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      Lijado manual

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       Consejo

      Lije siempre en la dirección de la veta.

       Masillado

      El masillado consiste en el rellenado de los agujeros e imperfecciones de la superficie de la madera, con pastas del color de la propia madera. Para su aplicación se usan espátulas metálicas de tamaño adecuado a la pieza que se pretende enmasillar. Una vez extendida, se deja secar y, mediante el lijado, se elimina el exceso de producto y se alisa la superficie.

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      Detalle de junta en una puerta a la que se le ha aplicado masilla de pino

       Fondeado

      El fondeado consiste en la aplicación de productos selladores (tapaporos) en las superficies de la madera. Con su aplicación lo que se busca es que los poros de la madera queden sellados y tapados, proporcionando una base adecuada, para posteriormente aplicar los acabados decorativos y que estos ofrezcan un buen aspecto visual y al tacto.

      Dependiendo de la especie y las condiciones de la madera, serán necesarias una o varias capas de tapaporos, siendo fundamental realizar el lijado con lija de grano fino de todas y cada una de estas capas.

      Para su aplicación se usa la brocha o la pistola, siendo esta última la que mejor resultado ofrece, sobre todo porque deja una superficie enfondada mucho más lisa y uniforme, y siendo más fácil de lijar que con la utilización de la brocha.

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      Primero, aplique el tapaporos.

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      Segundo, compruebe que el producto está completamente seco.

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      Tercero, lije el tapaporos con una lija de grano muy fino, y repita la operación cuantas veces sean necesarias.

       Lijado del fondo

      El proceso de lijado del tapaporos puede realizarse a mano o con la ayuda de maquinarias (lijadoras orbitales) diseñadas para ello. El uso de las máquinas tiene, como principal ventaja, mayor rapidez y calidad del trabajo, lo que se suele traducir en ahorro de tiempo.

      El objetivo principal es alisar las superficies de la madera, a fin de obtener una superficie fina eliminando, al mismo tiempo, las pequeñas imperfecciones que pudiera tener.

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      Lije el fondo en el sentido de la veta para evitar arañar la superficie.

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       Consejo

      Se debe tener precaución en no lijar en exceso las superficies, ya que corremos el riesgo de traernos todo el producto que se ha aplicado, lo ideal es aplicarle una lija de grano fino, de manera suave al hilo de la madera y teniendo especial cuidado en las aristas y filos de la madera.

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       Nota

      Las lijas empleadas para lijar el fondo suelen ser de carburo de silicio, y su graduación va desde:

      1 Entre fino y muy fino. 220.

      2 Muy fino. 240.

      3 Extremadamente finos. 280-320-360.

      Dependiendo del tipo de acabado deseado, se irán aplicando los diferentes granos de lijas, empezando siempre por el grano más grueso y terminando por el más fino.

       Aplicación del acabado decorativo

      Una vez que se tengan las superficies completamente fondeadas, lijadas, lisas y limpias, se procederá a la aplicación de la técnica decorativa elegida para dar al objeto o mueble el aspecto visual deseado (marmolizado, dorado, plateado, etc.).

      Debe eliminarse completamente todo el polvo de las superficies, a fin de no debilitar la adherencia de los productos decorativos. Para ello, es preferible el uso de aire a presión, ya que usando trapos se corre el peligro de contaminar la superficie y de dejar restos de pelusas.

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       Importante

      Para lograr un acabado decorativo satisfactorio, es fundamental que la última capa de fondeado quede lo más fina y limpia posible, pues es la que va a servir de soporte a la decoración elegida, y difícilmente se puede realizar un trabajo de calidad si el soporte sobre el que se trabaja no está en perfectas condiciones.

      Si esta última capa se considera que no ofrece las garantías suficientes, se ha de proceder con la aplicación y lijado de una nueva película de tapaporos.

       Aplicación del acabado final

      El acabado final es la última capa de producto de acabado que se le aplica a la madera, y sirve para fijar y proteger el acabado decorativo que se ha aplicado. Merece una especial atención porque es la que permanece al exterior tanto al tacto como a la vista.

      En el mercado existen multitud de productos de acabados: lacas, barnices, etc. La aplicación con la pistola es la más recomendable, ya que aporta un aspecto, suavidad y perfección que la brocha no puede conseguir.

      ¿De qué depende el buen aspecto del acabado final?

      1 De que la madera esté bien sellada y sus poros estén debidamente tapados.

      2 De que el proceso de lijado sea el idóneo, dejando las superficies lo más perfectas posibles entre capa y capa.

      3 De que se utilicen productos, máquinas y herramientas de calidad.

      4 De que el local donde se aplique el acabado de la madera sea adecuado y esté exento de polvo y suciedad.

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      Cajonera con acabado final craquelado

       Pulido del acabado

      El pulido es una operación que se utiliza para corregir y disimular pequeñas imperfecciones y, al mismo tiempo, conseguir un grado de brillo mayor en la última capa de acabado.

      El proceso de pulido es opcional y depende del tipo de trabajo que se quiere realizar, y la calidad de acabado final que se quiera conseguir. Por ejemplo, en la técnica del marmolado es necesario pulir las superficies, ya que de esta forma se puede lograr mejor el efecto del mármol.

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      Aplicación de pasta pulidora en la capa final del acabado

      Para ello, se pueden usar máquinas especiales que se componen de rodillos con discos de fieltro montados sobre un motor que proporciona un movimiento de rotación. También se pueden utilizar máquinas de menos tamaño parecidas a las lijadoras orbitales. En este proceso se deberá incluir algún tipo de producto, como pastas de pulir, abrillantadores, etc.

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