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Infierno verde. Federico Aliende
Читать онлайн.Название Infierno verde
Год выпуска 0
isbn 9789878346342
Автор произведения Federico Aliende
Жанр Языкознание
Издательство Bookwire
Aliende, Federico
Infierno verde / Federico Aliende. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : El Guardián Literario, 2020.
(Biblioteca de autor)
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-8346-34-2
1. Narrativa Argentina. 2. Novelas. I. Título.
CDD A863
© 2020, Federico Aliende
Corrección de textos: Mónica Costa
Diseño de cubierta e interior: Departamento de arte de Editorial Bärenhaus S.R.L.
El guardián literario es un sello de Editorial Bärenhaus
Todos los derechos reservados
© 2020, Editorial Bärenhaus S.R.L.
Publicado bajo el sello El guardián literario
Quevedo 4014 (C1419BZL) C.A.B.A.
ISBN 978-987-8346-34-2
1º edición: diciembre de 2020
1º edición digital: noviembre de 2020
Conversión a formato digital: Libresque
No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446 de la República Argentina.
Sobre este libro
Un escritor argentino desaparece en la ciudad peruana de Iquitos sin dejar rastros. Las cámaras de vigilancia registran sus últimos movimientos, ubicándolo sentado sobre el Malecón Tarapacá. Pero, de un momento a otro, muestran cómo salta el muro y se pierde para siempre en las aguas del río Itaya.
Entre sus pertenencias halladas, se encuentra un manuscrito antiguo en español que revela una versión inédita de la crónica del descubrimiento del río Amazonas, redactada originalmente en el año 1542 por un miembro de la tripulación: el fraile Gaspar de Carvajal.
Infierno verde sumerge al lector en el desesperado viaje de la expedición al mando de Francisco de Orellana mientras descienden las aguas del río más largo del mundo. La selva, diosa de esas inhóspitas tierras, impedirá que sus “hijos blancos” escapen impunes por los crímenes y pecados cometidos; recayendo sobre el propio Gaspar de Carvajal la única salvación posible para ellos.
Sobre Federico Aliende
Federico Aliende nació en Mar del Plata, en 1984. Estudió en la facultad de Derecho de Mar del Plata y se recibió de Abogado y Especialista en Derecho Penal. En la actualidad, se desempeña como Instructor Judicial del Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires. En 2015 publicó su primer novela Labios del fin del mundo. Instagram: @infiernoverdeok www.infiernoverde.com.ar
A Carla, por más apocalipsis juntos.
“Dios está muy alto, el rey muy lejos
y el dueño aquí soy yo.”
Dicho en épocas de la conquista pronunciado
por los representantes del rey
“El horror, el horror...”
El corazón de las tinieblas. JOSEPH CONRAD
“A mitad del camino de la vida,
en una selva oscura me encontraba
porque mi ruta había extraviado”.
La Divina Comedia. DANTE ALIGHIERI
Prólogo a la obra
El 26 de junio pasado se cumplieron ya cuatro años de la desaparición de mi amigo y colega, Ezequiel García Moreira. Nunca más supimos de él, a excepción de los rumores que aún llegan desde la zona donde se lo vio por última vez; relatos que, si bien inverosímiles, convergen al contar de un hombre blanco que visita los pueblos del interior del Amazonas acompañado siempre por aborígenes de tribus aisladas.
Cursé con García Moreira la carrera de Licenciatura en Letras en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, en donde, desde el primer año, se destacó del resto de nosotros, no tardando sus primeros cuentos y ensayos en llamar la atención de todos los profesores de cátedra.
Al terminar nuestros estudios, Ezequiel comenzó a escribir con tan dedicación y pasión, que no me sorprendió que ganara el primer premio a la Mejor Novela organizado por la Editorial Laloux, una de las más prestigiosas de toda América Latina (2007). Todos los inocentes culpables es una obra perfecta, no sólo desde la prosa innovadora que utiliza, sino, y por sobre todo, por el abordaje metafísico y pesimista que plantea acerca de la relaciones personales desplegadas en un ámbito sobrenatural y hasta fantástico.
Dos años después de aquel galardón, vio a la luz su segunda novela El primer viaje (2010), que le valió las mejores críticas por parte de la prensa especializada. Locura y fin del mundo (2013) y La esencia eterna (2015), lo terminaron por ubicar entre los más importantes escritores jóvenes de la Argentina y de toda Sudamérica.
No fue sino tras su viaje de meses por América del Sur que noté en Ezequiel un cambio radical. En las dos reuniones que mantuvimos, me habló obsesionado y monotemático sobre la posibilidad de realizar un nuevo viaje por el Perú, sin un regreso cierto hasta no dar allí, entre las tribus indígenas aisladas aún de la civilización, la inspiración que decía haber perdido. Le di mi parecer respecto a su proyecto, los peligros a los que se exponía y le cité unos cuantos ejemplos de personas que, por similares o diferentes motivos al suyo, se embarcaron a lo desconocido, y murieron o no volvieron nunca. Nada lo hizo cambiar de opinión.
Seis meses más tarde, Gladys Ayala, la madre de Ezequiel me llamaba llorando. Su hijo aparecía en una filmación de seguridad en la ciudad de Iquitos y, cuando me reuní con ella, me mostró el video que la Policía Municipal de Maynas le había adelantado por correo electrónico.
Aunque pixeleada y de baja calidad, distinguí en aquella grabación la figura de mi amigo mientras caminaba por la rambla del Malecón Tarapacá. Luego, la filmación revelaba cómo Ezequiel procedía a sentarse en ese muro y permanecía escribiendo en un pequeño cuaderno. A las 04:37 a.m., Ezequiel saltaba aquella defensa, desapareciendo de la escena y perdiéndoselo de vista para siempre.
Por expreso pedido de su madre, la cual se encontraba enferma y postrada, viajé a la ciudad de Iquitos en búsqueda de respuestas. Logré entrevistarme con la policía y con el fiscal a cargo de la investigación, quienes me informaron de la decena de rastrillajes infructuosos efectuados, los testimonios recolectados e incluso me llevaron hasta el sitio exacto desde donde Ezequiel se había arrojado a las aguas del río Itaya.
Después de unos burocráticos trámites, la Policía Nacional del Perú me entregó una libreta de color negro, hallada flotando en el agua, y un par de prendas y un cilindro de cuero marrón, el cual contenía más de sesenta hojas de papel escritas en español antiguo.
Al regresar a la Argentina, la madre de Ezequiel me pidió un último favor: dar a conocer los últimos días de su hijo mediante el estudio de su libreta. Como no podía ser de otra forma, convertí en cuento los últimos pasos