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Novela colombiana contemporánea. Teobaldo A Noriega
Читать онлайн.Название Novela colombiana contemporánea
Год выпуска 0
isbn 9789587464955
Автор произведения Teobaldo A Noriega
Жанр Документальная литература
Издательство Bookwire
10. Entre los interesantes aportes a la discusión sobre el tema de la postmodernidad en Latinoamérica, véase el ensayo ya mencionado de Carlos Rincón, La no simultaneidad de lo simultáneo. Postmodernidad, globalización y culturas en América Latina (1995), expansión de importantes conceptos inicialmente expuestos en trabajos como “Modernidad periférica y el desafío de lo postmoderno: perspectivas del arte narrativo latinoamericano”, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, No. 29 (1989), 61-104; o en “The Peripheral Center of Postmodernism: On Borges, García Márquez, and Alterity”, boundary 2. The Postmodernism Debate in Latin America ( Fall 1993), 162-179. Este número especial de la revista editado por John Beverley y José Oviedo contiene otros acercamientos al tema.
11. M. Featherstone, “In pursuit of the postmodern: An introduction”. En M. Featherstone, Ed. número especial de Postmodernism, Theory, Culture & Society, 5 (1988),195-213. Mi traducción. Citado por Arthur A. Berger, Cultural Criticism. A Primer of Key Concepts (1995), 27.
CAPÍTULO I
A. FEMINA SUITE, DE R. H. MORENO-DURÁN: ESTRATEGIAS DE LA ESCRITURA Y COMPLICIDAD DEL LECTOR
Invitado de diferentes maneras a participar en la recreación del mundo que la ficción le impone, el lector de la novela hispanoamericana contemporánea asume hoy un importante papel en el que al mismo tiempo es cómplice y elemento inherente a la estructura del relato. Si —como pretendía Morelli— lo que el iconoclasta novelista pretende es acabar con los malos hábitos del lector, no hay duda de que, así como en Rayuela12, por ejemplo, tal propósito se logra gracias a la participación activa de éste, el lector de Juego de Damas, El toque de Diana, y Finale capriccioso con Madona13 se ve forzado a adoptar una actitud semejante. A continuación, intentaré aclarar algunos de los mecanismos que dan a la trilogía del novelista colombiano categoría de juegos narrativos que en todo momento exigen del lector un adecuado grado de colaboración.
JUEGO DE DAMAS
Dividido en tres partes principales, el texto establece la invitación al juego desde el momento inicial. La primera parte (“Primero Meninas”) sorprende al lector con su disposición en tres columnas paralelas, cada una con un referente específico. La de la izquierda, “Una Vida”, es un recorrido cronológico alrededor de un personaje femenino, —la hegeliana—, desde su nacimiento a su preciosa y abandonada juventud. Un desarrollo lineal que de 1948 a 1971 informa al lector sobre experiencias capitales en esos veintitrés años de vida: nacimiento, infancia, primera comunión, educación desde la escuela primaria a la universidad, pérdida de la virginidad con su primer amante. Al final, “alta, hierática, inevitablemente hermosa” (56), se ve a la hegeliana en una fiesta. La columna central, “Una Idea”, de aparente paralelismo cronológico con la columna anterior, se reduce escasamente al tiempo que dura una clase de filosofía en la que mediante un picaresco juego conceptual los estudiantes transforman los términos conciencia, saber, y Absoluto en tres momentos claramente demarcados del acto masturbatorio. Convertidos así la conciencia en coñito, el saber en placer y el Absoluto en orgasmo, el onanismo rescata felizmente a los estudiantes de una clase que, sin estas distracciones, no pasaría de ser un tedioso ejercicio. Una de las alumnas allí presentes es la hegeliana, nacida en 1948 en Palmira Señorial. La columna de la derecha, “Un Mundo”, describe el recorrido de una manifestación estudiantil por diferentes calles de Bogotá, la Atenas Suramericana. Utilizando tal acontecimiento como vehículo narrativo, esta sección contrapone a los datos sobre una existencia individual importantes referencias a la historia política de Colombia y del mundo: 1948: asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y consecuente “Bogotazo”, proclamación de la República Popular China; 1951: participación del Batallón Colombia en la Guerra de Corea; 1953: muerte de Stalin; 1954: suicidio de Getúlio Vargas, presidente de Brasil; 1957: cae en Colombia el dictador Gustavo Rojas Pinilla y se crea el Frente Nacional; 1958: en Venezuela cae también Marcos Pérez Jiménez; 1959: Revolución Cubana; 1961: Rafael Leonidas Trujillo es asesinado en Santo Domingo; 1962: Guillermo León Valencia, “El Viudo Alegre”, reemplaza en la presidencia de Colombia a Alberto Lleras Camargo; 1964: Charles De Gaulle visita Colombia; 1966: en un choque entre la guerrilla y tropas del gobierno colombiano muere el ex-sacerdote Camilo Torres; 1967: en Bolivia muere también Ernesto “Che” Guevara; 1968: el Papa Paulo VI visita Colombia; 1969: Guerra del Fútbol entre El Salvador y Honduras, Neil Armstrong pisa la luna; 1970: triunfa en Chile Salvador Allende; 1971: masacre de estudiantes y obreros en Cali, recrudecimiento en Colombia del Estado de Sitio. La hegeliana, estratega conocida en el movimiento estudiantil del país, participa en esta manifestación; ellas son el elemento de que se vale el lector para establecer un enlace entre los componentes del tríptico narrativo. Precedida de un epígrafe sacado de La escuela de las mujeres de Molière, esta primera parte tiene 45 páginas.
