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       Johnny Orejuela

      Universidad EAFIT - Medellín

       José Fernando Patiño

      Universidad Federal de Tocantins - Brasil

       Carlos Mario Henao

      Universidad EAFIT - Medellín

Claves facilitadoras de la experiencia de formación

       Ian Parker y Erica Burman conversan con Daniel Goulard Universidad de Mánchester, Universidad de Brasilia**

      Erica Burman es profesora de educación en el Instituto de Educación de la Universidad de Mánchester (Inglaterra). Recientemente fue reconocida como profesora asociada en Akershus University College (Oslo, Noruega) y ha dado lecciones de cátedra en Sudáfrica, Brasil y España. Es feminista e investigadora sobre la infancia, supervisora y asesora en materia de raza, género e igualdad de clase, especialmente en relación con la salud mental, aspectos psicológicos y las confluencias entre el Estado y la violencia interpersonal. Es también analista de grupo certificada. Ha escrito decenas de libros, capítulos de libros y artículos académicos, los cuales han sido traducidos a varios idiomas. Algunas de sus últimas publicaciones son: Developments: Child, Image, Nation (2008), Deconstructing Developmental Psychology (2017), y Fanon, Education, Action: Child as Method (2018).

      Ian Parker es investigador profesional honorario en el Instituto de Educación de la Universidad de Mánchester (Inglaterra). Es profesor emérito de Administración en la Universidad de Leicester (Inglaterra), y dicta cátedras en Bélgica, Brasil, Sudáfrica, España y el Reino Unido. Ha escrito decenas de libros, capítulos de libros y artículos académicos, que han sido traducidos a varios idiomas en los campos del psicoanálisis, la psicología y la teoría social, con un foco y discurso particular en psicología crítica, salud mental y práctica política. Es psicoanalista en práctica y presidente del College of Psychoanalysts (Reino Unido). Es el secretario de Manchester Psychoanalytic Matrix y jefe redactor de la revista Annual Review of Critical Psychology. Es miembro de la British Psychological Society y de la Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA). Algunas de sus últimas publicaciones son: Handbook of Critical Psychology (2015), Critical Discursive Psychology (2015) y Revolutionary Keywords for a New Left (2017).

      Erica Burman e Ian Parker son dos académicos mundialmente reconocidos y agentes clave en la psicología crítica. Al margen de sus trayectorias académicas particulares, como se dará a conocer en esta entrevista, los autores han articulado sus intereses políticos y teóricos para fundar la Discourse Unit en 1991. Desde entonces, como codirectores del centro colaborativo transinstitucional, han organizado múltiples actividades académicas, textos y supervisiones, que soportan una amplia variedad de proyectos de investigación en las áreas cualitativa y cuantitativa para el desarrollo de la práctica y la teoría radical. Su trabajo ha sido relevante para investigadores y activistas de seis continentes que han tenido la posibilidad de trabajar con ellos.

      La siguiente entrevista fue realizada el 10 de julio de 2017, justo después del seminario Discourse Unit, que reunió casi cien academias de más de treinta países, con el fin de discutir y crear colaboración en áreas como el discurso, la investigación, el lenguaje, la subjetividad y la práctica. El tema central de la entrevista es el proceso de entrenamiento en psicología.

      Daniel Goulard (D. G.): Ambos tienen trayectorias diferentes, por lo tanto, sería muy interesante empezar la entrevista hablando de cómo y por qué han escogido formarse como psicólogos. ¿Nos podrían hablar de su proceso de formación? ¿Cómo eran ustedes cuando eran estudiantes?

      Ian Parker (I. P.): Para mí fue una completa casualidad. Empecé mi primera carrera en Botánica y Zoología en la universidad. Empecé esta carrera únicamente porque me estaba yendo muy mal en el bachillerato y había un nuevo profesor de Biología que introdujo el tema de botánica. Posteriormente hice los exámenes para bachillerato técnico y fui a la universidad después de haber trabajado algunos años. ¡Me fue muy mal en los exámenes que realicé en la universidad!

      D. G.: Por eso su título incluye Botánica…

      I. P.: Como me fue muy mal en esos exámenes, tuve que escoger una tercera asignatura. Escogí Psicología, de la cual nunca había escuchado antes y no sabía nada. Pensé que era divertida y quería saber cómo funcionaba.

      D. G.: ¿Por qué le pareció divertida?

      I. P.: Porque se hacían experimentos con personas y los experimentos eran completamente estúpidos e irrelevantes para su vida. Sin embargo, cuando empecé el curso de Psicología supe que ésta tenía una influencia y un poder en la vida de las personas al diagnosticarlas y determinar la trayectoria de su vida. Quería saber cómo funcionaba eso. Decidí entonces estudiar la carrera. Luego me inscribí en otra universidad y fue así como comencé a estudiar Psicología, en 1978. ¡Fue una completa casualidad!

      D. G.: Estas ideas pueden relacionarse con su trayectoria marxista del momento. Recuerdo que una vez nos contó una historia muy graciosa de un colega que le dijo que era un error formarse como psicólogo, que uno no se debería involucrar en una disciplina tan burguesa (risas).

      I. P.: (Risas). Es cierto, pero me dijeron eso después de haberles comentado que estaba interesado en estudiar psicología. Hubo entonces una contradicción entre el marxismo y la psicología. Tuve que encontrar luego el modo de hacer la relación. Una manera de hacer la relación era entender cómo la psicología operaba como una ideología. Era mucho más difícil hacer la conexión entre las teorías marxistas y las teorías psicológicas. Solo pude hacer esas conexiones diez años después.

      Erica Burman (E. B.): Mi trayectoria educativa fue más bien distinta. Todo fue en realidad sobre género y clases sociales. Yo era una niña con un rendimiento alto en un colegio femenino y allí se daba por sentado que yo iría a la universidad. En ese momento, el Gobierno apoyaba a los jóvenes para ingresar a la educación superior.

      I. P.: Es muy, muy importante, porque había becas disponibles para ir a la universidad. Sin beca no hubiera podido ir a la universidad.

      E. B.: Estas becas pagaban la matrícula y otorgaban además un subsidio. Se suponía que, si eras lo suficientemente inteligente, irías a la universidad. Yo no estaba segura sobre qué hacer. Psicología era un campo nuevo; no era una carrera universitaria. Era un área nueva en las universidades, y nueva en ser pensada.

      I. P.: Es cierto, nunca tuvimos Psicología en el colegio. Nunca habíamos oído hablar de ella.

      E. B.: Entonces, la psicología era muy nueva en el colegio. Pensé muchas cosas. Psicología combinaría en cierta manera con todo y el título por el que opté fue Psicología del Desarrollo con Estudios Cognitivos. Me gradué en 1981.

      I. P.: ¿Entonces vio la psicología como una forma de entender el mundo?

      E. B.: La vi como una mezcla de todos los temas filosóficos y conceptuales que pensé que, obviamente, eran importantes. Era un título colectivo, muy particular. La Universidad de Sussex, en ese momento, tenía diferentes tipos de psicología y psicología del desarrollo estaba principalmente centrada en estudios culturales, en la escuela de estudios culturales y comunitarios. Las ciencias sociales estaban articuladas con estudios cognitivos. Fue un momento particular en la psicología angloamericana porque la psicología del desarrollo y los modelos de procesamiento de la información, que dieron lugar a la inteligencia artificial, estaban unidos. Se estaba entrelazando la idea de usar el modelo computacional para perfeccionar las teorías que se tenían sobre el pensamiento humano y los trabajos en modelos humanos de desarrollo. Fue antes de la división de la inteligencia artificial en modelamiento humano y computacional y

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