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      Al presentar la memoria del Museo Nacional de Medicina “Doctor Eduardo Estrella” tan prolijamente detallada, y escrita por el doctor Francisco Rigail Arosemena, con la colaboración de Ana Estrella S. y Alicia Estrella S. lo hago con profundo respeto y placer, pues se trata de presentar la memoria que facilitará el entendimiento de todo lo que el Museo representa, y del trabajo tesonero y dedicado de su iniciador el Dr. Eduardo Estrella.

      El Museo tiene una historia digna de resaltar para todas las generaciones de Médicos del Ecuador, preocupados de nuestros orígenes y de sus diferentes etapas, que no fueron fáciles, pero que se dieron gracias a la riqueza de sus antecesores y de su esfuerzo recopilado a través de los años.

      El hospital San Juan de Dios, que es el principio de todo este trabajo, fue fundado en la Real Audiencia de Quito el 9 de marzo de 1565, con el nombre de Hospital de la Santa Caridad y Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo bajo el edicto real de Felipe II.

      Después de una larga trayectoria, finalmente pasó a depender del Ministerio de Salud Pública en 1967, funcionando más de 400 años y constituyéndose en uno de los principales centros de atención médica del país. Esta historia es la que debemos mantener por la íntima relación del Hospital con todo lo que significa Medicina en nuestro país; es parte de la historia misma de la nación ecuatoriana. El Doctor Estrella, investigador de la historia de la Medicina, en octubre de 1980 inicia con el proyecto del Museo de la Historia de la Medicina Ecuatoriana.

      La relación ordenada, que hace el Doctor Rigail, de la evolución de las diferentes etapas nos pone muy en claro el camino recorrido y todo lo sucedido, pues siempre se pensó que la sede definitiva del Museo Nacional de Medicina sería en el edificio del Antiguo Hospital y, así se inauguró el 9 de marzo de 1983 como un patrimonio de la Medicina Ecuatoriana, que pasa definitivamente al Ministerio de Salud Pública cuyo presupuesto contempla una asignación para el museo.

      Una fructífera labor a nivel nacional e internacional cumple el Dr. Estrella durante los años siguientes. Se llegan a inventariar todos los bienes de valor histórico que el Ministerio de Salud Pública tenía en el país, pasan a custodia del Museo y se organiza el archivo de valor histórico del Ministerio de Salud Pública. Se llega así a la conformación de la fundación del Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana después de un largo proceso que claramente se destaca en esta memoria.

      Todos los convenios y su ratificación nos llevan al hecho cierto de que este bien, el Hospital San Juan de Dios, se dejará bajo la responsabilidad del Ministerio de Salud Pública, una vez concluida su restauración, y así se convierta en el Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana que albergará al Museo Nacional de Medicina.

      Llega el fatídico momento en que para la conformación del Museo de la Ciudad el Municipio fija sus ojos en el Hospital San Juan de Dios y se comete la barbaridad de cambiar todo lo hecho, y se “dona” al Municipio Capitalino el Hospital San Juan de Dios, ignorando toda su historia y trascendencia; todo esto bendecido por el decreto presidencial de diciembre de 1993 que se legaliza por escritura pública en octubre del año siguiente.

      Se constituye el 6 de enero de 1994 la fundación “Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana”, cuyos objetivos principales eran contribuir a la conservación del Museo Nacional de Medicina Ecuatoriana y promover su transformación a Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana, y estimular la investigación de la Historia Ecuatoriana de la Medicina de nuestro país.

      Finalmente, el Ministerio de Salud Pública firmó un convenio con la fundación Centro de la Cultura Médica Ecuatoriana para que ésta administre el Museo Nacional de Medicina, para preservar y conservar el patrimonio cultural y científico de nuestra medicina estimulando la investigación y la docencia.

      El 26 de marzo de 1996 fallece el Dr. Eduardo Estrella y por acuerdo ministerial el museo toma el nombre de su fundador.

      Estas memorias que me honran en presentar son el testimonio de todo el trayecto del Museo Nacional de Medicina Ecuatoriana hasta que en un futuro cercano tenga su sede propia en el pabellón #5, completamente restaurado, del antiguo Hospital Eugenio Espejo.

      El Dr. Francisco Rigail con su paciente carácter de historiador ha ordenado detallada y didácticamente los principales acontecimientos y, así, todos los interesados en esta importantísima disciplina podrán informarse y continuar en el amor a la historia de nuestra medicina y en la preservación de todos sus valores continuando en el camino indicado por el Dr. Estrella y muy bien seguido por sus dilectos colaboradores.

      Doctor José Tohme Amador

       FUNDACIÓN CENTRO DE LA CULTURA MÉDICA ECUATORIANA

       PRESIDENTE

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      “La Medicina, considerada como un conjunto de ideas y prácticas elaboradas para interpretar y resolver los distintos problemas que alteran la integridad física y psíquica del ser humano, es un producto de la historia; y sus formas de expresión, sus estrategias para enfrentar la enfermedad, sus fracasos y grandes conquistas, son consecuentes con los variados sistemas de organización de la sociedad. En cualquier momento de la historia, siempre ha existido una organización simple o compleja de lo que hoy llamamos Medicina. En todos los tiempos, ha sido perceptible un saber sobre el origen, las manifestaciones y las consecuencias de la enfermedad y su curación; y una persona: yachac, shamán, curandero, sacerdote o médico, ha sido el dueño, portador y transmisor de esos conocimientos, cuya aplicación se ha acompañado siempre del bien a sus semejantes.

      Como consecuencia de este milenario esfuerzo, se han acumulado memorias, contadas primero y escritas después; se han creado saberes, mágico-mítico-religiosos, en un principio, y científico-técnicos, después. Progresivamente, la mano y los sentidos del médico se han magnificado y se han hecho más precisas sus observaciones con la intermediación de variados y sofisticados instrumentos. Un legado de palabras, métodos, teorías, objetos, muchos papeles, instituciones y experiencias individuales y colectivas, conforman la estructura del saber en la salud que, además, por sustentarse en la crítica de sus propios desaciertos, se dignifica y renueva cada día.

      La Medicina actual es la consecuencia de ese devenir histórico, mejor dicho, es su propia historia; por esta razón, tanto para el mundo de hoy, como para el del futuro, es importante la conservación de esas memorias, de esas técnicas e instrumentos, y es también indispensable mantener el recuerdo de las instituciones médicas y de los médicos ejemplares, que señalaron un rumbo, que dieron un paso adelante y que sembraron lo que hoy se recoge a manos llenas”.

      Esta MEMORIA: la del MUSEO NACIONAL DE MEDICINA “EDUARDO ESTRELLA”; intenta retener indemne y perpetuar el recuerdo y las ideas del pasado, y del presente, como una guía en el camino a seguir, y como una cosecha de la virtud y entereza humana de su Fundador, en edificar el paradigma del médico en su devoción al semejante que sufre, y necesita de alivio y de consuelo.

      MUSEO NACIONAL DE MEDICINA

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      Dr. Eduardo G. Estrella Aguirre DIRECTOR

      PERSONAL LABORAL:

      Srta. Yolanda X. Arteaga Encalada CONTADOR 2

      Srta. Sara B. Murgueytio Sánchez GUARDALMACÉN 3

      Sr. Franklin E. Erazo Vaca TÉCNICO EN ARCHIVO 4

      Sr. Luis F. Salazar Solano CONSERJE 3

      FUNDACIÓN CENTRO DE LA CULTURA MÉDICA ECUATORIANA

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