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en la que predomina el arrastre.

      2 Presentar temas especializados que se relacionan con la propulsión en la natación.

      3 Sugerir directrices generales para nadar eficazmente en todos los estilos competitivos.

      La propulsión de los brazos

      Uno de los conceptos erróneos más comunes en el mundo de la natación es que los nadadores alternan la flexión y la extensión de los brazos durante la fase propulsora de las brazadas subacuáticas. De hecho, la flexión del brazo cambia muy poco cuando los nadadores aplican la fuerza propulsora. Este concepto erróneo es nuestro primer tema de debate.

      La flexión y la extensión de los brazos

      ¿Es verdad que los nadadores flexionan y extienden sus brazos durante la fase propulsora de la brazada subacuática? En tres de los cuatro estilos competitivos, la respuesta a esta pregunta es no. La única excepción es el estilo de espalda, cuando los nadadores sí que extienden los brazos durante la brazada sub-acuática. La cantidad de flexión y extensión de los brazos es realmente mínima cuando los nadadores están acelerando el cuerpo hacia delante en el estilo libre, mariposa y braza. Para que no haya ninguna confusión sobre este tema, es cierto que los nadadores extienden los brazos durante los diversos movimientos del recobro en algunos estilos. Estas acciones tienen lugar antes o después, pero no durante las fases propulsoras de las diferentes brazadas subacuáticas.

      Los brazos están flexionados en aproximadamente 90° durante la primera fase propulsora de los cuatro estilos competitivos. El concepto erróneo es que los nadadores empiezan estas fases con los brazos extendidos y luego los flexionan gradualmente durante la primera mitad de la brazada subacuática, con la flexión llegando al valor máximo de aproximadamente 90° al llegar a la línea media del cuerpo en medio de la brazada. En realidad, los brazos están flexionados casi 90° antes de que empiecen a aplicar la fuerza propulsora. Después, los cambios en la flexión del brazo son mínimos durante el resto de las fases propulsoras. En otras palabras, casi toda la flexión del brazo que ocurre durante las diversas brazadas subacuáticas tiene lugar durante la primera fase no propulsora al acercarse los brazos y las manos a la posición del agarre. Después la flexión de los brazos sólo cambia de forma mínimamente.

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      Figura 3.1. Un nadador de estilo libre en la posición del agarre (foto a), al final de la fase propulsora del movimiento hacia dentro (foto b), y en medio de la fase propulsora del movimiento hacia arriba (foto c). El gráfico ilustra su velocidad de avance durante la brazada derecha subacuática. Los puntos a, b y c en el gráfico de velocidad corresponden a cada una de las fotografías.

      Las fotos de la figura 3.1 muestran el ángulo de flexión de los brazos utilizado por Francisco Sánchez, un nadador de estilo libre de nivel mundial, en tres puntos diferentes durante su brazada derecha subacuática. El gráfico que acompaña las fotos muestra la velocidad de su centro de masas durante esta misma brazada. Las letras a, b y c, que están marcadas en puntos del gráfico, corresponden a la fase de la brazada ilustrada en la foto marcada con esas letras.

      Se ve a Francisco en la posición del agarre en la foto (a), y en medio de la brazada en la foto (b). En la foto (c) está en medio de los movimientos hacia fuera, hacia atrás y hacia arriba de su brazada sub-acuática. Obsérvese que su brazo derecho ya está flexionado casi 90° en el agarre, y que permanece flexionado en aproximadamente el mismo ángulo en medio de la brazada y también cuando completa la fase propulsora de la brazada subacuática. Como muestra el gráfico de velocidad, no empieza a acelerar hacia delante hasta que su brazo llega a la posición del agarre, así que la flexión ocurre claramente antes de que empiece a aplicar la fuerza propulsora. Después del agarre, su velocidad aumenta durante todo el movimiento hacia dentro del brazo, disminuye brevemente durante la transición al próximo movimiento, y luego acelera de nuevo al mover el brazo hacia fuera y hacia arriba a la superficie. Evidentemente, por lo tanto, mantiene su brazo en una posición flexionada para toda la fase propulsora de la brazada. En otras palabras, flexiona su brazo antes de empezar a aplicar la fuerza propulsora en el agarre. Hay muy poco cambio en el ángulo de flexión del brazo desde el momento en que empieza a aplicar la fuerza propulsora hasta que deja de empujar hacia atrás contra el agua al acercarse el brazo a la superficie.

