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Dorlastan® y Lycra®. Por lo que la licra es un elastano con gran elasticidad, flexibilidad y ligereza, pero no todos los elastanos son licra.

      Otro de los materiales que componen el revolucionario sujetador Firming Bra es la poliamida, un tipo de polímero que contiene enlaces de tipo amida (el grupo funcional de las amidas es del tipo RCONR’R’’, donde CO es un carbonilo, N un átomo de nitrógeno, y R, R’ y R’’ radicales orgánicos o átomos de hidrógeno).

      Las poliamidas se pueden encontrar en la naturaleza, como la lana o la seda, y también ser sintéticas, como el nailon o el Kevlar. Por su capacidad para formar hilos, se utiliza en la industria textil y en la cordelería para fabricar medias, cuerdas, tejidos y otros elementos flexibles.

      Llegamos a un momento clave, la síntesis de la poliamida, aunque no será hasta dentro de un rato cuando les desvele por qué este momento es crucial. Uno de los procesos de formación de las poliamidas es la polimerización interfacial. En esta técnica el polímero se forma a partir de dos monómeros, un cloruro de diácido y una diamina. Debido a su distinta solubilidad, estos monómeros se encuentran en dos fases separadas con distinta polaridad (concepto que representa la uniformidad de distribución de las cargas eléctricas en una molécula).

      El cloruro de diácido se sitúa en la fase orgánica y la diamina en la fase acuosa. Cuando se ponen en contacto ambas fases se produce la polimerización pero solamente en la interfase (o zona de contacto entre ambas fases), ya que ambas son inmiscibles. Esta actúa como un minirreactor local que se pone en marcha cuando se unen los dos monómeros. El resto de las fases acuosa y orgánica actúan como simple reserva de monómeros para alimentar al minirreactor de la interfase. La polimerización cesa cuando todo el ácido ha reaccionado y de esta forma se sintetiza la poliamida.

      Posiblemente piensen que, por lo que he ido contando hasta ahora, este sujetador no tiene nada de cosmética inteligente, y es verdad. Tanto el elastano como las poliamidas son empleadas en la mayoría de los sujetadores, por lo que hasta aquí no hay nada de especial. Sin embargo, los creadores de Firming Bra han utilizado en esta ocasión unos compuestos bioactivos de naturaleza hidrofóbica (retinol, ácido oleico, ceramidas, aloe vera y ácidos grasos) que no se encuentran en la composición de otros sujetadores y que son los presuntos responsables de las particulares propiedades de esta prenda. ¿A qué propiedades me refiero? Según la empresa responsable, la presencia de estos compuestos bioactivos estimula la síntesis de colágeno rejuveneciendo la piel, restaura la barrera de la piel aportando un efecto tensor inmediato, proporciona elasticidad y flexibilidad, elimina arrugas prematuras y manchas seniles, previene y suprime las estrías, y mil cosas más.

      Antes de entrar a averiguar si estos principios activos cumplen lo que prometen, es el momento de preguntarnos cómo se introducen en la estructura de esta prenda y qué tiene que ver todo esto con la microencapsulación. En la composición de nuestro sujetador estrella no existen ciclodextrinas como en los perfumes de Shiseido, ni maltodextrinas como en el desodorante. Entonces, ¿cómo se encapsula al retinol, al ácido oleico, a las ceramidas, al aloe vera y a los ácidos grasos? Veamos.

      Con anterioridad ya se comentó que el proceso de síntesis de la poliamida era clave en la comprensión de este apartado del capítulo dedicado a la cosmética inteligente. Aunque la propiedad más estudiada de las poliamidas es su capacidad para ser empleadas como fibra en la elaboración de prendas textiles, poca gente sabe que también pueden utilizarse como agentes encapsulantes.

      La polimerización interfacial usada para sintetizar la poliamida de los sujetadores es también una buena técnica de microencapsulación que da lugar a rendimientos muy elevados. Como ya se ha comentado, en el proceso de polimerización intervienen dos fases, una orgánica y otra acuosa. La cosmética inteligente consiste en introducir en la fase orgánica no solo el monómero hidrofóbico (no soluble en agua) que dará lugar al material que buscamos, sino toda la serie de compuestos bioactivos hidrófobos que se han mostrado anteriormente (retinol, ácido oleico, ceramidas, aloe vera y ácidos grasos). Al acabar el proceso de polimerización, la poliamida actuará de cubierta de estos compuestos, que quedan atrapados en su interior y forman microcápsulas que son incorporadas a las fibras del tejido durante el proceso de hilado, de modo que cada filamento contiene miles de microcápsulas.

