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pequeños municipios cercanos a la costa y a las aglomeraciones de Montpellier, Nîmes, Perpignan y Narbonne. En paralelo a su crecimiento demográfico, la región está envejeciendo con respecto a la media del territorio nacional, su población de más de 60 años se incrementó en un +2,7 % entre 2013 y 2014. En todas partes aparecen construcciones destinadas a acoger a los recién llegados, las ciudades se llenan de edificios de arquitectura contemporánea. Construcciones de cristal, metal y nuevos materiales están erigidas por arquitectos de renombre como Jean Nouvel, Philippe Starck, Norman Foster, Zaha Hadid, Rudy Ricciotti… Sin embargo, solo Montpellier se benefició de un urbanismo voluntarista, creando zonas de acondicionamiento llegando incluso a la creación total de nuevos barrios como los de Antigone, Port-Marianne o Odysseum. Esta afluencia de población, no está motivada por el atractivo económico de la región que muestra una de las tasas de desempleo más altas del Hexagone. En el 2º trimestre de 2016, las estadísticas del Insee indicaban que los tres departamentos franceses con mayor tasa de desempleo eran Pyrénées-Orientales (15,2 % frente al 15,6 % en el mismo período de 2015), Hérault (13,6 % frente al 14,4 % en el mismo período de 2015), Gard (13,4 % frente al 14,2 % en el mismo período de 2015) y detrás Aude con un 13,2 % frente al 14,2 % registrado el año anterior en el segundo trimestre. A la inversa, el departamento con la tasa de desempleo más bajo seguía siendo Lozère con 6,2 %, no por la excepcional dinámica del departamento, sino porque los jóvenes de Mende abandonan el departamento. Aunque se puede observar una relativa mejora, el territorio no parece estar saliendo de sus problemas de empleo, pero más que nunca apuesta por su posición en el centro del arco mediterráneo. Cuenta con numerosos activos:

       La existencia de infraestructuras de comunicación de calidad que lo convierten en una verdadera plataforma intermodal (marítimas, aéreas, ferroviarias, fluviales y viales).

       Unidades de enseñanza y de investigación reconocidas en el mundo.

       Una red densa y eficiente de PYMES industriales y de servicios, de un alto nivel tecnológico.

       Un entorno de calidad con amplios espacios naturales protegidos, un espacio rural protegido, una red de ciudades «de tamaño humano» garantizan un estilo de vida agradable.

       La calidad de las infraestructuras: el control del agua para la agricultura, la urbanización y el turismo, una costa acondicionada (32 ciudades costeras y 22 puertos de recreo), una red eficaz de medios de comunicación (5 aeropuertos, 3 puertos marítimos y la intersección de 4 autopistas).

      Patrimonio y tradiciones

      Patrimonio cultural

      La región Occitanie posee un patrimonio histórico y cultural muy rico, con más de 73 museos de Francia, 8 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Pont du Gard, Cité de Carcassonne, Canal du Midi…) y numerosos monumentos, que hacen felices a sus habitantes y sus turistas. Tanto si se trata de un amante de historia, del arte clásico o del arte contemporáneo, como si nos gustan los antiguos monumentos o los edificios recientes, tengamos curiosidad por las leyendas o los relatos históricos… la región tiene para satisfacer a todas las personas ávidas de descubrir y aprender en múltiples disciplinas.

      Literatura

      La ex Languedoc-Rousillon, sin dar origen a grandes corrientes literarias, vio nacer escritores que contribuyeron al resplandor de la literatura francesa. El primero a citar es, sin duda, Paul Valéry que supo destacar el entorno mediterráneo que le gustaba recordar, sobre Sète: «Yo nací en uno de esos lugares donde me hubiera gustado nacer» Jean Paulhan, nacido en Nimes, influyó como director de la Nouvelle Revue Française, la vida literaria del país. Aún en el Gard, André Chamson y Jean-Pierre Chabrol fueron los poetas de los Cévennes, que describen sobre todo la grandeza de sus habitantes ya sean humildes campesinos, rebeldes o insumisos. Y no hay que olvidar, por supuesto, a Claude Simon (premio Nobel de Literatura), hoy fallecido, uno de los escritores franceses más grandes del siglo XX que fue la figura emblemática del nouveau roman.