      Esta misma trayectoria de movimiento del brazo se utiliza en mariposa y braza, y durante la primera mitad de la brazada subacuática en espalda. Con el fin de colocar las manos y los brazos mirando hacia atrás para que puedan empezar a aplicar la fuerza propulsora antes, los nadadores flexionan los brazos al desplazarlos hacia abajo desde la superficie o hacia fuera a la posición del agarre. Desde este punto, hasta que estén preparados para realizar el recobro, empujan hacia atrás contra el agua sin un cambio apreciable en el ángulo de flexión de los brazos. La razón por la que realizan las brazadas de esta manera se presentará más adelante en este capítulo.

      Otro de los conceptos erróneos más persistentes en la natación competitiva es que los nadadores terminan las fases propulsoras de estilo libre y mariposa empujando las manos hacia atrás hasta que los brazos estén completamente extendidos y cerca de la superficie del agua. Los nadadores de nivel mundial no hacen esto, ni deben hacerlo. Como ya se ha mencionado, la foto (c) de la figura 3.1 muestra a Francisco completando la fase propulsora de su brazada subacuática con el brazo todavía flexionado aproximadamente 90°. Este movimiento es realmente un movimiento hacia arriba y hacia atrás con el brazo. Es decir, empuja el agua hacia atrás con la palma de la mano y la parte ventral del antebrazo. Los nadadores mantienen los brazos en una posición flexionada al completar su brazada subacuática principalmente porque les permite utilizar los antebrazos y las manos para aplicar la fuerza propulsora. Extender los brazos hacia atrás durante esta fase sería de hecho contraproducente porque los antebrazos empujarían hacia arriba en lugar de hacia atrás contra el agua durante la mayor parte del movimiento.

      La ilustración en la figura 3.2 muestra lo que ocurre cuando los nadadores extienden los brazos al ascenderlos hacia la superficie. Aunque esta nadadora puede mantener la mano orientada hacia atrás, la extensión del brazo la hace empujar hacia arriba contra el agua con toda la parte ventral del antebrazo, durante la mayor parte del movimiento. Esto producirá una gran fuerza de arrastre que empujará su cuerpo hacia abajo y retrasará su velocidad de avance.

      En cuanto a la propulsión de avance, es mucho mejor que los nadadores mantengan sus antebrazos mirando hacia atrás al desplazar los brazos hacia la superficie. Al contrario de la opinión popular, no reducirá la longitud de la brazada ni la cantidad de fuerza propulsora aplicada. La distancia que los nadadores avanzan con cada brazada será de hecho mayor porque estarán desplazando más agua hacia atrás con los antebrazos y las manos que la que podrían mover con sólo las manos, y no estarán empujando el cuerpo hacia abajo y dificultando el avance a causa del empuje de los antebrazos hacia arriba contra el agua. Con respecto a la fuerza propulsora, por la razón que se acaba de explicar, la cantidad que producen será realmente mayor si utilizan el brazo flexionado. Estarán aplicando fuerza propulsora con los antebrazos además de con las manos. El ritmo de brazadas no aumentará porque éstas no serán más cortas, aunque pueden sentir que lo sean porque no extienden los brazos. Tardan lo mismo en traer los brazos a la superficie si los extienden que si los mantienen flexionados.

      Los gráficos de la velocidad de avance como el que se muestra en la figura 3.1 (véase la página 77), combinados con las películas de vídeo que muestran la posición del brazo durante las fases propulsoras y no propulsoras de la brazada, demuestran claramente que los nadadores flexionan los brazos antes de que empiecen a aplicar la fuerza propulsora. También está claro que mantienen los brazos en una posición flexionada hasta que hayan completado las fases propulsoras de la brazada.

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      Figura

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