      ¿Qué ocurre después? Pues que de una forma similar a la que emplean el perfume y el desodorante de nuestros ejemplos anteriores, a medida que las usuarias del sujetador inteligente Firming Bra van desarrollando su actividad diaria, las microcápsulas que se encuentran en él se van rompiendo por la fricción con la piel y los compuestos bioactivos se liberan de forma constante y gradual, de forma que su acción fisiológica y sensorial sobre sus pechos perdure en el tiempo. En el caso del perfume el material encapsulante eran ciclodextrinas; en el del desodorante, las maltodextrinas; y en el sujetador, la poliamida.

      Llega el momento de hacernos la gran pregunta. ¿Cumple este sujetador las promesas que se brindan en su publicidad? Según la empresa, existen estudios científicos que avalan que el uso prolongado durante 28 días y 8 horas al día de esta prenda consigue que el 91 % de la piel de los pechos de la usuaria sea más suave, el 96 % más firme, el 81 % más elástica y lisa, y el 76 % más tonificada, y, según dicen, todo ello sin cremas, masajes ni ejercicio. Además promete que las propiedades persisten hasta después de cien lavados. ¿Y esto es cierto? No se sabe. No se han hallado evidencias publicadas en fuentes científicas serias de que esto sea cierto. La tecnología de liberación controlada de compuestos bioactivos está respaldada científicamente, pero otra cosa muy distinta es la efectividad de esos compuestos. En el caso del sujetador son necesarias evidencias científicas que justifiquen todos los efectos que prometen dentro de esa matriz, y es que una cosa es que funcione la tecnología de encapsulación y su posterior liberación de sustancias bioactivas, y otra muy distinta que el agente encapsulado y liberado cumpla la función que promete la publicidad del producto.

      Además, ¿cuál es el «tiempo de caducidad» de la efectividad del sujetador en cuestión? Si se supone que los principios activos van liberándose poco a poco de las microcápsulas, llegará un momento en el que dichos principios se agoten. Debido a estas incógnitas sería muy aventurado por nuestra parte evaluar la funcionalidad de este producto.

Las dos fases del proceso de polimerización: Fase interna orgánica (Clorulo de diacilo, materia activa y DCM diclorometano) y Fase externa acuosa (Agua, diamina, KOH Hidróxido potásico y Tensoactivo hidrófilo). Estas fases generan, en el siguiente orden: Emulsión aceite en agua, Evaporación del DCM y parte del agua y Microcápsulas.

      Las dos fases del proceso de polimerización. Fuente: Web Ingeniería Textil BUOP.

      Si deseamos tener una piel hidratada, no tenemos más remedio que recurrir a las cremas hidratantes. ¿Hay química en ellas? Mucha, pero antes de meternos en harina debemos conocer cuál es la estructura de la piel sobre la que vamos a aplicarlas.

      La epidermis, la capa más superficial de la piel y que sirve para protegerla de las agresiones externas, está formada por diferentes capas. La más externa recibe el nombre de estrato córneo. Se trata de un entorno complejo formado por capas de células córneas entre las cuales hay diferentes lípidos, como es el caso del colesterol y las ceramidas. Estas moléculas mantienen la función barrera que impide la excesiva pérdida cutánea de agua, regulan la descamación y protegen al epitelio de las agresiones fisicoquímicas del medio externo. Otros componentes de la epidermis son el factor de hidratación natural (un grupo de sustancias que se unen a moléculas de agua para que la piel se mantenga hidratada), el manto hidrolipídico, los lípidos cementantes y algunas vitaminas liposolubles como son la A y la E.

      Pues bien, el principal objetivo de las cremas hidratantes es mantener la epidermis en correctas condiciones. Para ello deben tener una correcta combinación de lípidos, proteínas y otros ingredientes de naturaleza química que debemos conocer.

      Existen unas sustancias con capacidad para reblandecer, suavizar o restaurar el contenido graso de las capas superficiales de

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