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       La Imagen Externa: Comunicación

       ¿Cómo te muestras?

      Durante un encuentro cara a cara, lo que en primera instancia perciben los demás es nuestra apariencia física, nuestra imagen personal.

      En cuanto conocemos a alguien nos hacemos una rápida impresión inicial de esa persona en breves segundos y sin ser muy conscientes de ello.

      Todos asignamos características a las personas, muchas veces basadas simplemente en el aspecto físico o en los gestos que percibimos en esa crucial primera impresión.

      Cada mirada, cada movimiento o cada color que vestimos constituye una señal que nos permite conectar consciente o inconscientemente con un otro.

      Los gestos expresan una gran variedad de emociones, pensamientos, sensaciones. No son casuales, muestran nuestra personalidad, nuestra manera de pensar y sentir en determinado momento.

      El lenguaje no verbal es muy poderoso como transmisor de mensajes. Con frecuencia, estos mensajes tienen un mayor impacto y significación que los verbales.

      La imagen personal comunica a través de las expresiones del rostro, con el cuerpo, con la voz, con el lenguaje gestual, con las prendas que vestimos.

      El cuidado de la piel, el aroma que desprende nuestro perfume, la manera en que saludamos, el tono, timbre y volumen de voz, la forma que tenemos de caminar, de sonreir, de lucir los accesorios forman parte de nuestra imagen personal.

      Nuestra presencia habla en silencio.

      La superficie corporal constituye un soporte magnífico de comunicación ya que narramos nuestra historia alrededor del cuerpo.

      Con el aspecto físico podemos contar un relato mientras nuestra palabra cuenta otra. Esta comunicación sutil descubre nuestro Ser más profundo.

      El cuerpo es más sincero. El ser humano comunica con todo su Ser, incluso cuando no dice nada.

      Con nuestra presencia comunicamos continuamente y lo hacemos a través de códigos.

      El vestir es un fenómeno que comunica: las telas y sus tonalidades, los diseños, estampados, peinados, se consideran códigos.

      Durante un proceso comunicacional emitimos y recibimos múltiples mensajes que no siempre son expresados con palabras.

      Interactuamos con los demás a través de distintos lenguajes que se manifiestan simultáneamente.

      El entorno y los elementos que forman parte del proceso comunicativo decidirán la significación del mensaje.

      Una imagen no sólo es la extensión de quién la emana, sino que también forma parte de quién la contempla y le otorga un significado.

      El vestir constituye todo un sistema de signos, un lenguaje.

      La vestimenta siempre significa algo, es esencialmente y desde sus orígenes un sistema de COMUNICACIÓN.

      Nos vestimos por necesidad y también por deseo, para protegernos del clima y para expresarnos.

      Queremos decirle algo a los demás a través de nuestra vestimenta.

      Todo aquello con que adornamos nuestro cuerpo porta un mensaje sobre nosotros mismos. Día tras día, al vestirnos, nos describimos.

      La ropa que nos ponemos a diario nos cubre y a la vez nos desnuda. La apariencia sería como un diccionario de símbolos.

      Cada vez que elegimos nuestras prendas, vestimos nuestra personalidad, revelamos nuestro Ser, nuestra Identidad.

      La vestimenta refleja lo que somos, lo que queremos ser, nuestras aspiraciones, nuestra imagen real, nuestra imagen ideal.

      Todos estos elementos se convierten en una elocuente voz, aún sin mediación de la palabra hablada, transmiten información personal.

      Cuando nuestra imagen personal refleja fielmente como somos, transmitimos un mensaje congruente y auténtico.

      La autenticidad será el aspecto fundamental para mantener una agradable presencia a lo largo del tiempo y lograr construir una imagen atractiva, inolvidable. Será esencial para dejar una marca personal memorable.

      Nuestra imagen personal es el complemento perfecto, la otra cara de nuestra personalidad.

      La imagen se sustenta en cuatro pilares fundamentales:

      1.La Apariencia: conformada por vestimenta y complementos.

      Los elementos que componen un atuendo: prendas, accesorios, peinados, maquillaje, colores, texturas, están cargados de significados y los caracteriza más su valor simbólico que la función utilitaria que cumplen.

      Si lo ausente es la palabra, mucho antes de establecer una conversación con otra persona, ya hemos estado comunicándonos a través del poderoso lenguaje de los símbolos.

      Los zapatos, por ejemplo, son considerados símbolos de status.

      2.El lenguaje de los gestos y la comunicación corporal.

      El lenguaje corporal es tan importante como el lenguaje hablado pues a través de él nos comunicamos con el mundo.

      En la comunicación no verbal intervienen los gestos, los movimientos del cuerpo, las miradas, el tono de la voz. También incluye nuestra apariencia estética.

      El antropólogo Albert Mehrabian realizó un estudio en el que analizó la importancia de los mensajes verbales y no verbales concluyendo con una regla que denominó “7-35-55” y que se explica de la siguiente manera:

      • La importancia del discurso hablado, de lo que se dice, representa solamente el 7% de lo que recordamos.

      • El aspecto paraverbal de la comunicación, el “cómo” se dice el mensaje, abarcaría el 38%

      • El 55% equivale a la comunicación corporal, o sea el mensaje que transmitimos con nuestro cuerpo: gestos, movimientos y miradas, siendo la comunicación no verbal más potente al momento de recordar un mensaje.

      3.La comunicación verbal.

      El canal verbal se utiliza principalmente para proporcionar información mientras que el canal no verbal transmite toda una gama de emociones y estados de ánimo.

      4.El comportamiento y la Actitud. Cada comportamiento implica un acto de comunicación.

      La forma en que nos vemos y cómo nos sentimos influyen en la manera en cómo actuamos. Impactan en nuestra autoimagen, por tal motivo es importante construir y conservar una valiosa opinión de uno mismo para transmitir una atractiva Imagen Personal.

      Los elementos más importantes que componen nuestra presencia no son tangibles, no se pueden percibir de manera precisa, sino que se relacionan más con nuestra actitud y con las características que conforman nuestra personalidad.

      La actitud, como la imagen se pueden cambiar y esa es una gran motivación para iniciar procesos de cambio y transformación.

       ¿Por qué es tan importante la imagen personal?

      Porque nadie puede evitar proyectar una imagen.

      La Imagen personal constituye la huella individual de una persona que capta la mente de su interlocutor.

      Es percepción emocional y racional, transmitimos silenciosamente con nuestra presencia.

      Todos tenemos una Imagen que es el fiel reflejo de nuestra individualidad e implica una profunda conexión sensorial, por lo tanto, la imagen que proyectamos posee un gran componente subjetivo, emocional.

      Aunque permanezcamos en silencio nuestra imagen hablará de todos modos contando

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