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Mayo del 68 - Volumen II. María Lacalle Noriega
Читать онлайн.Название Mayo del 68 - Volumen II
Год выпуска 0
isbn 9788418360220
Автор произведения María Lacalle Noriega
Жанр Документальная литература
Серия Actas UFV
Издательство Bookwire
Pero el trágico caso que sufrió Bruce Raimer —el «niño experimento» que sufrió una castración quirúrgica en 1967 y a quien Money administró hormonas de modo experimental para demostrar la supuesta asertividad de su teoría, intentando feminizarlo de manera forzosa—, que saliera a luz pública años después con ocasión del suicidio de Raimer (2004), daría cuenta de un intento de aplicación desde la deconstrucción y reconstrucción lingüística fallido.19 De hecho, el sexólogo de la Universidad de Hawái, Milton Diamond, quien animó a Reimer a dar a conocer su historia, comprobó que este jamás había asumido la identidad femenina, «reiniciando» incluso su vida como varón —antes de saber que aquella era su determinación sexual—, a la edad de 15 años. La reflexión de Diamond lo lleva a preguntarse si después de todos los esfuerzos médicos, quirúrgicos y sociales realizados para comprobar la hipótesis de Money, no se debiera pensar que hay un importante contenido biológico en la determinación de la IG.20 Y, justamente, siguiendo esta misma línea contraargumentativa, los estudios posteriores de Lutchmaya, Chapman, Baron-Cohen y otros han evidenciado que las diferencias tendenciales vienen dadas desde la etapa fetal. Lo anterior, basado en las disímiles cantidades de testosterona que generan hombres y mujeres en su desarrollo, estableciendo que antes de una posible influencia cultural, lo que opera es la determinación hormonal.21
3. LA «TEORÍA» DE IDENTIDAD DE GÉNERO SE IMPONE COMO POLÍTICA DE APLICACIÓN GLOBAL
Pese a la falta de justificación científica de la IG, lo que avanza implacablemente a nivel global es una progresiva agenda política de instalación adoctrinadora seguida de un efectivo plan comunicacional que genera expectativas de aceptación, discriminando negativamente cualquier planteamiento contrario.22 Se proclama el género como una construcción cultural libre de las ataduras naturales del sexo, lo que permitiría avanzar en la igualación no solo de las manifestaciones de género masculino y femenino, sino en el reconocimiento de los diversos géneros que se siguen postulando, a veces de forma indiscriminada, por organizaciones proclives a esta teoría. Dice Judith Butler, en este sentido, que:
[…] cuando el estatus de construcción de género es teorizado como radicalmente independiente del sexo, el mismo género se convierte en un artificio sin ataduras, con la consecuencia de que el hombre y lo masculino podrían hacer referencia fácilmente tanto a un cuerpo femenino como a uno masculino, y la mujer y lo femenino tanto a un cuerpo masculino como a uno femenino.23
Butler se sostiene en la noción de identidad performativa, en donde lo social se entiende como un ámbito de interrelaciones precarias que no permiten constatar una estabilidad de fondo.24 Sigue en esta línea Shulamith Firestone, quien expresa de forma radical:
[…] la humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella.25
De este modo, aunque se crea que la masculinidad y la femineidad son una expresión natural de tipo genético, el género está suscitado por la cultura y el pensamiento humano, es decir, siendo la construcción social la que debiera conformar la verdadera determinación del individuo.26 Por tanto, desde la deconstrucción de la diferenciación natural de la sexualidad —asentada por procesos histórico-culturales que resaltarían la binariedad genética—, se propone avanzar dialécticamente hacia una asunción autónoma de roles de género que podría seguir mutando en el tiempo,27 dando como resultado una reconstrucción no definida de la identidad de la persona. O en la línea que ya había propuesto Simone de Beauvoir, determinar la identidad de ser hombre o mujer a partir de «etiquetas» que se hacen y se adoptan.28
4. CONCLUSIÓN: DEL RECONOCIMIENTO DE LA «FALACIA DE GÉNERO» A LA REACCIÓN POLÍTICA
Al detenernos en las raíces de esta nueva propuesta de comprensión de la realidad humana, podemos deducir que su fundamentación es injustificadamente insuficiente como para suscitar un proceso de transformación social de la envergadura que se pretende. La pregunta es cómo ha sido posible transitar desde una aparente constatación fáctica por la que se evidenciaría que hay personas en las que no se identifica su determinación biológico-sexual con su IG, a sostener que debe reconocerse, validarse y promoverse políticamente la existencia de varias opciones de género. En otras palabras, la falta de justificación de ese paso nos lleva a concluir que estamos frente a una clara «falacia de género», ya que no es del todo claro cómo es posible pasar desde una constatación de experiencias fácticas de vivencia de género a la aceptación de que esas manifestaciones configuren, efectivamente, criterios comprobados de diferenciación antropológica que puedan superar la binariedad.
Si este es el extremo al que se puede llevar un experimento social del alcance descrito, de carácter coactivo y supresor, no queda otra alternativa que activar e inspirar en los ciudadanos con sentido común la coordinación de acciones políticas que, desde la objeción de conciencia, se proyecten hacia una legítima defensa de la persona humana, la familia natural y los demás cuerpos intermedios con los que se organiza la sociedad en una clara defensa del bien común. Los «signos de los tiempos» que vivimos impelen a organizar una pronta respuesta de semejante impacto social, antes de que la siguiente generación sea irremediablemente impactada por los efectos de este delirio ideológico.
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1 LÓPEZ MORATALLA, Natalia. Cerebro de mujer y cerebro de varón. Rialp, Madrid, 2007.
2 MAYER, Laurence y McHUGH, Paul, «Sexuality and Gender: Findings from the Biological, Psychological, and Social Sciences». The New Atlantis, V. L, 2016, pp. 1-143.
3 FAÚNDEZ ALLIER, Juan Pablo. «El eslabón perdido en la teoría de identidad de género». Revista Berit, Año XIV, n.º 17, 2017, pp. 17-26.
4 GREEG, Germaine. Sex and Destiny. Harper & Row, Nueva York, 1984.
5 O’LEARY, Dale. La agenda de género. Redefiniendo la igualdad. Vital Issues Press, Lafayette, Luisiana, 1997.