La segunda parte (“Después Mandarinas”) introduce al lector en una singular galería de personajes que asisten a una fiesta en la cual el alcohol, los alucinógenos, la discutida música de fondo, y la maledicencia colectiva son los ingredientes destacados. La anfitriona se llama Constanza Gallego, conocida también como la Niña. Esta parte está a su vez dividida en tres secciones. La primera se abre con una alusión que sobre Paulette Lambert le hace Constanza a la enana, Alcira Olarte: “En aquel tiempo ya le decían la Ninfa Eco —Ninfa por lo ninfómana y puta, y Eco por lo chismosa” (61). Mientras —olvidándose de su marido— la Ninfa retoza en la habitación de arriba con Rodrigo Camargo, el Gran Simpático, en la sala de abajo Jorge Arango expone la teoría de Monsalve, según la cual toda mujer desarrolla su vida a lo largo de tres distintas etapas —Meninas, Mandarinas, Matriarcas—, resumen de un instinto natural por prevalecer en un mundo machista, y en respuesta al Gran Principio rector de la Coñocracia. Como lo explica Monsalve en su Manual de la Mujer Pública —publicación que por obvias razones es vista con malos ojos por la concurrencia femenina—, este Principio se sintetiza así: “En un específico medio cultural la mujer empieza a abrirse camino con la cabeza, pero termina graduándose repartiendo culo” (69). En este proceso, y siguiendo la escala de valores establecida por la triple M: “la Menina es la expectativa del futuro poder, la Mandarina el presente del goce, y la Matriarca esa suave, inolvidable nostalgia...” (73). En la segunda secuencia Ramoncito Socarrás habla de la contienda sexual que tuvo lugar en Colombia entre la Santa Alianza y el Pacto Andino, respuesta a una ley gubernamental de naturaleza carnalmente agresiva que determinaba: colombiano, come colombiana. |A la primera cofradía pertenecían las europeas y otras extranjeras dedicadas a exprimirle el jugo a los varones en un claro acto de neocolonialismo-entre-piernas. A la segunda, las criollas calentonas, vengadoras de un rencor nacionalista que destruía al forastero. Constanza recuerda momentáneamente sus días de estudiante y sus conversaciones filosóficas con el Maestro, clave que aprovecha el lector para identificarla con la Niña y con la hegeliana. La secuencia final se abre con la imagen poética que Rodrigo Camargo forma de ella, definición tropical del hieratismo. En un intento de simultaneidad narrativa aparece otra vez una disposición paralela del texto oponiendo a la visión exterior del vuelo de Constanza la perspectiva interior del mismo.14 Precedida de un epígrafe sacado de Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal, esta parte intermedia tiene 51 páginas.
Mucho más extensa, la última parte (“Y así sucesivamente”) tiene tres secciones: “Megara”, “Tisífona”, y “Alecto”, a lo largo de las cuales el lector sigue el desarrollo de la Fiesta Loba en casa de la Niña. Si bien los detalles que dan cuerpo al relato constantemente siguen acumulándose, pueden resumirse así: “Megara”: