ТОП просматриваемых книг сайта:
Una historia popular del fútbol. Mickaël Correia
Читать онлайн.Название Una historia popular del fútbol
Год выпуска 0
isbn 9788416537976
Автор произведения Mickaël Correia
Жанр Сделай Сам
Серия Mecanoclastia
Издательство Bookwire
Al igual que otros deportes que se normalizan en la misma época, como el críquet o el tenis, el football-association adopta los rasgos más significativos de la revolución industrial. Sus reglas uniformizadas permiten a un gran número de individuos reproducir un mismo corpus de prácticas corporales dentro de un marco espacio-temporal racionalizado. La especialización de los jugadores y de los puestos dentro del equipo reproduce la división del trabajo necesaria para la sociedad industrial. La organización del juego bajo la mirada del árbitro, figura tutelar que impone la ley, representa la disciplina y el sentido de la iniciativa necesarios para alcanzar una misma finalidad de producción: marcar goles.82 Por su parte, las primeras reseñas de partidos en la prensa toman prestado el vocabulario industrial para describir los encuentros: los equipos son «máquinas bien engrasadas», las piernas los jugadores son como «pistones» o se transmutan en «dinamos» que envían «golpes de maza».83
Si los juegos de folk football aspiraban a lograr la victoria a cualquier precio por todos los medios disponibles, la moral burguesa introduce en el fútbol y en los deportes modernos en general la ética del fair play. Legado directo del código de honor caballeresco que combinaba el arte de la guerra y el de la cortesía,84 el fair play es inherente a las sociedades aristocráticas, para las cuales, como describe el historiador Johan Huizinga en su ensayo sobre el juego, «solo se puede hablar de victoria cuando el honor del jefe sale enaltecido del combate», o cuando «el vencedor sabe demostrar moderación».85 La elegancia del gesto, el honor individual, el autocontrol y la compostura en el juego deben prevalecer sobre la victoria. El fair play, que preconiza a un tiempo el respeto de las reglas, del contrincante y del resultado final del partido, se convierte, con el nacimiento de los deportes modernos, en «un entrenamiento para el comportamiento moral en el campo de juego extrapolable al mundo en general».86 Tras haber despojado a las comunidades campesinas de sus juegos populares, las clases dominantes inglesas, al racionalizar el esférico para hacer de él un deporte moderno, convierten al fútbol en un instrumento pedagógico, pero también en una nueva forma de sociabilidad para gentlemen.
A partir de 1876, gracias a la unificación de las reglas realizada por la Football Association, aparecen los primeros campeonatos entre condados, que enfrentan a los clubes de antiguos alumnos de las public schools. La federación deportiva organiza a partir de 1871 la Football Association Cup —o Copa de Fútbol de Inglaterra—, que en la época reúne a quince clubes de gentlemen y cuyo reglamento establece en noventa minutos la duración del partido y en once el número de jugadores por equipo. Además, la red de clubes se va engrosando rápidamente: si en 1871 se contabilizaban cincuenta clubes afiliados a la Football Association, en 1888 son ya mil.87 Con el establecimiento de un calendario de partidos las competiciones se hacen regulares, y se instauran jerarquías entre jugadores y entre clubes, debido al registro de los resultados y a la aparición de las clasificaciones. El exuberante aristócrata lord Arthur Fitzgerald Kinnaird es la primera vedete futbolística de la época, y digno representante de los vientos que soplan sobre el espíritu de juego de la Football Association. Luciendo una imponente barba color caoba y pantalones de un blanco inmaculado, conduciendo a su entrenador a las competiciones a lomo de caballo, este antiguo alumno de Eton y de Cambridge convertido en director de banca es el arquetipo del gentleman futbolista promovido por la federación. Jugando en todas las posiciones sobre el terreno de juego, líder carismático de su equipo y partidario de un juego duro y viril, compite en nueve finales de la Football Association Cup, ganando este encuentro en cinco ocasiones: con el Wanderers FC a partir de 1873 y más tarde con los Old Etonians (los Antiguos Alumnos de Eton).
Desde su creación en 1871, la Cup había sido ganada sistemáticamente por clubes de gentlemen, pero la final de la Copa de 1883, que enfrenta a los Old Etonians, liderados por el famoso lord Kinnaird, con el Blackburn Olympic, marca un giro en la historia del fútbol. Por primera vez, un equipo procedente de la working class gana la Copa, marcando al mismo tiempo el nacimiento de un fútbol auténticamente obrero y el fin de la hegemonía de los antiguos alumnos de las public schools.
63. Tom Brown’s schooldays está disponible en inglés en <wikisource.org>. Traducción libre.
64. Las public schools, establecimientos educativos privados y elitistas creados en el siglo xiv, acogían por lo general a alumnos de edades comprendidas entre los trece y los dieciocho años.
65. John Lawson y Harold Silver, A social history of education in England, Methuen, Londres, 1973.
66. Ib.
67. James Walvin, o. cit., p. 32.
68. Paul Dietschy, o. cit.
69. James Walvin, o. cit.
70. Citado en Richard Holt, Sport and the British, a modern history, Oxford University Press, Oxford, 1989.
71. Nicolas Bancel y Jean-Marc Gayman, o. cit.
72. James Walvin, o. cit., p. 36.
73. Nicolas Bancel y Jean-Marc Gayman, o. cit.
74. Bernard Andrieu, «La fin du fair-play? Du “self-government” à la justice sportive», Revue du mauss Permanente, 3 de agosto del 2011. En línea en <www.journaldumauss.net>.
75. James Walvin, o. cit., p. 38.
76. Colin Shrosbree, Public schools and private education: The Clarendon Commission, 1861-64, and the Public Schools Acts, Manchester University Press, Mánchester, 1988.
77. Nicolas Bancel y Jean-Marc Gayman,