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Moulinet es apreciado por el baño, los deportes náuticos y la práctica pesquera. Cerca de allí, el lago de Villefort, que se extiende sobre 127 ha, ofrece una playa de arena fina, agua turquesa y un paisaje que quita el aliento. En Hérault, el lago de Salagou es ideal para la combinación de fenómenos geológicos que resultan de una mezcla de colores, texturas y formas particulares.

      Flora y fauna

      En Occitanie, la fauna y la flora son tan ricas como diversificadas, lo que hace el interés y la particularidad de esta magnífica región de Francia. La naturaleza salvaje, los pueblos auténticos, los paisajes, a veces planos, a veces montañosos, las montañas, e incluso el mar cerca, hacen la felicidad de sus habitantes y de sus turistas.

      Fauna

       En cuanto a la fauna, los paseantes más atentos (y los más afortunados) pueden divisar a los representantes a veces escasos de varias centenas de especies animales. Desde la garza bueyera con patas blancas y el quebrantahuesos al muflón pasando por el zorro o el jabalí. Las reservas y parques naturales son, por supuesto, los lugares más adecuados para la observación animal y vegetal. Aquí, para los aficionados, algunos de los individuos pueden observar especialmente…

       El águila real.

      Matando las presas de las que se alimenta, este temible cazador se parece un poco al buitre en vuelo. Sin embargo, su tamaño es menor (2 metros) y su plumaje más oscuro. El parque nacional de los Pirineos tiene 17 parejas de esta especie.

       El desmanino.

      Una trompa, unas patas palmeadas, un cuerpo de topo… Sacado de la imaginación de un creador muy gracioso, este pequeño insectívoro se encuentra exclusivamente en los Pirineos y en el noroeste de España. A diferencia del dahu, existe realmente, vive a orillas de los ríos hasta 2.200 metros de altura y pasa la mayor parte de su tiempo en el agua donde se abastece de larvas de insectos y pequeños crustáceos. Sin embargo, sigue siendo muy difícil de ver.

       El urogallo común.

      Este pájaro de la familia de los gallináceos, llamado también coq de bruyère, vive en las zonas húmedas del hayal abetal, entre 1.000 metros y 2.400 metros, en el corazón del parque nacional de los Pirineos. El macho alcanza los 6 kg, la hembra 2 kg. Famoso por la gracia de sus danzas nupciales (a mediados de mayo y principios de junio) y su canto muy particular, el urogallo común perseguirá a todos los machos que se atreven a invadir su territorio con la cola desplegada en abanico.

       El quebrantahuesos.

      Con sus tres metros de envergadura, su mirada de oro rodeado de carmín, su máscara y su perilla negra, sus largas alas antracita y su pecho anaranjado, el quebrantahuesos se diferencia de otras rapaces. Naturalemente sólo subsiste en los Pirineos y en Córcega y se alimenta de un 90 % de hueso de carroña que rompe previamente en las rocas. Nueve parejas de esta especie muy rara viven hoy en el parque nacional de los Pirineos.

       La marmota.

      Desaparecido de la cadena de los Pirineos desde el final del último período glaciar, el pequeño mamífero ha sido reintroducido, con éxito, en todos los valles por la administración del Parque Nacional. Sin duda, hoy es la especie más visible para los visitantes.

       El muflón del Caroux.

      Ancesto de las ovejas domésticas, este muflón salvaje de pequeño tamaño había prácticamente desapareció de la Europa continental en el siglo XIX. Fue reintroducido en el macizo de Espinouse en 1956 y se ha adaptado perfectamente. El conjunto del macizo de Caroux-Espinouse, en el parque natural regional del Haut-Languedoc, cuenta hoy con más de mil ejemplares.

       El buitre leonado.

      Gracias a su vuelo característico (haciendo grandes círculos por encima de las cumbres, aprovechando las corrientes ascendientes para elevarse lo más alto posible y luego descender bruscamente) es reconocido el buitre leonado. De una extensión de 2,30 metros a 2,50 metros, tiene alas anchas y rectangulares prolongadas por grandes plumas oscuras, su cabeza, pequeña, descansa en un largo cuello rodeado por un collar. Sin ellos, muchos carroñeros contaminarían la montaña o propagarían enfermedades contagiosas. Unas 110 parejas anidan en los acantilados.

       El toro de Camargue.

      Vive en semi-libertad en ganaderías denominadas «manades». Pequeños y negros, con cuernos en lira, proceden de los animales que encontramos pintados en los muros de las cuevas prehistóricas. Pero en el siglo pasado, los cruces con su primo, el toro de combate español, le dió vigor y combatividad.

       El caballo.

      Es el otro animal que es indispensable para la «manade». Pequeño, bajo y fornido, descendiente de las razas locales, se adapta con sus pezuñas largas a los entornos húmedos de la Camargue. Castaños al nacer, los potros toman rápidamente el tinte blanco que es su característica. Docile, fácil de entrenar, hace cuerpo con su jinete el «pastor» y es el auxiliar eficaz para la conducción y el control del rebaño de toros.

       El flamenco rosa.

      Ave emblemática de la Camarga, el flamenco rosa llega en primavera. Vive en colonias y pone en un nido de barro un huevo único que, por un período de 29 días, será empollado por el macho y por la hembra. El flamenco rosa es una de las 400 especies de aves identificadas en Camargue.

       El bisonte de Europa.

      Ausentes de las tierras de Margeride desde hace 1.500 años, los «bison bonasus» o bisontes de Europa han sido reintroducidos y viven tranquilos en la reserva de Sainte-Eulalie, al sudoeste de la Margeride. Originario de Polonia, este animal fornido y pesado es uno de los últimos representantes de una fauna primitiva, un vecino del bos primigenius con el que ha sido confundido a menudo.

      Iniciada en 1991, la readaptación en Margeride, fue tan exitosa que los primeros nacimientos en el parque tuvieron lugar en 1993. Como anécdota señalemos que, a diferencia de su primo de Estados Unidos, presente en una crianza del Gard, no terminará su vida en la carnicería ya que las cualidades gustativas de su carne, más seca y menos sabrosa, son menores.

       Lobos.

      Una pequeña sociedad de más de 120 lobos de Mongolia, Europa y Canadá está agrupada en la reserva de Sainte-Lucie, en Margeride. Estos lobos, reintroducidos en Lozère, viven en semi-libertad. En estas tierras de leyendas del Genvaudan, el lobo está detrás de una gran mala reputación, pero no es nada; es un animal asustadizo que vive en manada y que sólo mata para comer. En invierno, en épocas de escasez, los lobos se agrupan en clanes de 6 a 12 ejemplares para hacer frente a presas más importantes. Último rasgo de carácter: los lobos son animales fieles, la pareja está sellada de por vida.

      Oso, ¿estás ahí?

      Representando el más famoso de la fauna pirenaica, el oso es

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