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vaya el que quiera –dijo el niño–; yo no lo haré.

      –Dios sabe, amigo, que yo tampoco –dijo Teyrnon.

      Se dirigieron a la corte, donde se alegraron mucho por su llegada. Justo estaba por comenzar un banquete; el mismo Pwyll acababa de regresar de hacer el circuito por Dyfed. Fueron a la sala y se lavaron. Pwyll le dio la bienvenida a Teyrnon y se fueron a sentar. Así se ubicaron: Teyrnon entre Pwyll y Rhiannon, dos de sus compañeros más allá de Pwyll, y el niño entre ellos. Después de terminar de comer, cuando empezaba el entretenimiento, conversaron. La historia que contó Teyrnon fue el relato completo acerca de la yegua y el niño, y de cómo su esposa y él habían tomado al pequeño bajo su cargo y lo habían criado.

      –Ves aquí a tu hijo, señor –dijo Teyrnon–. Quienquiera que te haya dicho mentiras te ha perjudicado. Yo mismo, cuando escuché sobre tu dolor, me entristecí y me apené. Creo que no hay nadie en esta compañía que no haya reconocido que el niño es hijo de Pwyll.

      –No hay nadie que tenga dudas sobre eso –dijeron todos.

      –Por Dios –dijo Rhiannon–, sería un gran alivio a mi preocupación si fuera verdad.

      –Señora –dijo Pendaran Dyfed–, has nombrado apropiadamente Pryderi a tu hijo. Pryderi, hijo de Pwyll Penn Annwfn le queda mejor62.

      –Asegúrense de que su propio nombre no sea más conveniente –dijo Rhiannon.

      –¿Cómo se llama? –preguntó Pendaran.

      –Nosotros le pusimos Gwri Wallt Euryn.

      –Pryderi será su nombre –dijo Pendaran.

      –Resulta muy adecuado –dijo Pwyll– nombrar al niño con la palabra que su madre pronunció cuando recibió gratas noticias acerca de él.

      Y estuvieron de acuerdo en eso.

      –Teyrnon –dijo Pwyll–, Dios te pague haber criado a este pequeño hasta ahora. Corresponde que, si se convierte en un hombre gentil, te recompense.

      –Señor –dijo Teyrnon–, respecto de la mujer que lo crio, no hay nadie en el mundo que esté más apenado que ella. Sería justo que se acuerde de nosotros, de esta mujer y de lo que hicimos por él.

      –Por Dios –dijo Pwyll–, mientras yo viva y pueda mantenerme a mí mismo, también los sustentaré a ustedes y a su reino. Si el niño vive hasta la madurez, será más apropiado que los mantenga él. Con tu consentimiento y el de los nobles, puesto que lo has criado hasta ahora, de aquí en más lo entregaremos al cuidado de Pendaran Dyfed. Y ustedes serán sus compañeros y sus padres de crianza.

      –Ese es un buen consejo –dijeron todos.

      Entonces el niño fue entregado a Pendaran Dyfed y los nobles del reino se aliaron con él. Teyrnon Twrf Liant y sus compañeros emprendieron el regreso a su país, llenos de felicidad y alegría. Antes le habían ofrecido a Teyrnon las joyas más hermosas, los mejores caballos y los perros más alabados, pero él no quiso nada.

      Se quedaron en su propio reino después de eso y Pryderi hijo de Pwyll Penn Annwfn fue criado con diligencia, como correspondía, hasta que se convirtió en el joven más gentil, noble y habilidoso del reino en todas las proezas. Así transcurrieron años y años, hasta que la vida de Pwyll Penn Annwfn llegó a su fin y murió. Pryderi gobernó las siete provincias de Dyfed exitosamente, siendo querido por su reino y por todos los que lo rodeaban. Luego conquistó las tres provincias de Ystrad Tywi y las cuatro de Ceredigion; estas son llamadas las siete provincias de Seisyllwch63. Pryderi hijo de Pwyll Penn Annwfn se mantuvo ocupado con estas conquistas hasta que decidió tomar esposa. Esta es la mujer que quiso: Cigfa hija de Gwyn Gohoyw, hijo de Gloyw Walltydan, hijo de Casnar Wledig, nobles de la isla.

      Y así termina esta rama del mabinogion64.

