sa­­­riales y la sostenida campaña exterior. Pese a to­do ello, el Su­pre­mo Gobierno ha sa­bi­do evi­tar las do­lo­ro­sas con­­secuencias que para otras naciones tra­jo la cri­sis económica y en estos mo­men­tos la patria entera ha estado lu­chan­do unida por superar las ad­ver­si­dades, con el ple­no conven­ci­mien­to que así como fueron derrotados el mar­xis­mo y sus aliados ha­ce trece años, hoy el conjunto de los ciu­da­danos se­rá capaz de obtener el éxito en esta dura em­presa, pese a las traiciones.”

      “Los dirigentes políticos, los mismos que llevaron al país al des­calabro, están de­sesperados por los logros ob­je­ti­vos alcanzados por el esfuerzo de todos, ca­na­li­za­dos por el Go­bier­no. Haciendo primar sus mezquinos in­te­re­ses e in­fil­tran­do el movimiento so­cial, han hecho pri­mar una alianza espuria con elementos terroristas provenientes del ex­­te­rior y del in­terior. Pese al per­ma­nente y consistente repudio ciu­da­da­­no, per­­sis­ten en sus em­pe­­ños, cons­pi­ran­do incesantemente para el lo­gro de sus pro­pó­sitos subversivos. Han lla­ma­do a paros, han provocado desórdenes, saqueos, robos, asaltos; co­meten actos te­rro­ris­­tas y amparan a los violentistas que re­gre­san al país luego de haber seguido cursos en Cuba y otros paí­ses. Han pretendido sem­brar el caos para retornar al pa­sado.”

      “La debilidad de las democracias occidentales para en­fren­tar al ene­migo co­mu­nis­ta ha permitido que países tra­di­cio­nalmente de­mó­cratas y ami­gos del nuestro, se sumen a las cam­pañas inter­na­cio­na­les, financiando ac­ti­vi­­da­des sub­ver­si­vas y alentando los peores pro­­pó­si­tos conspirativos. El Su­pre­mo Gobierno observa con alarma que las gran­des potencias occi­­dentales no han apren­dido la lección después de tantas y tan graves derrotas frente al comu­nismo.”

      “La superación de las condiciones económicas im­pues­tas por la cri­sis in­ter­na­­cional constituye un desafío para to­do el país. Aun­que con cierta len­titud, se está avan­zando, me­diante una política sana y con profundo sentido de la rea­li­dad. El terrorismo y sus aliados de­sa­ta­ron una nueva campaña pa­ra al­­te­rar la tranquilidad pública, que hizo ne­cesario de­cre­tar hace algunos me­ses el Estado de Sitio en todo el país y res­trin­gir la amplia libertad de pren­sa que exis­te. En ello se enmarca el cierre de revistas que, financiadas desde el ex­te­rior, faltaban gra­­vemente a la ver­dad y alentaban a los dirigentes en sus ob­je­tivos de pro­po­ner el al­za­miento en contra del orden cons­ti­tu­cional y cuya tuición y consolidación han encomendado a las Fuer­zas Armadas y de Or­den, prin­ci­pal­men­te al Se­ñor Ca­pitán General.”

      “En un claro intento por buscar la re­con­ci­lia­ción tan so­li­ci­tada por la Iglesia Ca­tó­li­ca, se levantó los estados de excepción, pero de inmediato los mis­mos ele­mentos po­lí­ti­cos y sub­versivos reiniciaron su actividad disgrega­do­ra. Con los paros y las ma­ni­fes­ta­cio­nes no autorizadas, han es­tado per­­ma­nen­temente provocando a la autoridad en busca de si­tua­­ciones que

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