      La poesía ha tenido también sus dignos representantes. No se puede hablar sin mencionar al rey de la palabra y el verbo Georges Brassens, poeta, compositor, cantante y músico nacido en Sète en 1921 y fallecido en 1981. Este gran escritor sigue recordado en Sète, que vive a lo largo del año en su universo: Georges Brassens en el Hérault no es sólo un artista, es un himno nacional flotando en la atmósfera.

      Citemos también a Francis Ponge, poeta del existentialismo y precursor del nouveau roman, y finalmente a Joe Bousquet, animador con la revista «Chantiers» de un «surrealismo mediterráneo».

      A pesar de la vinculación a Francia, una literatura de lenguas occitana y catalana va a durar hasta nuestros días e impregnar la cultura de la región. En los siglos XVII y XVIII, autores como Jean Roig o Josep Jaume en Roussillon y Jean-Baptiste Favre o Antoine Fabre d'Olivet en Languedoc, mantienen una tradición poética y teatral en lengua regional. Una nueva corriente aparece a finales del siglo XIX, sobre las huellas del Mistral y del «félibrige» provenzal. Por ello muchos escritores desde entonces han utilizado el occitan: Roumieux en Nîmes, Estieu en Carcassonne; más cerca de nosotros, podemos citar nombres como Henri Chabrol, André Chamson, René Mejean, René Nelli, León Cordes, Robert Laffont, Max Rouquette… Para el catalán, el mismo renacimiento se produce con personas como Pere Talrich, Justí Pepratx en un primer momento, y después autores como Joan Amade, uno de los fundadores de la Sociedad de Estudios Catalanes, Josep Sebastià Pons y, por último, los de una tercera generación con nombres como Enric Guiter, Jordi Mas o Jordi Pere Cerdà.

      El Midi-Pyrénées también cuenta con prestigiosos escritores. En Arriège, Pierre Bayle es el que marca la literatura francesa. Este filósofo del siglo XVII es el autor de noticias de la Nouvelles de la République des Lettres (1684). En el Lot, Fénelon, escritor y hombre de Iglesia, se ilustran para su novela Las aventuras de Telémaco (1699). En Tarbes, Théophile Gautier, maestro del movimiento poético del Parnasse, es conocido por su teoría de «el arte para el arte». Critica de arte, autor de cuentos fantásticos y relatos históricos, este Haut-Pyrénéen firmará en particular «Mademoiselle de Maupin» (1835) y «Le Capitaine Fracasse» (1863). Nacido en Toulouse, Pierre Gamarra, es también una figura indispensable de la literatura francesa. Novelista, poeta, dramaturgo y crítico, marcó el siglo XX. Su trabajo para la juventud es especialmente conocida por los colegiales de Francia. De hecho, es el autor del famoso poema «Mon Cartable».

      En el Aveyron se menciona a Jean-Henri Fabre, nativo del lugar y escritor-poeta apasionado de naturaleza. Este hombre de letras que maneja la lengua d'Oc, es conocido mundialmente por sus «Souvenirs entomologiques» (1879) traducidos a 14 idiomas. Eugène Viala, pintor y poeta nacido en Salles-Curan, es también una figura importante del departamento. Inspirado por el movimiento romántico y simbólico, es uno de los precursores del movimiento impresionista. El Aveyron y el Lot también pueden jactarse de haber acogido a Françoise Sagan (Bonjour tristesse, 1954), Pierre Loti (Pécheur d’Islande, 1886) y André Breton (uno de los maestros que creó el surrealismo).

      Pintura

      Si le gusta la pintura, estará encantado. En Toulouse, no hay que perderse el museo des Abattoirs dedicados al arte contemporáneo ni, por supuesto, al museo des Augustins, el Museo de Bellas Artes.

      Pero en la región encontrará otros tesoros, a descubrir absolutamente:

       el museo Ingres en Montauban

       el

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