      35 El nombre de Pwyll significa «sabiduría, sensatez» y, como la mayor parte de los nombres de los personajes de estos relatos, está íntimamente relacionado con sus atributos morales y su comportamiento, ya sea porque se identifica con su nombre o porque exhibe actitudes totalmente contrarias. Dyfed es la región del suroeste de Gales que actualmente comprende Pembrokeshire y parte de Carmarthenshire. Traducimos como «provincia» el término cantref, la unidad territorial, política y judicial básica a partir de la cual se organizaban los reinos galeses medievales. En teoría estaba formada por cien (can) poblados (trefi), que constituían la unidad económica y social. Las siete provincias de Dyfed eran: Cemais, Pebidiog, Rhos, Deugleddau, Penfro, Cantref Gwarthaf y Emlyn.

      36 Arberth es usualmente identificado con el actual pueblo de Narberth en Pembrokshire. Los reyes medievales solían mantener corte en diferentes puntos mientras hacían el circuito por su territorio junto con su familia y seguidores. De este modo, visitaban a sus vasallos y recogían el tributo de cada área. La caza era uno de los principales pasatiempos de la aristocracia galesa (y europea occidental en general) y se asociaba a ella un vocabulario especial y prácticas específicas. En estos relatos, como también en textos franceses e ingleses, la caza es un motivo literario que puede conducir al personaje al encuentro con lo sobrenatural. Asimismo, el príncipe perdido durante la cacería es un conocido procedimiento internacional para iniciar una aventura.

      37 Glyn Cuch se refiere al Valle del Cuch, río que separa Pembrokeshire de Carmarthenshire.

      38 El color rojo y, en especial, el blanco están asociados con lo sobrenatural en la literatura galesa medieval. Animales como perros, ciervos o jabalíes muchas veces funcionan como guías hacia lo sobrenatural.

      39 Las descripciones de caballos, como las de la apariencia de los personajes, suelen seguir un patrón básico: verbo de visión («vio») + personaje (nombre propio, jinete) + montado/sobre + tipo de caballo + atributos relativos al color, tamaño u otras características físicas. Estas correspondencias indican que los compositores abrevaban en técnicas narrativas tradicionales, adaptándolas a cada caso, como ha estudiado Sioned Davies en «Horses in the Mabinogion», en The Horse in Celtic Culture, ed. por Sioned Davies y Nerys Ann Jones, Cardiff, University of Wales Press, 1997, pp. 121-140.

      40 Las fórmulas de saludo constituyen un procedimiento básico de la composición de los relatos galeses. Siguen un esquema común y denotan, además, las relaciones de poder y dependencia interpersonal de los personajes. De esta manera, el personaje de menor estatus debe saludar primero y el otro responde con alguna fórmula del tipo «Dios te dé prosperidad», «recibe la bendición de Dios». En este sentido, en cuanto Pwyll descubre que Arawn es un rey coronado y, por lo tanto, un hombre de más alto rango que él, inmediatamente lo saluda con un «buen día a ti».

      41 Pwyll ha insultado a Arawn violando una de las reglas de caza por la cual no se debe robar el animal matado por la jauría de otro señor. Por eso, debe compensar al rey por haber mancillado su honor. El honor es un principio fundamental de la organización de la sociedad galesa medieval.

      42 Annwfn es el nombre con el que se conoce al otro-mundo galés, cuya etimología tradicional lo hacía derivar de an («en» o «bajo») y dwfn («mundo»), es decir, «bajo-mundo»; sin embargo, Patrick Sims-Williams ha propuesto entenderlo como an («intensivo») + dwfn («profundo»), esto es, «muy profunda (región)» («Kaer Sidi and Other Celtic Otherworld Terms», en Irish Influence, pp. 53-78, p. 57). El otro-mundo podía estar ubicado bajo tierra, en una isla o, como en este caso, dentro de, o contiguo a, el reino terrenal de Pwyll. De hecho, aparentemente se llega a Annwfn a través de un viaje común por tierra.

      43 El chambelán (gwas ystafell) era el oficial de la corte del rey que se encargaba de preparar la habitación donde el rey dormía con la reina (ystafell), hacer la cama, vestirlo y llevar y traer mensajes (Law, pp. 19-20).

      44 De acuerdo con las leyes, los comensales se sentaban a la mesa en determinado orden, el cual dependía de su estatus. El procedimiento entero de la comida, que incluye el recibimiento y las preparaciones

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